Juzgado un joven que disparó varias veces al aire en una disputa en el centro de Vila
Un agente alerta en el juicio de la preocupación de la Policía Nacional por el aumento de los enfrentamientos entre bandas latinas en Ibiza
08.11.2013 | 05:30
El agente se parapetó tras un seto mientras el joven disparaba en este aparcamiento de Vila. R.S. raúl sánchez | ibiza Un joven fue juzgado ayer por disparar varias veces al aire con una pistola, con cartuchos de fogueo, el martes de la semana pasada sobre las ocho de la tarde, primero en la plaza de Antoni Albert i Nieto de Vila (en el bulevar de Abel Matutes) y después en un descampado que se utiliza como aparcamiento al final de la avenida de Isidor Macabich, al lado de Correos y enfrente de la comisaría y de Diario de Ibiza. Según cuatro jóvenes que estaban sentados en un banco, dispararon para intimidarles, debido a los enfrentamientos habituales entre colombianos (nacionalidad del autor de los disparos y del amigo que le acompañaba) y ecuatorianos (tres de los que estaban en el bulevar son de Ecuador).
Un agente del Cuerpo Nacional de Policía, que llegó a empuñar su arma reglamentaria en la persecución, alertó sobre la «preocupación» existente en la comisaría de Ibiza ante el aumento de las bandas latinas en Vila. «Lo suelen arreglar entre ellos», apuntó, en referencia a los enfrentamientos habituales en la ciudad entre jóvenes colombianos y ecuatorianos. El profesional explicó que hace poco arrestaron a una joven sudamericana que tenía un cúter en un parque, lugar de reunión habitual de estos grupos. «En Colombia el aprecio a la vida no es el mismo que se tiene en España», se lamentó el policía, que recordó que en esta operación llegó a discutir con su jefe cuando decidió dejar en libertad al joven que disparó al aire.
Instrucción deficiente
Por su parte, la magistrada Clara Ramírez, que dejó la causa vista para sentencia, criticó que la instrucción de este caso haya sido demasiado corta, por lo que ayer no se juzgó la posesión ni la utilización de la pistola por parte del joven colombiano. «Se deberían haber practicado más diligencias», afirmó la titular del Juzgado de lo Penal 1 de Ibiza.
Por lo tanto, la fiscal solo acusó a F. J. C. M., de 26 años, y a su amigo D. A. L. E., un joven compatriota que iba con él cuando efectuó los disparos, por un delito de amenazas. Solicitó un año de prisión para cada uno de los acusados, que no tienen antecedentes. Ambos están en situación legal en España y el autor de los tiros solo lleva tres meses en el país.
«Se trata de un hecho totalmente reprobable pero solo se han encontrado dos casquillos y no hubo riesgo para las personas ni se produjeron amenazas», refutó la abogada defensora, que pidió que F. J. C. M. sea condenado a pagar una multa y que su amigo quede absuelto.
El policía lamentó que no se hubiesen realizado pruebas periciales y él mismo se encargó de explicar que el revólver de tambor negro utilizado por el joven «es una pistola que se puede modificar y utilizar como un arma de verdad».
«Sé que es un delito. Había comprado la pistola hace quince días y la quería ensayar (probar) antes de llevarla a Colombia», explicó el principal procesado. «Es una acusación falsa derivada de las riñas que mantenemos entre colombianos y ecuatorianos», añadió F. J. C. M., que admitió que realizó dos disparos en el bulevar de Abel Matutes, en presencia de cuatro jóvenes: dos chicos y una chica ecuatorianos y una española. «Estaba de espaldas, mirando a Diario de Ibiza, y disparé», explicó sobre las siguientes detonaciones (no concretó el número de veces que apretó el gatillo).
«No sabía que tenía una pistola pero no hubo amenazas. Cuando disparó en el bulevar le dije que fuéramos a un descampado para ensayar la pistola», añadió el segundo encausado, D. A. C. E., que utilizó algunas palabras de origen colombiano difíciles de entender para la juez, la fiscal y los asistentes a la vista oral.
«Pirobos, os vais a cagar, nos dijo, y pegaron dos tiros al aire mientras caminaban hacia el parque de la Paz», apuntó uno de los ecuatorianos que denunciaron lo sucedido (en Colombia la palabra «pirobo» puede ser usada como un insulto ofensivo). Los testigos explicaron que se produjeron entre dos y siete disparos.
Uno de los ecuatorianos dio el alto a un coche de la Policía Nacional que patrullaba por la zona. Los jóvenes, que iban en bicicleta, acompañados por los policías, siguieron a los colombianos. «Me parapeté detrás de unos arbustos, vi cómo levantaba el arma y efectuaba dos o tres disparos al aire», explicó el agente.
Uno de los jóvenes ecuatorianos retuvo a D. A. L. E. mientras el policía perseguía, al principio con su arma en la mano (luego la guardó para no alarmar a los viandantes) a F. J. C. M., al que arrestó en la avenida de la Paz, junto a la rotonda de ses Figueretes, muy cerca de la comisaría.