Hiere en la cara a un policía local con una navaja tras atacarle en la comisaría
El oficial jefe de turno de la Policía Local de El Ejido sufrió la mañana del pasado 12 de junio el ataque de un hombre que entró en las dependencias municipales armado con un cuchillo y trató, sin mediar palabra, de clavárselo en el cuello. La Unión de Policía Local, sindicato mayoritario en el Cuerpo, ha informado de que sólo la rápida reacción del agente impidió el propósito del atacante, aunque no pudo evitar ser alcanzado en la cara, donde sufrió un corte de unos diez centímetros.
Según José Juan Fuentes, delegado de la UPL, el individuo accedió al cuartel, compartido con la Policía Nacional, “tras identificarse ante un agente de este cuerpo, en el único y claramente insuficiente control de acceso, diciendo que quería hablar con la Policía Local”. Una vez que accedió al interior del edificio, entró en las primeras dependencias de la Policía municipal, la sala de transmisiones, “donde los agentes trabajan de espalda a la puerta”, por lo que el riesgo habría sido aún mayor si en ese momento no se hubiera encontrado allí el oficial jefe resolviendo un asunto.
Cuando éste le preguntó qué quería, el individuo, sin mediar palabra, se abalanzó sobre él con el cuchillo con la intención de “cortarle el cuello”. No obstante, los reflejos del agente hicieron que pudiera desviar el golpe con la mano, donde también recibió un corte, aunque no pudo impedir que el cuchillo le alcanzara la boca y el pómulo. El agresor fue después reducido por los agentes municipales y el policía nacional que se encontraba en la puerta, que acudió a auxiliar a su compañero.
El oficial permanece aún de baja, y seguirá durante algún tiempo, porque lo más posible es que tenga que ser sometido a cirugía por la herida en la cara. La UPL dice haber esperado una semana para denunciar esta agresión para dar tiempo al equipo de gobierno, del Pal, para dotar de más medidas de seguridad el edificio policial, algo que hasta el momento no se ha producido.
Pero además, denuncia otras graves carencias. De hecho, asegura que el oficial agredido tuvo que cortar la hemorragia de su herida con un trapo que le facilitó la señora de la limpieza, ya que “tanto el botiquín de la Policía Local como el de la Nacional estaban totalmente vacíos”.
“Debemos celebrar que hoy este funcionario está vivo de milagro, pero podíamos estar lamentando una muerte o, incluso más, ya que este individuo podía haber atacado a cualquier otro vecino o policía que se cruzase en su camino, si no hubiese sido reducido por el resto de policías que se encontraban cerca”, explica Fuentes.
La UPL lamenta que las dependencias policiales no cuenten con un arco de detección de metales, algo que ha sido largamente reivindicado por los sindicatos, tanto del Cuerpo Nacional de Policía, como de la Policía Local. “¿Donde están los elementos para el control del correo y la paquetería que llega al edificio, pasando todos ellos por el detector de explosivos? ¿Dónde están las medidas de contención a personas que no se detienen ante el control de identificación?”, se pregunta el sindicato.