. . . la cuestión es que ideologías tienen detrás, entre otras cosas, concepciones sociales y modelos productivos, la derecha es conservadora en su concepción social de la sociedad, donde niegan la igualdad de oportunidades y donde impera, entre otras cosas, la desigualdad y la estratificación social como modelo social, donde los diferentes estratos sociales son rígidos e impiden la movilidad social, todo ello basado en teorías noeliberales de los mercados, donde lo que no está en el mercado no existe, donde la igualdad y la justicia social quedan supeditadas a los diferentes intereses económicos, resulta extraño pues, que ante este proyecto ideológico, pueda haber obreros que voten y apoyen un partido conservador que en sus propuestas lleva conceptos que van en contra de sus propios intereses, esa es la paradoja y ese es el arte de los partidos de derechas, el aparecer ante sus votantes como lo que no son para conseguir que, precisamente los obreros, voten y den la confianza a personas que no solo no les representan, sino que representan intereses contrarios a los suyos, por el contrario las FFyCCS garantizan el libre ejercicio de los derechos y las libertades, por lo tanto nada debería de tener de extraño que mantengan ideologías progresistas puesto que precisamente la defensa de los derechos y las libertades individuales son el origen de estos partidos, que además, propugnan,entre otras cosas diferentes modelos productivos más justos y solidarios, donde la justicia social impere para que no sea la estratificación social una barrera a las oportunidades . . . por lo tanto, por qué se asocia policía y derecha? ? ? . . . por qué históricamente la policía ha aparecido más bien como el brazo ejecutor de estos partidos? ? ? . . . volvemos a la "calle es mía" . . . miedo, es lo que tiene la derecha a la calle y a la respuesta que de la ciudadanía a los recortes y por eso es extraño que haya obreros de derechas mientras que es normal que haya policías ejecutores de políticas conservadoras que no quieran que la calle sea un lugar de reivindicación . . .