Cada vez toma más fuerza la incógnita del "círculo amarillo"
Renuncia por motivos personales
Alfonso del Álamo deja de ser director general de EmergenciasLUIS F. DURÁN Madrid
Actualizado: 16/10/2014 02:23 horas
El director general de Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Alfonso del Álamo, dejará este jueves su puesto. Ha pedido abandonar su cargo por motivos personales, aunque seguirá trabajando en el Consistorio como asesor de la Concejalía de Seguridad y Emergencias. El Ayuntamiento de Madrid ha confirmado que va a dejar vacante el puesto de director general de Emergencias.
Del Álamo ha estado durante 11 años al mando de los servicios de emergencia del Ayuntamiento. En su coordinación del Samur y los Bomberos le ha tocado vivir algunos de los momentos más duros de los últimos años: el 11-M, el atentado de la T-4, el accidente de Spanair o el incendio del Windsor, entre otros sucesos, en los que el trabajo de sanitarios y bomberos ha sido fundamental para evitar tragedias mayores. De hecho, la labor de los servicios de emergencia en la ciudad ha valido numerosos premios y reconocimientos a los protagonistas de aquellos sucesos.
En estos años, Del Álamo ha tenido sus tira y afloja con los sindicatos y particularmente con los Bomberos, que han estado enfrentados al Ayuntamiento en numerosas ocasiones por reivindicaciones laborales. Sin embargo, en estos momentos de su marcha son muchos los que le han arropado y despedido con afecto.
"Poco dialogante"
Aunque UGT y CCOO le acusaron de tener una actitud "rígida y poco dialogante", los representantes sindicales también han querido estar con él en sus últimos días como director general, y ha terminado bien con ellos.
En estos últimos dos años, Del Álamo fue uno de los varios responsables del Ayuntamiento que llegó a estar imputado en el caso del Madrid Arena y declaró ante el juez por lo sucedido aquella noche, aunque posteriormente el magistrado levantó su imputación, al no ver indicio alguno de responsabilidad en su gestión.
De hecho, él fue el único que en este caso reconoció que el protocolo no se había respetado lo suficiente y eso impidió que hubiera un dispositivo adecuado para una fiesta de tal dimensión. Aquello le costó algunos enfados en el Ayuntamiento, pero también elogios por parte de los que estaban a su cargo, porque defendió en todo momento que ellos trabajaron bien.
