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La Policía de Madrid en uno de los peores momentos de su historia23/01/2014
Tras la llegada del equipo de Alberto Ruiz-gallardón al poder al Ayuntamiento de Madrid se ha instaurado una administración paralela que ejerce un férreo control político y administrativo sobre la institución, ralentizando y entorpeciendo su normal funcionamiento, a la vez que encarece enormemente su economía y anula cualquier tipo de eficacia y/o eficiencia en su normal funcionamiento.
Se ofrece una peor y mucho más lenta respuesta a las necesidades ciudadanas, con infinidad de puestos innecesarios, que ralentizan cualquier proceso administrativo municipal, con una permanente duplicidad en el funcionamiento del Ayuntamiento.
Esta “doble administración”, que se conoce ya entre el funcionariado municipal como la “administración paralela,” se enmascara mediante el hecho de cubrir la mayor parte de los puestos “de confianza” o “nueva creación”, “importando” funcionarios de otras administraciones, elevándoles siempre sus respectivos niveles, en ocasiones de forma notable, pese a ser, realmente, personal de confianza para los que se “crean” puestos tan ficticios como innecesarios.
En ocasiones, este personal puede ser también laboral o contratado, aunque en realidad, en todos estos casos se trata de asesores, personal de confianza…etc., cuya misión última es ejercer un control paralelo del funcionamiento de toda la institución. Ello con el agravante añadido de que la mayor parte del mismo suele situarse jerárquicamente sobre los funcionarios de carrera, sin contar, en la mayoría de los casos, con la cualificación necesaria para tales cometidos, lo que produce un malestar notable en el funcionariado de carrera, que por una parte, al sentirse puenteados y menospreciados, se encuentran frustrados y la desmotivación es más que evidente.
Y por otra se suceden, como consecuencia indirecta de este “desembarco”, numerosas situaciones de acoso laboral (Moobing), enfrentamientos, etc.
Todo ello independientemente del hecho de que desde el comienzo de la crisis, los gastos de personal de las distintas administraciones se calcula que se han incrementado en más de un 18%, y que existen departamentos en el ayuntamiento, como es el caso de la E. M. T. en el que este “desembarco” ha sido realmente espectacular, con la creación de nuevos cargos y la proliferación de nombramientos a “dedo” de multitud de jefes y altos cargos.
Estos efectos se sufren más especialmente en los Cuerpos de Emergencia en general y en la Policía Municipal en particular, no solo por habérsele superpuesto la denominada “Área de Gestión”, bajo el mando de un “Director General” ajeno tanto al Cuerpo de la Policía como a la propia Corporación, sino porque se vienen produciendo multitud de irregularidades en nombramientos y destinos que si ya de por si inciden negativamente en el buen funcionamiento de cualquier institución, al tratarse de un Cuerpo Jerarquizado y Armado, esto es aun más grave y las consecuencias redundan directamente sobre la motivación de los agentes y la disciplina y el funcionamiento del Colectivo.
En la actualidad, la situación de la Policía Municipal de Madrid podría reducirse en lo siguiente:
Se ha perdido el “Espíritu de Cuerpo”
La disciplina se encuentra en sus niveles más bajos
La desmotivación y la apatía son más que evidentes
El respeto y la consideración por sus mandos naturales es prácticamente inexistente
La imagen ante la ciudadanía no es la más deseable.
La propia estructura del Cuerpo hace que se pierda buena parte de su eficacia, ante la existencia de multitud de “grupos y grupitos” con cometidos poco menos que “secretos”, que hacen que se pierda un buen numero de efectivos operativos, al destinarlos a funciones….”extrañas”.
La prensa ha recogido parte de estos grupos y se han publicado diversos artículos sobre espionaje interno, seguimientos, cobro injustificado de horas extras, furgonetas espías no controladas y un largo etcétera.
Dentro de esta situación de malestar generalizado y falta de motivación, las principales causas de todo esto radican en el cúmulo de irregularidades y “cacicadas” que se han venido produciendo en los últimos años, sobre todo a nivel de cúpula de mandos, y que podríamos resumir en lo siguiente:
En cuanto a “Factores externos” entre otros, tendríamos la implantación del teléfono único 112, que en la actualidad está causando muchos problemas en el normal funcionamiento del cuerpo, así como la “Academia Regional”, centro de “reclutamiento” de amigos y protegidos, que obtienen unos suculentos sobresueldos a costa de dar clases, y centro de “colocación” de familiares y demás, todo ello, como es de suponer, en detrimento de la calidad de la enseñanza.
En cuanto a la “administración paralela” y sus consecuencias más directas e inmediatas sobre el normal funcionamiento del Cuerpo, tendríamos:
Se instala una “Dirección General”, con tres (llegó a tener 4) Subdirecciones Generales, con sus correspondientes Jefes de departamento, de sección y de negociado, asesores, secretarías, personal de oficinas, etc., que les da por denominar “Área de Gestión”, y que pretende sustituir lo que podríamos denominar como “Plana Mayor” o “Secretaría General”, que hasta hace poco se encargaba de gestionarla confección de los servicios, la gestión interna del personal la logística del Cuerpo, sus presupuestos, el archivo general, en definitiva, el funcionamiento y mantenimiento del propio Cuerpo.
Curiosamente, ninguno de estos “altos mandos” es profesional de la policía, y lo que es peor, el “Director General” está jerárquicamente por encima del propio Inspector Jefe al que no solo le manda sino que además le quita la mayor parte de sus competencias.
Por otra parte, en este “Área” de nueva creación siguen prestando servicio la mayoría de los policías y algunos mandos intermedios que lo hacían antes en esas funciones, solo que ahora dependen de personal no profesional y se ha sobredimensionado enormemente todo el sistema.
En definitiva, no solo no se reduce personal uniformado en tareas burocráticas, como se pretende hacer creer, sino que se amplia la plantilla con un número muy superior de “civiles”
Con la “imposición” de esta extrañamente denominada “Área de Gestión”, no solo se pretende “emplear” a un sin numero de altos cargos por “la puerta de atrás” sino en definitiva, colapsar el funcionamiento de las instituciones, y muy especialmente, el del Cuerpo de la Policía Municipal madrileña. Toda vez que este sistema no solo dificulta, entorpece, ralentiza y encarece enormemente el funcionamiento de todo el Cuerpo, sino que además, al quitar un gran número de competencias a la Escala de Mando profesional, competencias estas, por otra parte, necesarias para el buen funcionamiento del Cuerpo en general y el mantenimiento de la disciplina, la motivación del personal y el espíritu de Cuerpo en particular, deja a los Mandos en general y a la escala técnica en especial, sin apenas cometidos reales, y pasan a ser una especie de “jefes de turno” de alto estanding.
Como quiera que “todo” lo relacionado con las cuestiones del personal se lleva desde la mencionada “Área”, cuya coordinación con lo que queda de la antigua Jefatura del Cuerpo, es, cuanto menos, inexistente, la Subdirección de Personal (pomposo nombre que se le da para poder justificar la existencia de toda una subdirección cuando antes se gestionaba con escaso personal del Cuerpo) se encarga, “a su manera”, de llevar todo tipo de traslados, cambios de destino, ascensos y ceses (todos ellos a dedo).
Esto, por otra parte, también ha supuesto que, en aras de una supuesta “trasparencia en la gestión,” de un tiempo a esta parte todos los cambios de destino de los policías y mandos intermedios se efectúan mediante concursos y convocatorias, con lo cual se obtienen los destinos “en propiedad”, y por tanto, se termina de anquilosar toda la estructura.
Otro tanto ocurre con todo lo relativo a compras, equipamiento y caja, que formaba igualmente parte de la Jefatura del Cuerpo y en la actualidad es otra Subdirección, concretamente la Subdirección Económico Administrativa, con todo lo que ello conlleva.
Y no solo en cuanto al “engrosamiento” de personal y medios y aumento tan innecesario como exagerado de burocracia e inconvenientes, sino que además, al depender igualmente de personal ajeno al Cuerpo, y jerárquicamente por encima de sus propios mandos….”hacen de su capa un sayo”, sin saber…..(al parecer) lo que compran ni para que lo compran, y un largo etcétera de despropósitos y duplicidades que en definitiva, acaban repercutiendo negativamente en el funcionamiento del colectivo.
Se prodigan los nombramientos “irregulares” entre los mandos de más alta categoría.
En la actualidad, la práctica totalidad de la cúpula policial está nombrada de forma irregular o, lo que es peor, muchos de sus nombramientos están invalidados por sentencias judiciales firmes, NUNCA ACATADAS por la Corporación ni por los propios interesados.
Esto hace que por una parte, muchos de estos mandos se sientan “estómagos agradecidos”, y se someten ante la situación de cuanto menos “alegalidad” que se viene padeciendo en el Cuerpo, al ser ellos mismos parte de esta problemática, y por otra no tienen la fuerza moral necesaria para afrontar dignamente sus responsabilidades ante sus subalternos.
Por si esto fuera poco existen multitud de denuncias y quejas, con amplia repercusión en prensa, algunas en vía judicial, sobre altos mandos del Cuerpo, sin que se tomen medidas cautelares al respecto, como el caso del Inspector Jefe, que a día de hoy se encuentra imputado, que se sepa…..y sigue en su puesto.
Las nuevas oposiciones de ascenso a subinspector, rescatadas después de llevar casi 20 años paralizadas, y durante cuya primera fase de ejecución se denunciaron multitud de irregularidades nunca aclaradas, más el anuncio de otra nueva oposición de subinspectores a continuación, termina de enrarecer el ambiente entre la Escala Técnica, entre la que se tiene la sensación de que…quieren dejar colocados a los suyos antes de irse…….
A esto se agrava la tensión generada entre algunos mandos, por el recurso contencioso interpuesto por algunos de sus propios compañeros contra esta resolución cuanto menos “extraña”, pendiente de resolución judicial y que puede provocar una futura anulación de la misma.
Por otra parte sigue latente entre el colectivo la existencia de posibles (y más que probables) “espionajes internos” a cargo de determinados “grupos de policías” cuyas actividades nunca se han llegado a aclarar convenientemente, pero que denotan luchas internas por mantener las respectivas “poltronas” por parte de determinados mandos, y de las que la prensa se ha hecho eco en repetidas ocasiones.
Estas situaciones han llegado a generar incluso la proliferación de mensajes telefónicos entre los agentes, en los que se llegaba a denunciar la identidad de algunos de estos agentes, fotos de los medios técnicos que se empleaban, etc.
La última de ellas es la creación, dentro del “Gabinete psicopedagógico” de reciente creación, de un programa pomposamente denominado “ayuda entre iguales”, mediante el que se pretende introducir en todas las unidades del Cuerpo, uno o varios….expertos en psicología, para no se sabe muy bien que…., y sobre el que los profesionales sanitarios del propio Ayuntamiento opinan que es un verdadero despropósito….
En este “gabinete” se permite, o mejor aún, la idea parte de un determinado sindicato, que pretende aumentar su influencia en el Cuerpo, influencia esta perdida en los últimos años, a base de ejercer determinado control en todas las unidades del Cuerpo, mediante la “nebulosa” figura de ”la ayuda entre iguales”….
Curiosamente, es un “proyecto” que no se abre a la generalidad de los sindicatos, y cuya finalidad última parece, cuanto menos, difusa, y trata de solaparse a la labor de profesionales serios y plenamente cualificados para efectuar una labor de salud mental preventiva entre los miembros del colectivo policial.
Resumiendo, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el Cuerpo de la Policía Municipal de Madrid se encuentra en uno de los peores momentos de su historia, con su personal muy desmotivado, su escala de mandos politizada y muy en entredicho, y falto de unos objetivos claros.
SERPICO
http://tupolicia.es/2014/01/23/establecer-objetivos-con-rigor-en-la-calle/