Información / Jerez /
LA CARTA DEL DIRECTOR
Penitencia policial
04/04 · 11:42 · Abraham Ceballos
Aquí ya no se respeta ni que estamos en Semana Santa. Entonado como lamento. Puesto en boca de algún conocido, sea cofrade o ciudadano de a pie, sufridor al fin y al cabo de las públicas desavenencias entre Ayuntamiento y representantes sindicales de la Policía local. Ya sea por las multas, por el temor a que pudiese suceder algo grave en las calles, ...por mil cosas. Porque nos pueden dejar sin autobuses, pero que nos toquen el bolsillo en el lugar menos pensado, o presentir cierta sensación de inseguridad, es cuestión bien diferente.
La pregunta, obviamente, es “¿por qué?”. No sólo porque hasta ahora resultaba inconcebible tener que afrontar una crisis de esta magnitud en mitad de un acontecimiento de primer orden y durante un periodo de tiempo habitualmente marcado por jornadas distendidas, sino porque esa misma crisis, que comenzó con el formato de pulso a dos manos, ha terminado escenificando un combate cuyos asaltos siguen sucediéndose al día de hoy, con intercambios de golpes, sin que aún se pueda adivinar si están para ganar a los puntos o por la vía del KO.
Lo cierto es que una vez resueltos los conflictos laborales más gruesos con las concesionarias municipales, el panorama parecía lo suficientemente despejado para que la Semana Santa estuviera exenta de polémicas. Sólo quedaba pendiente conocer el resultado de las negociaciones con los representantes sindicales de la Policía local, que ya venían vaticinando tormentas para la ocasión. Hubo acuerdo, pero lo cierto es que no ha habido forma de materializarlo, ya que de la celebración y la satisfacción de la noche del martes se pasó al enfrentamiento directo con la alcaldesa en la mañana del miércoles, después de que se negara a ratificar el acuerdo hasta que los demás sindicatos dieran su aprobación. Sin desmerecer el gesto de la alcaldesa, riguroso en el cumplimiento de sus funciones, resultaba más apropiado interpretarlo como un aviso para navegantes, del tipo no estoy dispuesta a aceptar chantajes, y es que para entonces los agentes ya habían acelerado su huelga de celo como medida de presión y a costa del ciudadano, a través de una campaña de multas a diestro y siniestro -se supone que todas ellas sujetas al marco legal-, pero ante situaciones que en años anteriores, por Semana Santa, no eran contempladas -como improvisar un aparcamiento en mitad de la Avenida-.
Así fue como del prolongado pulso entre María del Carmen Martínez y los representantes del SIP se pasó al combate abierto, en el que, día a día, se han ido sucediendo los golpes de uno y otro lado: la Policía incrementando el celo con las multas, el Ayuntamiento anunciando medidas legales por abuso de autoridad, la Policía presentando la baja laboral del 70% de la plantilla convocada a trabajar el Jueves y el Viernes Santo, el Ayuntamiento recriminando que incumplieran con su compromiso profesional de cara a la ciudadanía, la Policía pidiendo la dimisión de Martínez, a la que ya no consideran interlocutora válida en el proceso... y mañana lunes le tocará de nuevo al Ayuntamiento, al que ya amagan con nuevas protestas similares de cara a la Feria y el Gran Premio, y lo que es peor, dentro de un proceso minado por lagunas y las primeras contradicciones. Suponemos que a estas alturas ambos sabrán que en el pecado llevan la penitencia -no podía ser de otra forma con la Semana Santa de por medio-, por lo que no estaría de más que dejaran, aunque sólo sea por un momento, sus actuales diferencias a un lado e intentaran delimitar un terreno de juego concreto en el que los ciudadanos dejen de ser moneda de cambio y, por supuesto, puedan recuperar el respeto por un cuerpo que, lejos de empujar al contrario a un acuerdo, les ha dejado de lado, por muy justas que sean sus reivindicaciones.
El dominio territorial de las antenas de telefonía
El martes habrá Consejo Local de Medio Ambiente. Entre los asuntos que se abordarán se encuentra el de la preocupación vecinal ante la ampliación de antenas de telefonía propuesta por Telefónica y Vodafone en Jerez. El número de antenas da escalofríos: 120. También el hecho de que el asunto estuviese a punto de verse en Pleno sin un necesario debate social previo, ya que más que instalar antenas parece que las promotoras han elegido Jerez para un juego de dominio territorial.