"No soy partidario del centralismo, creo que la identificación de Madrid con España es un error enorme que genera regionalismos, sin embargo debe existir una idea clara donde la descentralización administrativa y cierta autonomía se conjuge con un país muy cohesionado para que el Estado pueda adoptar decisiones que afecten a todos por igual en el ámbito económico, social... Los nacionalismos son el principal problema de España, no tengo duda."
Del mismo modo que la identificación de España con Madrid puede generar nacionalismos la identificación de España con el español también. Yo soy gallego-hablante y que me digan que mi idioma está poco menos que "consentido" me jode un poco porque me hace sentir ciudadano de segunda. A Rosa la he visto en la manifestación de los para mi, radicales de Galicia Bilingüe que de Bilingües no tienen nada.
El país debe estar todo lo cohesionado que los españoles en general pero también los de determinadas zonas en particular deseen.
Tampoco tengo claro que las decisiones que se toman a nivel central afecten a todos por igual. Cuando España entró en la antigua CEE fue considerada un país mediterraneo y en consecuencia, en la asignación de cupos de producción agrícola, en el marco de la política agraria común, fueron favorecidos sectores como el girasol o los cítricos. Pero es que de eso en Galicia no tenemos, en cambio tenemos mucho ganado vacuno que tuvimos que vender pues ese tipo de producción fue asignado a países como Francia o Países Bajos.
En cambio el Nacionalismo central tiene muchos problemas. El primero es que el centralismo siempre fortalece a más fuerte (el ejemplo es París, en Francia); el segundo es que cuanto mayor es la distancia entre el lugar en que se toman las decisiones menor es el empoderamiento de los ciudadanos, menor capacidad de participación y menor sentimiento de que sus decisiones influyen o son tenidos en cuenta por el poder central.
Este nacionalismo central tiene los defectos de los nacionalismos en general y habría que sumarles los de la difuminación del sentido de participación de los ciudadanos que tienen más la sensación de asistir a los acontecimientos políticos que de participar directamente en ellos. Un caso elocuente es el de la UE.
Adjunto un enlace del último IDH de la ONU. En la pag. 57 el recuadro habla de la descentralización; en la 58 de la descentralización en Nepal; en la 119 de la participación directa de los indios en asuntos locales; en la 121 de los avances en IDH de Etiopía.
http://hdr.undp.org/en/media/HDR_2010_ES_Complete_reprint.pdf
Kosovo, del sueño de la independencia a la realidad del paro y la corrupción
Los kosovares acuden a las urnas desencantados con el Gobierno de Thaci
Los sondeos otorgan a su partido un 30% frente al 28% de su rival, la LDK
Los colegios electorales de Kosovo han abierto a las siete de la mañana en las primeras elecciones parlamentarias desde su independencia unilateral de Serbia.
Hace casi tres años los kosovares tomaron las heladas calles de Prístina en un estallido colectivo de alegría. La provincia serbia acababa de divorciarse por las bravas de Belgrado, pintando una nueva frontera en el resquebrajado mapa de los Balcanes y un horizonte colorido para su pueblo.
Hoy, sin embargo, el maná que prometía la ansiada independencia sigue sin llover sobre el territorio, que no ha logrado traducir las victorias políticas en triunfos económicos.
En julio el Tribunal de La Haya consagró de facto la autoproclamada soberanía en una resolución que sentenciaba que no violó la ley internacional. Kosovo ha sido reconocido, además, por buena parte de las potencias que cuentan en Occidente. Y que han regado el territorio de una ayuda internacional, entre 4.600 y 5.400 millones de euros en 10 años, que no da frutos para unos ciudadanos que votan hartos del paro y la corrupción.
Los kosovares que acuden a las urnas en las primeras legislativas desde la independencia son más pesimistas que en 2008, según el mayor estudio sociológico conducido hasta ahora en los Balcanes por Gallup Balkan Monitor. La mitad de la población está desempleada y ha perdido la esperanza de hallar trabajo en el próximo año (69%).
La tercera parte cree que la economía ha empeorado. Y la abrumadora mayoría (91%) tacha al Gobierno de corrupto. Transparencia Internacional lo ratifica colocando la antigua provincia serbia como el lugar más corrupto de los Balcanes.
Tensión al norte
La reputación le ha pasado factura al legendario guerrillero reciclado en primer ministro Hashim Thaçi, cuya formación, el PDK (Partido Democrático de Kosovo), supera por poco a la rival LDK (Liga Democrática de Kosovo): Las encuestas otorgan a la primera un 30% frente al 28% de la última.
Ambas formaban parte de la coalición gobernante que saltó por los aires en septiembre, tras la dimisión del presidente Fatmir Sejdiu por incompatibilidad entre ese cargo y el de líder de su partido. Su sucesor y alcalde de la capital, Isa Mustafa, ha capitalizado el descontento ciudadano, prometiendo «erradicar la corrupción y el crimen organizado».
Junto a él, otro de los grandes ganadores parece el movimiento Autodeterminación, de Albin Kurti, que ha propugnado durante años el boicot a unas instituciones internacionales colonizadoras. Los sondeos otorgan un 16% de votos al polémico líder juvenil -partidario de la 'Gran Albania' y de recortar los derechos de la minoría serbia- que le puede convertir en llave de Gobierno.
La otra asignatura pendiente, junto a la económica e institucional, es la de la convivencia étnica. La violencia entre la mayoría albanesa y la minoría serbia unas 120.000 personas ha remitido en los enclaves interiores, la mitad de cuya población participará en las elecciones.
Aunque la tensión sobrevive al norte, en Mitrovica. Allí la campaña electoral se ha cobrado la vida de un funcionario de la minoría bosnia.
Veinte de los 120 escaños del Parlamento que se recicla hoy están reservados a las minorías. Pero los recelos arraigados desde la guerra del 99 están aún lejos de superarse del todo.