Autor Tema: Críticas a una actuación en particular  (Leído 174319 veces)

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2181 en: 13 de Abril de 2023, 13:30:37 pm »

Investigan a seis policías locales de Cornellà por una agresión racista: "¡Te voy a reventar la cabeza!"


INVESTIGACIÓN ABIERTA

Un joven denuncia insultos y ataques físicos al salir de una discoteca en un caso atendido por el centro Irídia



Jose Polo

Cornellà de Llobregat

13/04/2023 12:13 Actualizado a 13/04/2023 13:07
Una jueza está investigando a seis policías locales de Cornellà de Llobregat por una agresión racista. Se trata de uno de los casos atendidos por el centro Irídia, dedicado a defender los derechos humanos, que este jueves ha presentado su informe anual.

Irídia relata que Imad, la víctima, fue agredido por una patrulla de cuatro agentes de policía a la salida de una discoteca en la localidad del Baix Llobregat. "Moro de mierda. ¿tú no eres de por ahí? Vete a tomar por culo, te voy a reventar la cabeza", le dijeron al pedirle la identificación. Después le golpearon causándole lesiones.


La víctima acabó atendida en un centro hospitalario
Imad, que acabó atendido en un centro hospitalario, fue capaz de realizar grabaciones con su teléfono. Poco después dos agentes más llegaron al lugar de los hechos y, según Iridia, retuvieron a un amigo para evitar que registrase lo sucedido con su móvil.

Según ha informado ElDiario.es, una jueza está investigando la agresión, sucedida el pasado 24 de octubre. Ya se ha citado como investigados a los agentes y las diligencias esenciales para decidir si se envía el caso a juicio ya están hechas.

Fuentes del Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat consultadas por La Vanguardia explican que de momento prefieren no pronunciarse al tratarse de un caso que en estos momentos está en proceso judicial.
« Última modificación: 13 de Abril de 2023, 14:25:50 pm por 47ronin »

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2182 en: 24 de Abril de 2023, 21:10:20 pm »

INVESTIGACIÓN POR HOMICIDIO IMPRUDENTE

No hay caso Mairena


El juez que investiga la actuación de los dos guardias civiles que detuvieron a un joven que murió en septiembre pasado confirma que no incurrieron en ninguna conducta reprochable penalmente
La autopsia exculpa a los dos guardias civiles
Un recurso puede tumbar la causa contra el marido de la ex directora de la Guardia Civil
Investigan la muerte de un hombre tras ser reducido por la Guardia Civil en Sevilla

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JORGE MUÑOZ
23 Abril, 2023 - 09:10h


La muerte de un hombre en Mairena del Aljarafe en septiembre del año pasado tras ser detenido por dos guardias civiles no se debió a la actuación de los agentes, a los que no se puede realizar ningún reproche penal. Esta es la conclusión a la que ha llegado el juez de Instrucción número 2 de Sevilla, Miguel Ángel Gálvez, quien ha ratificado su decisión de dar carpetazo a la investigación por un delito de homicidio imprudente.

El magistrado ha rechazado el recurso de reforma que había presentado la acusación particular que ejercen los padres del fallecido, si bien la familia ha presentado un nuevo recurso de apelación ante la Audiencia de Sevilla, que será la que tenga la última palabra.

En el auto dictado ahora, que tiene fecha del 4 de abril y al que ha tenido acceso este periódico, el juez insiste en que no hay argumentos para continuar la investigación contra los dos guardias civiles. Dice el instructor que el recurso de la acusación particular se fundamenta en unas “apreciaciones valorativas” respecto a las pruebas que ya fueron valoradas en el auto que archivó por primera vez la causa, por lo que ahora confirma su decisión.

EL INSTRUCTOR RATIFICA QUE LA ACTUACIÓN DE LOS GUARDIAS DURANTE EL ARRESTO FUE PROPORCIONAL

Así, el juez afirma de forma contundente que la actuación realizada por los dos agentes de la Guardia Civil “no merece reproche de culpabilidad alguna”, puesto que la presencia en el lugar de los hechos se produjo “a requerimiento” de los padres de Carlos B. G.

El magistrado añade que el detenido desarrolló una acción “caracterizada por una alta agresividad y exaltación violenta, de forma que para protegerse de sí mismo y ante el peligro potencial para terceras personas, hubo de ser detenido por los agentes actuantes, los cuales utilizaron la fuerza de una manera proporcional a las circunstancias del caso”.

En este sentido, el juez recuerda que los guardias civiles exhibieron en primer lugar las defensas extensibles para usarlas ante el “acometimiento” de Carlos B. G., quien recibió golpes en brazos y piernas carentes de cualquier efecto letal”.

Una vez en el suelo, prosigue el auto, fue reducido empleando una técnica denominada de “presa braquial” que, por su duración, “carece igualmente de efectos letales, según lo expuesto por los médicos forenses que declararon en sede judicial”.

LA INTERVENCIÓN DE LOS AGENTES “NO MERECE REPROCHE DE CULPABILIDAD ALGUNA”

De hecho, la autopsia descarta que la muerte se debiera precisamente a la actuación de los agentes que lo redujeron después de que la víctima protagonizara un altercado a las puertas de su domicilio familiar en Mairena del Aljarafe. El consumo de cocaína, cannabis y alcohol es la causa que provocó la muerte, según sostienen los forenses en el informe de autopsia.

De esta forma, el juez concluye en el nuevo auto que el vecino de Mairena sufrió una “toxicidad aguda cardíaca” originada principalmente por un “consumo de drogas estimulantes, cocaína, imitación psicomotriz propia de un Síndrome de Delirio Agitado (SDA), que se vio complementada, por una situación de agitación creada” por el propio Carlos B. G. por el “previo consumo de cocaína, cannabis y alcohol, unas horas antes del suceso”.

La víctima sufrió una “parada cardiorrespiratoria súbita mientras estaba siendo detenido” y la autopsia descarta la existencia de lesiones “traumáticas graves con repercusión visceral o signos propios de una muerte asfíctica por comprensión del cuello o restricción toraco-abdominal”, sino que por el contrario, “tanto el desarrollo de los acontecimientos como los datos clínicos de la asistencia médica de urgencias y de UCI, los resultados de las pruebas complementarias químico-toxicológicas y anatomo-patológicas confirma que dicha parada cardiorrespiratoria súbita fue secundaria a un SDA inducido por cocaína en un consumidor crónico”.

Lanzó dos martillos a los guardias civiles
Durante la intervención de la Guardia Civil, Carlos B. G. agredió a los agentes, les amenazó de muerte, “con una actitud violenta y agresiva persistente” –les lanzó incluso dos martillos– y desatendió las órdenes verbales de la Guardia Civil, que finalmente procedieron a su reducción física, un arresto que fue grabado en vídeo por el padre y difundido en las redes sociales.

Sobre estos vídeos, los forenses consideraron que en los mismos se aprecia claramente como dos agentes llevaron a Carlos al suelo para intentar detenerlo y colocarle los grilletes pero incluso en esa situación, el joven “mantuvo una resistencia enérgica con gran fuerza en todo momento, de modo que los agentes procedieron a la contención mediante una maniobra de ‘carotid sleeper hold’” o presa braquial, que es una técnica habitual de reducción física empleada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

INSISTE EN QUE EL CONSUMO PREVIO DE DROGAS Y ALCOHOL CAUSÓ EL TRÁGICO DESENLACE

Una vez que la víctima perdió la conciencia, los agentes procedieron de inmediato a iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica “perfectamente realizadas, alternándose entre compañeros para no detenerlas en ningún momento, y solicitaron la intervención urgente de los servicios sanitarios de emergencias”.

Pero a pesar de la recuperación del ritmo cardíaco y del traslado al hospital, el joven sufrió un “daño cerebral grave e irreversible (encelofatía hipóxico-isquémica) a consecuencia de la parada cardiorrespiratoria mantenida, y ésta fue finalmente la causa de su fallecimiento siete días después”.

Toda la investigación desarrollada y el dictamen de los forenses han llevado al juez a considerar que no hay elementos para actuar contra los dos guardias civiles. No hay ningún “caso Mairena”.

El abogado de los padres de Carlos B. G., Luis Romero, aseguró en su día tras ver los vídeos difundidos por el padre en las redes sociales que la actuación policial le recordaba a la muerte del afroamericano Eric Garner en Nueva York, un caso que dio origen en Estados Unidos al movimiento Black Lives Matter.

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2183 en: 24 de Abril de 2023, 22:48:15 pm »
El juez pone las cosas en su sitio, me alegro por los compañeros, que habrán pasado un tiempo complicado. . .

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2184 en: 17 de Mayo de 2023, 08:47:12 am »


Un hombre denuncia a la Policía por allanamiento de morada al auxiliar a su mujer maltratada


La Jefatura Superior de Madrid niega la paliza a esta familia de Perú que ha contratado al letrado Eduardo Muñoz Simó para ejercer acciones legales.
17 mayo, 2023 04:40
Jorge García Badía  @@jgbadia
La familia Rivera Ramírez ya no ve con los mismos ojos a la Policía Nacional. Tanto Carlos Alberto, como su esposa, Sara, y sus dos hijos, Gerson y Carlos, afirman que le tienen "miedo" porque fueron supuestamente apaleados por varios agentes que acudieron a su domicilio requeridos por la mujer. El motivo: una discusión con su marido. La Jefatura Superior de Madrid niega la paliza a esta familia de Perú y sostiene que los agentes presuntamente fueron atacados por ellos durante la intervención, obligándoles a detenerles por atentado a agente de la autoridad y lesiones.

En esta historia las versiones son radicalmente opuestas y un juez tendrá la última palabra. Todo ello, sin olvidar la probable investigación que abrirá el Ministerio del Interior para analizar la intervención policial porque fue grabada por uno de los hijos del matrimonio peruano.

De momento, lo que se sabe es que Sara alertó al 091 de que estaba manteniendo una discusión conyugal, durante la madrugada del sábado 6 de mayo. "Me puse bravo con mi esposa", tal y como admite Carlos Alberto Rivera, con antecedentes por malos tratos en el ámbito familiar en el año 2021 -según la Policía Nacional-. "Tuve una discusión con mi mujer porque había llegado tarde a casa, pero solo fue algo verbal. Nada más. Ella solo llamó a la Policía porque quería que yo durmiese en el sofá".


Dos 'zetas' se desplazaron al piso del matrimonio en el barrio de Puente de Vallecas. A partir de este punto de la historia, se inicia la que bien podría ser la secuela del caso de la 'patada en la puerta': la famosa causa judicial contra un mando de la Policía Nacional, denunciado por allanamiento de morada, tras ser grabado desmantelando una fiesta ilegal durante la pandemia. Este mando echó abajo la puerta de un piso de la calle Lagasca de Madrid, con un marro y sin orden judicial. En este caso, el presunto allanamiento de la casa de Carlos y Sara ha sido grabado por uno de sus hijos.


Los agentes pegaron con sus defensas al cabeza de familia, a su esposa a la que iban a proteger y a los dos hijos del matrimonio

EL ESPAÑOL ha accedido en exclusiva al vídeo que jugará un papel relevante en las acciones legales que emprenderá la familia, tras contratar los servicios del abogado: Eduardo Muñoz Simó. "De lo narrado por mis clientes se desprende un delito claro de allanamiento de morada porque al no existir resolución judicial que autorizara la entrada a la vivienda y no existir en el interior de la misma, un delito flagrante, entiendo que esa intromisión no está justificada", según explica el penalista.

"La actuación de los agentes fue totalmente desproporcionada", tal y como prosigue el letrado Eduardo Muñoz Simó. "En el vídeo se ve cómo golpean con sus defensas en la cabeza de mis clientes y es una medida fuera de lugar ante la situación que se estaba viviendo en el interior de la vivienda".

El penalista Eduardo Muñoz Simó, en su despacho de Madrid.
El penalista Eduardo Muñoz Simó, en su despacho de Madrid.

El penalista avanza que presentará una denuncia contra los policías nacionales que acudieron al domicilio de Carlos Alberto y Sara por los supuestos delitos de allanamiento de morada, lesiones y un tercero de trato degradante: "A mis clientes los llevaron a los calabozos de una forma inhumana. Iban descalzos, en pijama… En general, considero que fue una actuación contraria a derecho".

La grabación que sustentará la denuncia contra los policías la realizó Carlos: un chico, de 25 años, que acababa de regresar a casa tras terminar su jornada en Tierra Burrito en Atocha. "Cuando llegué del trabajo, la Policía Nacional llamó al interfono y se lo dije a mi madre", según confirma este veinteañero, matriculado en un grado medio de informática.

"Cuando subieron, mi madre se puso a hablar con los policías y les dijo que simplemente había tenido una discusión verbal con su marido, como cualquier otra", tal y como remarca Carlos. "Les pidió disculpas, pero uno de los agentes estaba un poco alterado y se le metió en la cabeza que mi padre debía salir al pasillo a hablar con ellos".

La peruana Sara Ramírez, en su casa, con un collarín tras acudir a urgencias.
La peruana Sara Ramírez, en su casa, con un collarín tras acudir a urgencias. Cedida

Sara Ramírez corrobora el relato que ofrece su hijo pequeño y su marido. "No concibo la idea de que pidiendo supuestamente una ayuda, una defensa para la mujer, me maltratasen a mí, a mis hijos y a mi esposo", tal y como denuncia esta peruana, de 51 años. "No entiendo que por mi llamada aporreasen a mis hijos, cuando supuestamente venían a ayudarme: estoy con mucha ansiedad y muchos nervios por lo que ocurrió". También se ha cogido una baja en el Consejo Superior de Deportes, donde trabaja como limpiadora, porque le han puesto un collarín por una lesión cervical que supuestamente le ha causado un policía con su defensa extensible.

- ¿Telefoneó a la Policía Nacional porque su marido la estaba maltratando?

- Sara: Llamé por asustarlo porque él tiene un carácter fuerte y estábamos discutiendo. Cogí el móvil, busqué en Google el número de la Policía, se lo mostré y le dije que estaba llamando porque quería que durmiese en el salón. Era tarde, más de la una de la madrugada y no quería discutir. Fue una tontería. Cuando entró la llamada les dije que lo sentía, que había sido una riña con mi marido, que lo habíamos solucionado y colgué el teléfono.

Para la sala del 091 ya no había vuelta atrás. La llamada había entrado como una discusión conyugal y movilizaron a dos 'zetas'. Cuatro agentes uniformados -dos hombres y dos mujeres- se plantaron en la puerta del domicilio de este matrimonio peruano para verificar que la mujer se encontraba bien: la Policía Nacional solo quería hacer su trabajo.

- ¿Qué le dijo usted a los policías que se presentaron en su casa?

- Sara: Pues que no pasaba nada, que había sido una riña con mi marido, que se había solucionado, que ya estábamos durmiendo y les pedí disculpas. Les dije lo mismo que en la llamada. Aún así, estaban locos. Me dijeron que mi marido tenía que salir al pasillo porque les salía de los cojones y uno de ellos empezó a poner el pie en la puerta para que no pudiese cerrarla.

El punto de no retorno se produjo cuando Carlos, el cabeza de familia, salió al pasillo de la vivienda al ser requerido por los agentes. "Creo que como mi marido sacó su pasaporte, se pensaron que no teníamos papeles y empezaron a zarandearnos", según afirma Sara. "Cuando mis dos hijos salieron de sus habitaciones preguntando a los policías qué podían hacer para solucionar la situación y por qué estaban dentro de nuestra casa: se echaron encima de nosotros a pegarnos. Mi marido empezó a gritar: ¡Graba Carlitos! ¡Esto es una injusticia! ¡No pueden entrar así a mi casa!"


Carlos, el hijo pequeño del matrimonio, grabando el estado en el que quedó el piso tras la intervención policial.

- ¿Qué ocurrió después?

- Sara: Los policías seguían entrando en mi casa y sacaron sus defensas para atizarme en la cabeza. Mi hijo mayor, Gerson, y mi marido pusieron los brazos para que no me diesen. De tantos golpes que recibió Gerson en el brazo: se lo reventaron. Nunca pensé que sucedería esto por una llamada de defensa a la policía. Me siento mal porque se han metido a una casa a maltratar a una familia honrada y nos han pateado, pero no pueden hacerlo sin una orden judicial. Hasta la mujer policía me pegó y me tiró del pelo.

Desde la Jefatura de Policía en Madrid niegan que los agentes entrasen al inmueble sin justificación. "Accedieron al domicilio para asegurar la integridad de la mujer que llamó al 091", tal y como aclara un portavoz oficial del Cuerpo. "Cuando los policías llegaron, la vivienda estaba revuelta y con objetos esparcidos por el suelo y la mujer estaba nerviosa y poco colaborativa. Su marido mantenía una conducta hostil y desafiante, escondiendo las manos y negándose a mostrarlas para comprobar si llevaba un arma, incluso intentó cerrar la puerta".

"El marido se abalanzó sobre los agentes lanzando puñetazos. Entonces, los hijos salieron de las habitaciones increpando a los policías y sujetando al padre para evitar que fuese detenido, llegando uno de los hijos a quitarle la defensa a un agente para empezar a pegarle a los demás actuantes", según mantiene este portavoz de la Jefatura de Policía.

También subraya que tuvieron que movilizar a otros cuatro agentes como refuerzos, porque Carlos, su esposa, Sara, y sus hijos, Gerson y Carlos, supuestamente arremetieron contra los cuatro efectivos que habían acudido al piso inicialmente: "Toda la familia la emprendió a golpes con los actuantes y les lanzaron objetos contundentes".


Los vecinos del barrio madrileño de Puente de Vallecas grabaron la llegada de 'zetas' al piso de la familia peruana.

Del visionado de las imágenes que aportará la familia en su denuncia, no se aprecia que ataquen a los agentes ni que les tiren objetos, más bien todo lo contrario: solo se defienden. Al lado de la puerta del domicilio, Gerson abraza a su madre, Sara, formando una barrera humana para evitar que los funcionarios lleguen a Carlos Alberto. Entretanto, el hijo pequeño, Carlos, graba la escena que se produce en el pasillo y cómo la defensa de uno de los policías nacionales salta al fondo del piso tras golpear a sus familiares.

- Carlos, hijo: Mire, la puta porra: aquí está en mi casa. Te la doy, pero no me pegues: te estoy filmando. No me pegues. Te estoy grabando y tú me has dicho: ¡no me grabes puto gilipollas!

El cabeza de familia, un futbolista retirado de Perú, de 56 años, y que actualmente trabaja en Seur moviendo con sus 115 kilos de peso los paquetes grandes que llegan por la cinta, cada vez se encuentra más nervioso ante la presencia policial, como en sus años de zaguero, cuando bregaba con algún delantero con la elástica del Sport Boys del Callao.

- Carlos Alberto, padre: No le des nada [la porra]. ¡No pueden estar acá en mi casa: deben tener un orden fiscal! ¡Nadie les dijo que entren!

El vídeo concluye con los agentes metiéndose en la casa, justo después de que uno le suelte varios golpes a la familia con su defensa y de que otro corra hacia el fondo del pasillo, a por Carlitos, para quitarle el móvil porque está inmortalizando el momento. Todo ello ocurre, mientras los demás policías nacionales tratan de arrastrar fuera del inmueble al matrimonio y a su hijo mayor: Gerson. Después, la grabación se va a negro y solo existen dos versiones que son tan opuestas como el día y la noche.

También hay partes médicos en ambos bandos. La familia tiene moratones por todo el cuerpo, chichones, dolores musculares y están de baja laboral. Los mayores perjudicados son Sara y Gerson. La mujer padece una lesión cervical, ansiedad y estrés, mientras que su hijo mayor, un asesor inmobiliario, de 31 años, presenta puntos de sutura en un brazo y derrames en ambos ojos: como un boxeador. En la Policía Nacional han presentado parte de lesiones siete de los ocho agentes movilizados aquel 6 de mayo: el más grave tiene un latigazo vertical y erosiones en el rostro.

Gerson, el hijo mayor del matrimonio, mostrando moratones y puntos de sutura.
Gerson, el hijo mayor del matrimonio, mostrando moratones y puntos de sutura. Cedida

Carlos asegura que la actuación policial está relacionada con el origen peruano de su familia: "Esos policías pensaron que éramos ilegales, que vendíamos drogas o que teníamos antecedentes. Me dijeron que les tenía que enseñar los papeles porque les salía de la polla y cuando se los entregué, el policía me dijo que saliese de mi casa y al preguntarle el motivo, sacó el extensible y empezó a darme golpes. Nos masacraron a golpes, puñetazos y patadas: ¿Ellos venían a defender a mi mujer?"

Su hijo pequeño, Carlos, también se sintió discriminado por un país al que quiere y que le acogió con los brazos abiertos, cuando llegó siendo un adolescente, gracias a que su madre logró la reagrupación familiar tras ser la primera en cruzar el charco para trabajar en el Grupo Vips en Madrid. "Cuando dejé de grabar con el móvil nos pegaron más y nos tuvimos que arrodillar", critica este joven que jugó en el filial del Rayo Vallecano.

"Creo que no sentíamos los golpes de toda la adrenalina. Nos pusieron las esposas como si fuésemos narcotraficantes, tirados contra el suelo y pisándonos la cabeza", según denuncia el veinteañero. A la Comisaría de Vallecas llegaron sobre las cuatro de la madrugada del sábado 6 de mayo y la situación supuestamente solo empeoró: "Nos negaron nuestro derecho a una llamada, llegamos en shock, ensangrentados, en pijama y descalzos".

A la mañana siguiente fueron trasladados al Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid. El juez los dejó en libertad, como investigados por un delito de desobediencia a la autoridad, y con la obligación de comparecer periódicamente. Carlos Alberto, su esposa, Sara, y sus hijos, Gerson y Carlos, salieron descalzos a la calle y lo primero que hicieron no fue buscar unos zapatos: contrataron al abogado Eduardo Muñoz Simó para ejercer acciones legales contra los policías que les arrestaron.


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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2185 en: 18 de Mayo de 2023, 01:11:42 am »
Otro día mejor esperamos a que la maten y después tiramos la puerta con los bomberos para que el cadáver se lo lleve el furgón judicial. . . nada tiene que ver este intervención con la de Lagasca, nada de nada. . .

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2186 en: 18 de Mayo de 2023, 11:30:31 am »
Es habitual que nos llamen para que el marido ebrio y agresivo duerma en el coche o para que le regañemos porque está pesado, no son conscientes de que no estamos para eso y que si denuncia un delito los agentes están obligados a actuar y no vale después decir que no lo ha dicho. Me imagino la escena que he vivido unas cuántas veces, llaman esperando algo que no podemos ofrecerle y después se ponen agresivos con los actuantes con las consecuencias que eso genera.

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2191 en: 26 de Mayo de 2023, 08:39:12 am »

Envían cartas en ambos consistorio

La Generalitat pide a Barcelona y Mataró aclarar actuaciones policiales polémicas


Una fiesta de un 'esplai' en Ciutat Vella acaba con dos detenidos, gas pimienta y heridos
Un sindicato de Mataró denuncia "brutalidad policial" contra un vecino que había aparcado mal
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 Coche de la Policía Local de Mataró
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25 de mayo del 2023. 12:42
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El Departament d'Interior ha enviado cartas al teniente de alcaldía de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, y al alcalde de Mataró, David Bote, pidiendo explicaciones por las últimas actuaciones de sus policías que han generado polémica.

En concreto, se trata de la actuación de la Guardia Urbana contra miembros de un esparcimiento en una fiesta el pasado fin de semana en el Barrio Gótico de Barcelona, donde se utilizaron las porras y el spray pimienta, y la detención por parte de la Policía Local de Mataró de un hombre acusado de resistencia y atentado a la autoridad tras aparcar el coche sobre la acera y de otra persona por intentar obstruir la actuación policial. Se difundieron vídeos de los casos en las redes.

En concreto, las cartas las firma Sònia Andolz, directora general de Administración de Seguridad, que coordina las policías locales. Andolz reclama esclarecer los detalles que han motivado las actuaciones policiales y si se ha abierto algún tipo de investigación para esclarecer los hechos.


Policía local de Mataró.
VÍDEO EN REDES
Un sindicato de Mataró denuncia "brutalidad policial" contra un vecino que había aparcado mal
En el caso de Barcelona, el Ayuntamiento ya avanzó que se había abierto una investigación interna y varios concejales cuestionaron la actuación de la Guardia Urbana. Los hechos ocurrieron cuando el 'esplai' Santa Maria del Pi del Barri Gòtic celebraba la fiesta de su 49º aniversario. Tenían autorización para celebrar un concierto, pero este tenía que finalizar a la una y media de la madrugada, ya las dos aún había ruido.

Todo ello terminó con dos detenciones por resistencia y dos agentes heridos. La Guardia Urbana utilizó las porras y el spray pimienta y el esparcimiento denuncia “violencia policial”.

En cuanto a Mataró, en las imágenes de la detención se aprecia cómo los asistentes reprochan la actuación de la policía por su contundencia, dado que el hombre se encuentra tendido en el suelo y lo retienen, y que un agente golpea con su defensa otro hombre. Todo ello en un operativo con numerosos agentes del cuerpo local, muchos de ellos con la defensa en la mano.

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En el vídeo también se siente cómo los presentes trasladan a los agentes que el hombre estaba recogiendo a su madre del bar, que sufriría Alzheimer. El Sindicat d'Habitatge de Mataró ha criticado la actuación, apuntando que, según los vecinos, la mujer también tiene problemas de movilidad, por lo que el Sindicat se ha puesto a disposición de la familia del afectado.

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2192 en: 09 de Junio de 2023, 08:01:18 am »
https://www.google.com/amp/www.capgros.com/es/actualidad/sucesos/polemica-detencion-hombre-por-policia-local-mataro_810279_102_amp.html

Un porrazo.sin razón si se ve....


El detenido en la polémica actuación de la Policía Local se querella contra el agente y el Ayuntamiento


El mataroní detenido acusa el policía que lo detuvo y el consistorio de trato degradante, lesiones, falsa denuncia y detención ilegal, a raíz del incidente originado por un coche mal aparcado
El hombre detenido por la Policía Local de Mataró en una acción muy contundente y polémica el mes de mayo pasado se ha querellado criminalmente contra el agente que lo arrestó y contra el Ayuntamiento de Mataró, por trato degradante, lesiones, falsa denuncia y detención ilegal. La Policía Local no ha valorado la denuncia puesto que todavía no le ha sido notificada, y remite a la misma versión de los hechos que facilitó después del incidente, donde acusaba el hombre de atentado a la autoridad y de resistencia a la detención. Los hechos quedaron grabados en vídeo y acontecieron virales, e incluso la Consejería de Interior pidió explicaciones al alcalde, David Bote, por la actuación policial, mientras que ERC la definió de "brutalidad policial".


El abogado del denunciante explica que la presunta víctima es un hombre de 58 años con una discapacidad psíquica del 65 %, reconocida médicamente desde el año 2006 y que, entre otros problemas, le provoca trastornos de ansiedad. El día de la detención, el 20 de mayo pasado, llevó en coche a su madre a tomar un café a un bar de la calle Antoni Capmany, algo que solía hacer habitualmente. La mujer, de 92 años, también tiene una discapacidad aguda, del 82%.


El vecino de Mataró detenido siempre seguía la misma rutina: estacionar el coche un momento sobre la acera (por lo tanto, incorrectamente), acompañar a su madre en el interior del bar, y salir para ir a aparcar el coche a una plaza adecuada, para volver después a hacer compañía a su progenitora. El 20 de mayo, cuando estaba dentro del establecimiento con la madre, un agente de la Policía Local entró, le preguntó si el coche era suyo y le reclamó que saliera para estacionarlo correctamente. Algo que, según el relato de la denuncia, el hombre hizo sin ofrecer ninguna resistencia, una versión contraria a la que manifiesta la Policía.

Al salir a la calle, según la versión del detenido, había varios agentes más, y uno de ellos le comunicó que le haría la prueba de alcoholemia. El abogado del detenido señala que en este momento el hombre empezó a ponerse nervioso, fruto de su condición médica, pero constata que en ningún momento insultó, agredió o se puso violento con los agentes. El hombre, siempre según su testimonio, hizo la prueba de alcoholemia hasta tres veces, siendo erróneas las dos primeras (fruto del nerviosismo, señala) y negativa la tercera, según su relato.


La versión de la Policía Local es muy diferente. Según el atestado policial, el hombre salió del bar increpando a los agentes, y se negó a completar la prueba de alcoholemia que le solicitó la policía, haciéndola erróneamente las tres veces que la inició. Esta prueba se le pidió a raíz del hecho que estaba a punto de coger el coche y su estado alterado podía deberse de a la embriaguez. El hombre, según el cuerpo policial, acompañó la negativa con disturbios y con una presunta agresión a uno de los agentes, tal y cómo recoge el atestado.

A partir de este momento se suceden los hechos que sí quedaron grabados en vídeo y que desataron una gran polémica. El hombre es reducido en el suelo de manera muy contundente por un agente, que es quien ha acabado siendo denunciado. Le presiona la cabeza contra el suelo durante un rato, mientras la gente del cercando le recrimina que se está excediendo. El policía intenta esposar el hombre, que se resiste y grita pidiendo ayuda. Un segundo individuo intenta frenar el policía cogiéndolo del brazo, algo que hará que también acabe detenido. El agente reclama apoyo policial y de inmediato se presentan en la zona otros vehículos de la Policía Local. Más agentes rodean al hombre, que finalmente se llevan detenido.

El denunciante, según su propio testimonio, fue trasladado a un centro médico de Mataró, donde no se le realizó ningún control de alcoholemia y donde el médico le hizo un parto de lesiones, en el cual también acreditó que sufría un ataque de ansiedad. Posteriormente fue llevado la comisaría de la Policía Local, donde fue dispuesto en la celda de detenidos pasadas las 4 de la tarde y no salió, asegura, hasta la medianoche, sin entender por qué se postergó tanto la detención. Según la denuncia, la duración de esta detención es "de dudosa legalidad". Hacia las 12 de la noche fue trasladado a las dependencias de los Mossos d'Esquadra, donde se le solicitó un abogado de oficio. El hombre se negó a declarar y fue puesto en libertad al cabo de poco rato.

No fue hasta después de 11 días más tarde, el 31 de mayo, que recibió una citación para declarar en los juzgados de Mataró, en base a un atestado de la Policía Local donde se señala que el hombre agredió un agente del cuerpo policial en los hechos del día 20. El denunciante insiste que en ningún momento agredió ni insultar ningún agente, y que por lo tanto esta denuncia es falsa, a pesar de reconocer que se puso nervioso y que les recriminó la dureza de su actuación. Su abogado lamenta que los agentes implicados en la actuación no supieran detectar que se trata de una persona con una situación de discapacidad evidente, y que lo confundieran con una posible situación de embriaguez.

El hombre asegura que sufrió varias lesiones durante la detención, las más destacadas en las muñecas, que le quedaron en carne viva debido a la fuerza con la cual fue esposado por el agente a quien ha denunciado. La Policía Local considera, pero que las heridas se corresponden a la resistencia activa a la detención. Además, el vecino lamenta la situación de desamparo en la que, según él, quedó su madre, anciana, discapacitada y con problemas de movilidad, a quien la policía habría dejado sola durante horas en el bar sin atención mientras se llevaban a su hijo detenido. Según la denuncia, una vecina tuvo que acompañarla a su casa.

El hombre puso todos estos hechos en conocimiento de su abogado. A pesar de que él mismo había presentado una primera denuncia de manera individual a través de los Mossos d'Esquadra, con su representante legal finalmente han decidido interponer una querella criminal contra el agente de la Policía Local que lo detuvo, y contra el consistorio mataroní como responsable civil subsidiario. En concreto se solicita la apertura de un procedimiento penal por trato degradante del policía, por lesiones, por falsa denuncia del cuerpo policial y también por detención ilegal.

La policía remite a su versión de los hechos
La Policía Local todavía no ha sido notificada de la presentación de la denuncia por parte del juzgado de Mataró, y ante este hecho, a consulta de Capgros.com, no ha entrado a valorar la misma. En este sentido, remiten a su versión de los hechos recogida al atestado y facilitada a los medios de comunicación después de la detención, puesto que consideran que hoy por hoy no hay ninguna prueba ni ningún elemento nuevos que la contradiga. Es decir, que se produjo una infracción de tráfico, que el propietario del vehículo se negó a hacer la prueba de alcoholemia, que increpó y agredió al agente, y que se resistió a su detención. En esta misma línea, por ahora el cuerpo policial ha descartado abrir un expediente al policía denunciado, puesto que consideran que su actuación se adecuó al marco normativo que rige a las policías locales.

La actuación policial, en todo caso, provocó un gran alboroto, siendo difundida en la mayoría de medios estatales y generando un encendido debate a las redes sociales. ERC, partido a la oposición, condenó los hechos y los describió como 'brutalidad policial'. La consejería de Interior, también en manos de ERC, mandó una carta al alcalde David Bote reclamante explicaciones por la actuación del cuerpo policial mataroní. Ahora, después de que con toda probabilidad el juez admita la denuncia a trámite, el caso se tendrá que acabar resolviendo en los tribunales.


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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2193 en: 14 de Junio de 2023, 08:08:20 am »
Juanjo Zubiria, amigo de Ion Aranburu: “Nosotros solo íbamos a comer a Soria y a disfrutar con un amigo”

Este lasarteoriatarra, que acompañaba al donostiarra que se debate entre la vida y la muerte tras una agresión de ultras fascistas el pasado 27 de mayo, denuncia la inacción de la policía



En el fútbol, como en la vida, te pueden ocurrir cosas inesperadas terribles. Esto es lo que le ha sucedido a un donostiarra Ion Aramburu (48 años), que se debate entre la vida y la muerte después de sufrir una cobarde agresión fascista sin mediar la más mínima provocación. Le pasó a él, como le pudo pasar a cualquiera. Si a Aitor Zabaleta le asesinaron a las puertas del Calderón por ser de la Real, con este antiguotarra han ido aún más lejos, ya que han intentado acabar con su vida por el mero hecho de estar en un bar en los aledaños de Los Pajaritos de Soria antes de un Numancia-Cornellá. Lo más terrible es que ni ha trascendido, ni hay detenidos, ni ha tenido repercusión en los medios locales ni estatales, ni la policía ha emitido un atestado ante la tremenda magnitud del terror vivido en las calles de la capital castellana el sábado pasado 27 de mayo. NOTICIAS DE GIPUZKOA ha recogido el dramático testimonio de Juanjo Zubiria, el amigo que acompañó a Ion desde Donostia: “Ion es íntimo amigo mío de toda la vida y me dijo: Me ha llamado Alex, que trabajó con él muchos años y que se echó una novia en Cataluña y se fue a vivir allí. Qué casualidad que van a jugar a dos horas de aquí, en Soria. Ion lo que quería era ir a visitarle y estar con él. Le comentó que se jugaban el descenso a un partido, son dos horitas, por qué no venís y os conseguimos un par de entradas. Le contesté que para que no vayas solo, te acompaño. Vamos, comemos allí y nos volvemos. Fuimos en mi coche y todo, porque él tiene una furgoneta de reparto con la que trabaja. Cuando llegamos nos llamaron y nos dijeron que su autobús se iba a retrasar un poco. Estuvimos haciendo un poco de tiempo ahí, al lado del campo y cuando aparecieron decidimos ir a tomar algo a un bar que estaba a 50 metros de Los Pajaritos. Ya eran las 16.30-17.00 horas y el partido empezaba a las 19.30 horas. Cuando llegamos al bar había mucha gente de Soria, como puede haber en Amara o en cualquier lado. La mayoría de los aficionados del Cornellá eran familias, también gente muy normal. Fue un autobús y creo que no estaba ni lleno. Padres, chavales, jóvenes, parejas, gente mayor… Un hombre de unos 70 años que luego lo pasó fatal”.

El ambiente era magnífico con dos aficiones que no tardaron en entablar conversaciones: “Con las típicas bromas y vaciles incluso como qué, firmamos un empate que así nos podemos salvar los dos?’ El típico cachondeo, que además a nosotros en realidad nos daba bastante igual el partido”.

Todo se torció en un momento: “Nos habíamos tomado una o dos cervezas, como mucho, y de repente, de la nada, porque algunos dijeron que bajaron de un autobús que yo no llegué a ver, empezó a llegar gente con piedras, botellas, empezaron a coger todos los taburetes y a tirarlos contra todo el mundo. Lo que nos salió fue meternos en el bar y Ion, no sé si porque se formó un tapón o le salió, Ion intentó escapar corriendo hacia la otra punta de la calle y es cuando le siguieron y aparecieron por el otro lado porque era una encerrona planificada. Yo ya lo siguiente vez que le vi estaba inconsciente en el suelo”.

Juanjo deja muy claro que le tocó a Ion por una mera cuestión de mala suerte: “No llevaban ningún distintivo. Algunos con camisetas rojas, otros de negro y algunos con la cara tapada y otros ni eso… Al cabo de un rato llegó la policía y desaparecieron. Fueron muy pocos minutos. Aparecieron y desaparecieron con la misma rapidez. Lo tenían todo bien planificado. Imagino que Ion no logró entrar en el bar y al darse cuenta de que venían de arriba, se escapó para el otro lado y le cazaron los que subían. A los únicos que pegaron bien fueron a Ion y a otro chico que en un vídeo se ve como le dan patadas mientras está en el suelo, pero que pudo escaparse. Fueron a cazar al único que se salió del bar. Ion no llevaba ningún distintivo de nada, una simple camiseta azul. Nada de la Real, ni del Numancia, ni del Cornellá. Nada de nada. Nosotros íbamos a comer y a estar con su amigo, con el que había trabajado muchos años. Ion decía que no quería ir solo y yo me animé para acompañarle”.

https://twitter.com/esRadio_CyL/status/1662568257553833989?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1662568257553833989%7Ctwgr%5E7d6abb9e7c7d89110bbbe1673a7f9824a77141b8%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.noticiasdegipuzkoa.eus%2Freala%2F2023%2F06%2F13%2Fjuanjo-zubiria-amigo-ion-aranburu-6924042.html

Ni en el peor de sus pesadillas se puedo imaginar la estremecedora escena que se encontró tras la tormenta: “Yo no sé lo que sucedió en el intervalo en el que perdí de vista a Ion. No vi la agresión. Pero tiene una rotura en la base del cráneo atrás y él cae a plomo. Eso significa que le han dado con algo por la espalda. Eso es lo que me dijo el médico. Yo salí del bar cuando se había tranquilizado la cosa y de repente me empiezan a decir es Ion. La Policía Nacional tenía a uno detenido y a mí me vino a la cabeza que era él. No entendía nada, porque yo le miraba y no era Ion. Llevaba un pañuelo que le tapaba la cara y tenía unas letras grabadas en su jersey de capucha. Fue cuando me dijeron no, que Ion está ahí inconsciente. Entonces salí corriendo y estaba ya la Policía Nacional con él. Había un chaval que estaba todo manchado de sangre y una chica. Luego me dijeron que era secretas. No me dejaban pasar, pero le comenté que era mi amigo. Me pidieron su documentación y les dije que la tendría en la bolsa que llevaba Ion. Luego me pidieron que me quedaba con sus pertenencias y así lo hicieron constar en el acta. Les comenté que sin problema".

La actuación de la policía antes, durante y después del ataque no convence a nadie: “La policía me identificó a mí y de momento esperando a que me llamen para testificar. Yo le pregunté a un agente: ¿me podéis explicar, cómo puede ser que en un partido en el que se juegan un descenso haya un coche patrulla y no haya un dispositivo de seguridad? Su respuesta fue no estamos solo para el fútbol, tenemos una carrera ciclista. Le dije, vale, no voy a discutir’. Luego vino uno de paisano que probablemente era el comisario que se encarga de la seguridad y me preguntó que dónde tenía el coche; cerca del estadio, y me comentó ya más tranquilo, yo te voy a acompañar por si acaso te vuelven a venir. Cuando íbamos hacia el campo, me preguntó ¿cómo ves a tu amigo?’, yo le dije que no sabía, que el de la ambulancia me acaba de decir que le iban a trasladar, no tengo ni idea, ¿le has visto mal?’, bueno, tenía los ojos en blanco y estaba sangrando de los oídos (habitual señal de que tiene fractura de cráneo) y me dijo creo que tenía un golpe duro. Fue cuando cogí mi coche y me fui al hospital. Estuvimos esperando allí unos 40 minutos”.


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La demora se hizo muy dura "Nos fuimos al hospital y claro, no éramos ninguno familia y la médica nos dijo que no podíamos entrar. No sé si me vio más nervioso o qué, que me dejó pasar a mí solo. Me metieron en el box en el que le tenían ya todo entubado y me dijo: no hay buenas noticias, tiene rotura de cráneo y de un hueso del oído y le tenemos que inducir al coma. Está semi inconsciente y su situación es muy grave y le llevamos a llevar a Burgos porque aquí se nos escapa de las manos”.

Los galenos en Soria tenía muy claro cómo le tuvieron que golpear: “Luego salió otro médico y me dijo tiene fractura en el cráneo y a mí me comentó que tenía cuatro hematomas. En base a mi experiencia, esto le han pegado con algo contundente y duro y ha caído inconsciente a plomo, que es donde se hizo las heridas en la cara”.

Por increíble que parezca, la Policía Nacional solo detuvo a dos personas y en ese momento, a una: “Por lo que sabemos y hemos leído, hubo una detención en el momento, el chaval que vi, y luego por la noche detuvieron a otro pero debió ser por otros incidentes. En el atestado pone que hay un policía herido por los incidentes de la noche. Cuando la familia de Ion presenta el parte de lesiones es cuando se monta un poco de revuelo. Para ellos es como si no hubo un parte de actuación. Pero bueno, si fue una ambulancia debería haber un parte como mínimo”.

Juanjo confía y espera en que estén trabajando para detener a los autores, porque lo hicieron a plena luz del día y en mitad de una de las calles que conducen a un estadio que ha albergado encuentros de Primera División: “Me han llamado varias veces y me han pedido a ver si puedo ir a declarar a Soria y al final me dijeron que podía hacerlo aquí. Deben tener vídeos y fotos. Pero no sé nada más, estoy esperando la notificación. Tienen que haber grabaciones. Hay más denuncias, algo que me parece normal porque destrozaron el bar al lanzar taburetes de los altos contra los cristales. Y había muchos niños, a los que la gente se puso en medio para protegerles. Imagino que estarán con un shock tremendo y que no querrá volver al fútbol en su vida, por lo que sus padres supongo que también denunciarán. No me olvido del pobre señor de 70 años que se puso al fondo del establecimiento como pudo...”.

Para más inri, poco a poco se fueron enterando que ultras del Numancia y de Leganés había organizado una quedada en las horas previas de las que constan testimonio gráfico: “Cuando estábamos allí, nos dijo un municipal es que había una capea. Luego la Policía Nacional nos reconoció que había habido esa capea y que iban en un autobús, que puede que igual ni entraran en el campo, pero que se les puede y debe controlar. A esa capea de la que tenemos fotos fueron ultras del Numancia y del Leganés. También han comentado que del Zaragoza, nosotros no tenemos ninguna confirmación. Lo del Leganés lo sabemos porque el detenido tenía escrito en la sudadera Guetto 28-Ultras Leganés. La Policía sabía que había esa capea. También se comentó que habían bajado con palos y algún bate, pero yo no los vi y estaban a cinco metros. Incluso la afición del Cornellá cuando se enteró de que podía haber problemas habló con el responsable de seguridad, que en 1ª RFEF no debe ser obligatorio que viaje, y le pidieron que les dejara entrar en el campo porque estaban preocupados”.

Aunque todos los presentes se quedaron en estado de shock, los medios locales no le dieron ninguna cobertura a lo acontecido: “La prensa de Soria informó de que hubo una pelea y que se saldó con un herido. No ha salido más”. Juanjo insiste en que la paliza no tuvo nada que ver con los colores, fue intentar matar por intentar matar: “No es por un escudo, como le sucedió a Aitor, ni por ir al fútbol. Insisto que la idea era ir a comer y estar con su amigo, y este le convenció para que entrara al campo”.

En pleno trauma por lo que estaba viviendo, Zubiria todavía tuvo que tragar más saliva: “Lo que más rabia me dio fue que cuando volvía del hospital a mí me volvieron a identificar, porque era de Donosti. La Policía Nacional lo único que decía era este es de Donosti. Yo ya les contestaba no te equivoques, que yo he venido a una comida y a visitar a un amigo y mi colega con el que he venido está en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte. Lo único que les importaba era que fuese de Donosti. Les dije haced lo que queráis, pero rápido porque me voy a Burgos. Miraron a ver si tenía antecedentes y me dejaron ir. Es más, yo aparqué en la acera y los antidisturbios salieron de repente corriendo como hacia el campo y yo estaba asustado por si era por mí, pero no sé si hubo más incidentes en ese momento”.

Juanjo defiende a capa y espada y con insistencia que Ion no hizo absolutamente nada: “No se encaró ni nada, lo único que intentó fue huir. Fue un ejercicio de supervivencia, vio que venían y salió corriendo. Es el típico chaval que ve una bronca y se va por otro lado. Hasta en el colegio era así. A él lo que le gusta ir a Anoeta con sus dos críos. Siempre decía a mí me gusta el fútbol y la Real”. Los que le conocen bien dicen que no se puede ser más txuri-urdin que Ion, que como mucho empata.

La familia y los amigos de Ion exigen justicia y no van a parar hasta lograr que se den con los malnacidos delincuentes que si siguen en la calle volverán a intentar matar por cualquier motivo que se les ocurra: “Si no se mueve nada desde aquí esto se queda en stand by, como si no ha sucedido nada. Es como si ya se ha olvidado. Me parece muy grave, se está debatiendo entre la vida y la muerte y nadie dice nada. Es muy fuerte, porque le intentaron rematar y le salvó la vida un chaval punky, un héroe, que luego nos enteramos que solo tiene 17 años. En los vídeos de la agresión no se ve a ningún policía y en las fotos que circulan de la capea pueden reconocer perfectamente quienes son”. Para lograrlo, han convocado una concentración el jueves 15 a las 20.00 horas en la plaza Gascuña del barrio del Antiguo. Justicia para Ion y todo el ánimo en su lucha por salvar la vida.

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2194 en: 16 de Junio de 2023, 07:41:51 am »
https://twitter.com/naiz_info/status/1669441777017802763

Además, han criticado la «inadecuada» actuación policial para un evento deportivo como el partido de fútbol entre el Numancia y el Cornellà, «con tan solo un coche patrulla». El propio testigo de la agresión interpeló a los agentes por ellos, al que contestaron que «no estamos solo para el fútbol, tenemos una carrera ciclista.

https://www.naiz.eus/eu/info/noticia/20230615/una-concentracion-reclama-en-donostia-justicia-para-ion-aranburu-victima-de-un-ataque-fascista

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2196 en: 22 de Junio de 2023, 07:25:45 am »
Crítica a la Policía Local de Puerto Real en Facebook y le responden con una sanción en un comentario


Redacción NIUS
Cádiz
21/06/2023  17:38h.



.NIUS

La Policía Local de Puerto Real era miembro del mismo grupo de Facebook donde escribía el usuario

La multa por faltas de respeto y consideración a un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es entre 100 y 600 euros

Qué peligros tiene el metaverso

Todo comenzó a raíz de un comentario en Facebook. Una denuncia anónima se quejaba de la tardanza de la Policía Local de Puerto Real a la hora de acudir a una pelea entre jóvenes. "La policía ha llegado una hora más tarde", se lamentaba el autor del comentario, sin identificar.

La publicación recibió numerosas respuestas, entre ellas las del usuario R.D. "Después se ponen medallitas los locales en su Facebook haciendo nada, pero para estas cosas, kakita. No es nada nuevo", escribía sin saber que la Policía Local iba leer su comentario.

Tres horas después llegaba la respuesta en forma de multa. "Buenas, nosotros ni nos ponemos medallitas ni nos hacemos kakitas como usted dice. Se cumplimentará acta por infracción LO 4/2015 Protección de la Seguridad Ciudadana", decía la Policía Local a través de su perfil oficial de Facebook. "Si desea copia se pasa por Jefatura de Policía Local", terminaba la publicación.

La Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como Ley Mordaza, recoge como infracción leve “las faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, estableciendo para ello sanciones que van entre los 100 y los 600 euros.

El usuario presuntamente denunciado respondía a la Policía también a través de Facebook tan solo unos minutos después sin llegar a creerse lo que estaba leyendo. Más tarde, en una nueva publicación, R.D. ha defendido su derecho a la libertad de expresión, aunque añadía: "No digo más no vaya a ser que se levante Franco".

A raíz de la denuncia, la respuesta del resto de usuarios no se ha hecho esperar con algunos comentarios que califican de exagerada la actuación de la policía. Otros en cambio aseguran que no pueden denunciarle porque su perfil de Facebook no es una identificación oficial. Sin embargo, las direcciones de IP de cada usuario son únicas y también pueden servir a los agentes para identificar a las personas.

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2197 en: 11 de Julio de 2023, 07:05:33 am »

La Policía de Almeida disuelve una charla vecinal sobre la crisis climática

Historia de Elena Ortuño Vidal • Ayer a las 14:06

La Policía Municipal de Madrid, cuerpo bajo el mando del Gobierno de José Luis Martínez Almeida, irrumpió la tarde del pasado 8 de julio en una charla que la Asamblea Popular de Carabanchel organizó acerca de la crisis climática. Según los organizadores, los agentes amenazaron con sancionar y detener a los asistentes a la reunión si esta no se disolvía inmediatamente.

Jorge Aranda, participante que intentó mediar con los agentes el pasado sábado, ha asegurado a Público que la Policía Nacional pasó varias veces por la plaza y que no hubo ningún problema. En cambio, ha afirmado que la Municipal paró el coche y se bajó. "Dijeron que la charla se tenía que acabar porque no habíamos pedido permiso para reunirnos", ha recordado.

El artículo 21.1 de la Constitución Española reconoce la libertad de reunión y especifica que "el ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa". La carta magna recoge además que solo se requerirá un aviso previo a las autoridades en caso de que la reunión se realice en lugares de tránsito público y manifestaciones, un permiso que no solicitaron.

A su vez, la ley también detalla que la autoridad solo podrá prohibirlas "cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes". En esa línea, Aranda afirma que la convocatoria del sábado solo se trataba de "una reunión pacífica de 30 vecinos en un parque hablando sobre la crisis climática".

Por estas razones, la asociación vecinal ha criticado laidea de libertad del Ayuntamiento de Madrid: "Esta es la democracia que tenemos. Solo saben reprimirnos".

Público se ha puesto en contacto con la Policía Municipal de Madrid para conocer su versión de lo sucedido, pero no ha podido obtener información sobre su intervención.

Por su parte, los afectados han asegurado que el desalojo lo iniciaron dos policías que llevaban un parche en el hombro con la inscripción "Mateo 7;7: Pedid, y se os dará". Antes de llamar a otros agentes como refuerzo, la organización recordó su derecho a reunirse libremente, a lo que ambos respondieron que "la ley eran ellos".

Según la Asamblea, en el centro del trozo de tela que portaban cosido al uniforme, aparecía un antidisturbios pegando con una porra a alguien que no entraba dentro del encuadre. "Les preguntamos cómo podrían llevar en la ropa un símbolo que incitaba a la violencia. Respondieron metiéndose con nuestras camisetas", ha afirmado Aranda. La asociación se hizo así una idea de la preocupación de los agentes por "servir a las personas" y de su relación "con el uso de la violencia y el respeto a la sociedad".

La convocatoria, celebrada en la plaza de Oporto del distrito de Carabanchel, se decidió a raíz de la evidente expansión de la crisis climática. En un contexto de avance de la ultraderecha y de un Partido Popular que compra las proclamas negacionistas de Vox a las puertas del 23J, la Asamblea se planteó dar una charla acerca de las posibles soluciones que podían desacelerar el problema.

"El cambio climático es más evidente que nunca, estamos lejos de revertirlo y aún hay negacionistas que lo niegan y quieren que nada cambie. Hay que modificar nuestra forma de vivir, consumir y producir para tratar de revertirlo", anunció la asociación en su llamada por redes sociales, un día antes de que tuviera lugar el encuentro.

No es el primer altercado que la Asamblea del 15M mantiene con los municipales. "En general, en los 12 años que llevamos reuniéndonos, no ha pasado prácticamente nada. Los problemas han llegado esta primavera", ha señalado Aranda.

La Policía madrileña multó a dos personas por repartir hojas que llamaban a una manifestación en la calle. Después de que la noticia fuera publicada por distintos medios y de que la asociación lo denunciase, el cuerpo municipal tuvo que retractarse y afirmar que había sido "un error".

En mayo, la Policía volvió a multar a varios vecinos por desobediencia al agente de la autoridad en el ejercicio de sus funciones. "Fue durante la consulta ciudadana por la sanidad pública. La Municipal nos amenazó con sancionarnos si no las retirábamos. Nos aplicaron la ley mordaza", denuncia Aranda. Según afirma la asociación, tenían el permiso de la junta municipal del distrito, por lo que se negaron a retirarse.

"Tenemos tres multas pendientes desde hace dos meses. Hubo vecinas, señoras mayores, a las que asustaron mucho", ha insistido Jorge Aranda. La Asamblea Popular de Carabanchel siguió atendiendo sus mesas durante toda la semana. No hubo más problemas porque se "plantaron" ante las autoridades, con el permiso en la mano.

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2198 en: 11 de Julio de 2023, 19:50:31 pm »
La PMM en su gran mayoría son devotos de Vox y por tanto negacionistas del Cambio Climático.

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Re: Críticas a una actuación en particular
« Respuesta #2199 en: 12 de Julio de 2023, 07:57:18 am »
Un joven marroquí denuncia una agresión policial durante la celebración de la victoria de Marruecos contra España en el Mundial


Omar iba a su centro de trabajo en Granada cuando varios agentes lo redujeron, inmovilizaron en el suelo y le propinaron una patada, según su denuncia y un vídeo; ha registrado un recurso de amparo ante el Constitucional después de que las distintas instancias judiciales hayan archivado su caso

Video:

https://www.eldiario.es/desalambre/joven-marroqui-denuncia-agresion-policial-durante-celebracion-victoria-marruecos-espana-mundial_1_10369909.html

Youssef Ouled
11 de julio de 2023 22:42h
Actualizado el 12/07/2023 05:30h

Acababa de finalizar el partido entre España y Marruecos en la fase de octavos de final del Mundial de Qatar el 6 de diciembre de 2022. Varios aficionados se concentraban en el centro de Granada para celebrar la victoria de la selección marroquí, cuando Omar (nombre ficticio) se dirigía una noche más en patinete eléctrico a su centro de trabajo. El segundo turno de este joven marroquí comenzaba a las 20:30 horas. El hombre no tenía nada que ver con la multitud de personas que a esas horas ocupaba la calle para festejar la clasificación de su equipo pero, según ha denunciado, fue “violentamente” reducido, retenido y posteriormente agredido por la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional en un dispositivo de seguridad desplegado durante las celebraciones.

Unos días después, Omar llevó su caso a los tribunales con el apoyo de la Asociación por los Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ante un posible delito de lesiones, torturas y detención ilegal por los agentes de la Policía Nacional. La causa ha sido archivada en los juzgados de instrucción de Granada y, posteriormente, por la Audiencia Provincial, por lo que la ONG ha registrado esta semana un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC). Según la defensa del denunciante, el carpetazo se ha producido sin practicar ninguna de las diligencias de investigación solicitadas.

La denuncia, a la que ha accedido elDiario.es, señala que, cuando pasó por una zona de Granada “en la que se produjeron algunos altercados al final del partido de fútbol”, dos agentes “le empujaron contra el suelo y le golpearon con la porra en repetidas ocasiones en piernas, tobillos, espalda y hombros”. Lo hicieron, añade el escrito, “sin causa justificada y abusando de su cargo”.

Mientras los agentes lo tenían retenido en el suelo, otro agente “aprovechándose de la situación de inmovilización” en la que se encontraba, le “lanzó una patada en el lado izquierdo de la cabeza de manera absolutamente innecesaria e injustificada”, según el testimonio del denunciante recogido en el escrito, cuyo relato coincide con un vídeo presentado como apoyo a la denuncia.

Retenido en el suelo “hasta 15 minutos”

La actuación fue presenciada por varias personas, presentadas como testigos y tres vídeos muestran una parte de los hechos. En uno de ellos, el joven aparece inmovilizado en el suelo sin mostrar resistencia cuando un tercer agente le propina lo que parece una patada. El hombre fue sancionado con 601 euros en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana (Ley Mordaza) por “desobediencia a los agentes de la autoridad”. En las otras imágenes, el denunciante aparece en actitud tranquila y, aparentemente, colaborando con los agentes.

Aún retenido en el suelo, postura en la que según la denuncia permanece hasta 15 minutos, Omar indica a los agentes que debe irse a su puesto de trabajo. A lo que uno de los agentes responde: “¿De qué trabajas tú, moro de mierda?”, según recoge el escrito. Como no portaba su documento de identidad, fue trasladado a dependencias policiales con el objetivo de identificarle. Mientras los agentes le introducían en el coche patrulla, uno de ellos le dijo: “Esta noche vas a dormir en el calabozo caliente”, siempre atendiendo a la denuncia y al posterior recurso presentado ante el Constitucional.

En las dependencias policiales, los agentes contactaron con la persona encargada del centro de trabajo de Omar, quien confirma su identidad y su versión de los hechos. Por ello, los mismos agentes son quienes trasladan al joven en un coche patrulla hasta su centro de trabajo.

Al día siguiente, finalizada su jornada laboral, acude al Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de la Chana donde la facultativa señala varias lesiones entre las que se encuentra una herida de dos centímetros en maléolo tibial izquierdo, un hematoma en pabellón auricular izquierdo (a consecuencia de la patada en la cabeza denunciada), dos erosiones lineales en glúteo izquierdo y un dolor en el costado izquierdo que le provoca dificultad para apoyar el pie izquierdo. En un principio, se le prescribe ibuprofeno pero, ante la persistencia del dolor por las lesiones, acude ese mismo día al Hospital Universitario Virgen de las Nieves. En el área de Neurotraumatología y Rehabilitación se le prescribe amoxicilina. Varias fotografías, a las que ha accedido este medio, muestran una serie de hematomas.

Ante estos hechos, a lo largo del procedimiento la defensa solicitó la identificación de todos los agentes involucrados y la realización de un informe médico-forense y psicológico conforme al Protocolo de Estambul, que establece las directrices básicas dirigidas al personal médico sobre cómo realizar la exploración física y psicológica, e informes sobre los hechos denunciados y las lesiones constatadas en denuncias de torturas. Ninguna de estas diligencias fue atendida por la Audiencia Provincial.

“Fuerza mínima imprescindible”

En respuesta a la denuncia, el 6 febrero de este año el juzgado de Instrucción número 6 de Granada ordenó el sobreseimiento provisional y el archivo de la causa debido a que el magistrado considera que “no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo a la formación de la causa, pues del visionado de los videos no resulta agresión alguna hacia el denunciante”.

Tras este auto, la defensa presenta un recurso de reforma denunciando la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en conexión con el derecho a no ser sometido a tortura ni a tratos inhumanos o degradantes. Para ello, apoya su exposición en las pruebas presentadas (partes y fotografías de las lesiones, así como las pruebas de vídeo). La defensa cuestiona “la falta” de argumentación en el archivo del caso. Según el letrado del denunciante, el auto no razona “por qué no se lleva a cabo una investigación efectiva sobre la totalidad de los hechos denunciados”. Menciona también “deficiencias” en la instrucción, puesto que el magistrado basa su decisión en el visionado de unos videos que, a juicio de la defensa, muestran lo contrario de lo indicado en el auto, mientras se da veracidad únicamente a lo recogido en el atestado policial.

El 3 de marzo, el mismo juez desestima el recurso de la defensa pues da por hecho que, en caso de haber sido golpeado cuando estaba inmovilizado en el suelo, sería debido a una supuesta falta de colaboración con los agentes no acreditada más allá que por lo descrito en el atestado policial. “Si en ese momento se produjo alguna lesión al denunciante, lo fue ante su conducta obstativa a colaborar con los agentes, quienes, se vieron obligados a utilizar la fuerza mínima imprescindible para poder ser trasladado a Comisaría a efectos de identificación”, sostiene el magistrado. En contra de la versión del denunciante y de la defensa, el juzgado consideró que en las imágenes no se observa falta de proporcionalidad por parte de los agentes de policía sino más bien un uso de la “fuerza mínima imprescindible”, ocasionada en todo caso por la actitud del denunciante.

Recurso ante el Constitucional
“El Juzgado de Instrucción realiza una valoración de la prueba absolutamente irracional porque una patada en la cabeza por parte de un agente de policía a una persona inmovilizada no puede interpretarse como un uso mínimo imprescindible de la fuerza”, señalan desde APDHA en relación a este auto. El siguiente recurso, presentado ante la Audiencia Provincial de Granada, la defensa recuerda el caso de López Martínez, por el que  España fue condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por la violación del artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que establece que “nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes”. Desde la organización aseguran que la Justicia estaría actuando de manera semejante, por “no llevarse a cabo una investigación efectiva, no identificar e interrogar a los policías implicados, ni evaluar la proporcionalidad de sus acciones respecto a un caso de uso desproporcionado de la fuerza por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.

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En respuesta a las alegaciones de la defensa, el 31 de mayo, la Sección primera de la Audiencia Provincial de Granada desestima el recurso de apelación. Este último auto se centra en la tramitación formal de la denuncia.

Esta semana la APDHA ha presentado un recurso de amparo ante el Constitucional con el fin de “anular las resoluciones judiciales impugnadas, retrotrayendo las actuaciones al momento de la interposición de la denuncia”. Al mismo tiempo, el denunciante solicita que se dicten órdenes “más respetuosas con el derecho a la tutela judicial efectiva y a no sufrir tortura ni tratos inhumanos o degradantes que permitan continuar con la investigación y, eventualmente, el enjuiciamiento de los hechos que dieron origen a esta demanda”.