Del mes de junio:
Si esnifas, no conduzcas
Todas las pruebas de drogas practicadas por los Mossos de Tr?nsit dan positivo
La mayoría de los casos de positivo en droga han acabado en falta administrativa
No hay un método para medir la cantidad de droga ingerida, las sanciones son sólo administrativas y no existe aún una alarma social... ?tenemos un problema?
Javier Ricou | Lleida | 08/06/2007 | Actualizada a las 03:31h
La efectividad de los controles de drogas efectuados por los Mossos en las carreteras de Catalunya es prácticamente del ciento por ciento. De los 361 conductores sometidos a una de estas pruebas en lo que va de a?o, 358 dieron resultado positivo. La cocaína ocupa el primer lugar en la lista de sustancias detectadas, seguida por el cannabis y la anfetamina.
Catalunya ha sido pionera en los controles de drogas a conductores y, aunque el número de pruebas para detectar sustancias estupefacientes es todavía muy bajo si se compara con las pruebas de alcoholemia, desde los Mossos d´Esquadra se defiende que la implantación de estos controles está rompiendo la sensación de impunidad que impera entre los conductores que toman tóxicos.
El paso dado en Catalunya con los controles de droga abre un nuevo debate al que hasta ahora se había prestado una mínima atención, ya que la gran batalla para luchar contra los accidentes de tráfico se ha centrado, básicamente, en el alcohol o el exceso de velocidad. "Nos queda aún mucho camino por recorrer y no hemos hecho más que empezar", afirma Vicenç Gasulla, jefe de Tr?nsit de los Mossos del Baix Llobregat y experto del cuerpo en detección de toxicomanías.
Uno de los principales problemas con los controles de droga es la inexistencia de un método para medir la cantidad de sustancia ingerida equivalente al que evalúa la prueba de alcoholemia. Este vacío juega a favor del conductor que toma anfetaminas, cocaína o hachís, ya que, en los casos de positivos, cuando no ha habido accidentes ni se ha cometido ninguna infracción, el castigo - siempre y cuando el mosso no aprecie alteraciones en la conducta que afecten a la conducción- no pasa de ser una sanción administrativa. La multa, de 600 euros, retirada de 6 puntos y entre 1 y 3 meses de retirada del carnet es la misma que se impone en las alcoholemias con una tasa inferior a 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Cuando se supera esa tasa de alcohol, tal como marca una circular de la fiscalía, ya hay caso para incoar diligencias penales.
Vicenç Gasulla no esconde que la mayoría de los 358 positivos de drogas detectados en Catalunya en lo que va de a?o ha acabado como falta administrativa - lo que podría considerarse un agravio respecto al castigo penal con los conductores ebrios-, pero insiste en que el salto dado por los Mossos al implantar este tipo de controles acaba con la sensación de impunidad de aquellos que piensan que la mezcla de droga y conducción no se castiga.
"A?os atrás era habitual que un conductor que daba negativo en un control de alcoholemia se jactara de haber tomado otras sustancias porque sabía que no teníamos aparatos ni capacidad para detectarlas", revela Gasulla. "Esto se ha acabado y ahora esos conductores saben que en cualquier carretera catalana y a cualquier hora del día pueden ser sometidos a un control de drogas, aunque no hayan provocado ningún accidente ni cometido ninguna infracción", a?ade.
La mayoría de estas pruebas siguen siendo, sin embargo, muy selectivas, lo que explica el alto índice de positivos. "En ocasiones el olor de dentro del coche, cuando se trata de cannabis, ya delata al conductor". El comportamiento o grado de excitación de la persona que conduce es otro indicador que ayuda a los agentes a detectar infractores.
Desde el 1 de enero del 2005, cuando se empezó a perseguir en Catalunya a los conductores drogados, se ha avanzado mucho - indica Gasulla- en el sistema de detección de sustancias. La droga se detecta en la saliva del conductor - tiene que chupar un palito forrado de algodón-, pero el expediente de sanción no se inicia hasta que esa saliva pasa por un laboratorio. "La experiencia nos está demostrando que el método que utilizamos a pie de carretera es muy fiable, ya que son contadísimos los casos que una vez analizados en el laboratorio han dado negativos". Al igual que ocurre con las pruebas de alcoholemia, al infractor se le ofrece la posibilidad de someterse voluntariamente a una prueba de sangre y la negativa a un test de drogas se castiga también como un delito de desobediencia.
Gasulla indica, por otro lado, que el hecho de que la cocaína sea la sustancia más detectada en estos controles de droga en la carretera es un indicador de que las cosas se están haciendo bien. "Lo que leen nuestros aparatos no es más que un reflejo de lo que pasa en la sociedad actual con el aumento de consumo de esta sustancia". Vincenç Gasulla afirma, asimismo, que la experiencia de los Mossos con este tipo de controles es seguida con mucho interés en el resto de Espa?a e incluso algunos países del centro de Europa, donde todavía no se ha pasado de las experiencias piloto que no conllevan ninguna sanción.