A prisión los tres detenidos por la brutal agresión al policía local en la que perdió un ojo
Puerto Serrano reclama más seguridad al grito de "Yo soy Juan"
Redacción cádiz, cádiz | Actualizado 21.01.2015 - 06:37
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Uno de los imputados por la agresión al agente.
Los Cachimba acumulan más de una treintena de detenciones y faltas
Puerto Serrano y algunas de sus localidades colindantes pueden dormir algo más tranquilas después de que tres de los integrantes del clan de los Cachimba pasaran ayer por la mañana a disposición judicial y posteriormente a la prisión de Puerto II por la brutal agresión que propinaron al joven Juan Cadenas, policía local de Puerto Serrano.
Y para demostrar su radical repulsa y su solidaridad con Cadenas, unas mil personas llenaron ayer la Plaza Rodríguez Rivera de Puerto Serrano en un acto convocado por el Ayuntamiento, convirtiéndose en la concentración más multitudinaria que se recuerda en el pueblo en su historia reciente.
Y mientras que Puerto Serrano gritaba un unánime "Yo soy Juan", los tres detenidos relacionados con la agresión que tuvo lugar en la madrugada entre el sábado y domingo pasado pasaron a disposición judicial en los juzgados de Arcos y posteriormente a prisión por orden del juez.
La salida de los calabozos de Arcos estuvo rodeada de fuertes medidas de seguridad y, aún así, contó con la presencia de un grupo de familiares de los tres detenidos que no dejaron de proferir gritos en apoyo a los hermanos V.M., José, Jorge y Pedro.
El alcalde de Puerto Serrano, Francisco Javier Galvín, abrió la manifestación de Puerto Serrano con unas palabras en las que quiso, por una parte, "mandar todo el calor de su pueblo a Juan, el agente que ha pagado un alto precio por cumplir con su deber y velar por la seguridad de sus vecinos". Por otra, apeló a que "la justicia cumpla con el cometido que le hemos encomendado todos los ciudadanos" e hizo un llamamiento a que "se evite, con las herramientas que para ello tienen las instituciones, que una situación igual o peor que ésta vuelva a producirse".
Galvín reclamó "a las autoridades correspondientes" que "mejoren la seguridad de los pueblos más allá de hasta donde podemos los ayuntamientos, con dotaciones suficientes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado".
A partir de ahí, se hizo un llamamiento "a la unión de todos los policheros y a la repudia de estos actos". "Juan y su familia no están solos. Les arropa un pueblo".
http://www.elmundo.es/andalucia/2015/02/14/54de2ff222601d9c198b457f.html
SUCESOS
'Se creen por encima de la ley'
La 'vendetta' de los Cachimba
La localidad gaditana de Puerto Serrano vive atemorizada por 'Los Cachimba'
'Allí donde van la lían', afirman los vecinos del pueblo
Los tres hermanos se encuentran ahora en prisión a la espera de juicio
Jorge y Pedro agredieron a un policía para sacar del calabozo a su hermano Pepe
La saga de los hermanos tiene continuidad en los hijos de Los Cachimba
Nada más llegar a Puerto Serrano y bajar del coche, una voz que pide mantenerse en el anonimato explica el temor que late entre los vecinos del pueblo tras la última fechoría de 'Los Cachimba', tres hermanos con una ristra interminable de antecedentes delictivos. "Este pueblo es conflictivo. Mucho. Pero lo que pasó aquella noche nos tiene más preocupados que nunca".
Más tarde, recorriendo Puerto Serrano, un pueblo de 7.000 habitantes, casas bajas y mucho jornalero, su gente hablará, sí, me contará quiénes eran esos "desgraciados que están manchando la imagen de todos nosotros y que se creían los amos de esto, la pura ley", pero lo harán escondiéndose, con el manido "por favor, prefiero que no aparezca mi nombre porque aquí todos nos conocemos". Y este periodista lo entenderá. El miedo justifica algunas actitudes.
Pero volvamos al principio. El rostro sin nombre que me encuentro al llegar es el de un policía local de esta localidad ubicada a los pies de la sierra de Cádiz. Con "lo que pasó aquella noche" el hombre se refiere a lo sucedido a última hora del sábado 17 de enero. Ese día, cuando faltaban veinte minutos para que el reloj marcara las cero horas del domingo, el mayor de 'Los Cachimba', Pepe, acompañado de su hijo de 14 años, entró a la fuerza en la jefatura para rescatar a su hermano menor, Jorge, al que habían detenido por conducción temeraria minutos antes. Allí lo encontraron padre e hijo, custodiado y esposado a la espera de que la Guardia Civil se hiciera cargo de una 'presa' tan codiciada como temida por todo el pueblo.
Al cabo de un par de minutos llegó el mediano de los tres hermanos, Pedro, el mismo que en su pecho lleva tatuada la palabra 'Bandida'. La irrupción de Pedro, de Pepe y de su niño fue tan fulgurante como violenta. No dudaron en reventar la puerta de entrada a la jefatura, que a esa hora se encontraba cerrada, agarrar un cristal roto y clavárselo en el rostro a Juan, uno de los agentes que estaba de servicio y que había detenido a Jorge. Luego salieron huyendo mientras el policía se desangraba allí mismo. Un compañero de Juan, medio ciego por el spray con que roció a 'Los Cachimba' para tratar de frenarlos, fue quien le auxilió y pidió refuerzos.
Juan, de 31 años y un hijo, logró salvar la vida y podrá conocer a ese bebé que su mujer lleva en el vientre. Pero los temidos 'Chachimba' le causaron un daño que le acompañará de por vida: una de las heridas más graves se la produjeron en el ojo izquierdo, que lo ha perdido pese a los esfuerzos por salvárselo de los médicos del hospital de Jerez, donde fue trasladado de urgencia. Hoy, en su casa de Ubrique -aunque él nació en Puerto Serrano- se encuentra recuperándose de los cortes que le provocaron en varios puntos de la cara y dentro de la garganta.
"Han detenido a Jorge"
La caída en desgracia de 'Los Cachimba' se precipitó cuando el hijo de 14 años de Pepe le contó a su padre lo sucedido.
- Papá, han detenido al tío Jorge.
El chaval fue el primero en enterarse porque había estado toda la tarde haciendo trompos por el recinto ferial junto a su tío en su Golf blanco. Ambos, tío y sobrino, habían hecho caso omiso a un alto de los agentes y emprendieron una huida por las calles del pueblo. Lograron detener a Jorge, al que también apodan 'El Loco', en el pub 'El Encuentro', donde había llegado pidiendo unos cubatas que decía no iba a pagar.
- ¡Hijos de puta! Vamos a sacarlo- respondió un enfurecido Pepe, que se puso en contacto con su hermano Pedro. Padre e hijo llegaron primero a la jefatura de la Policía Local. Al poco se sumó Pedro. Los tres parecían perros rabiosos, no atendían a razones, y se ensañaron con Juan.
La tragedia barruntada desde hace años se precipitó en unos cuantos minutos. "Algún día -se decía en Puerto Serrano- 'Los Cachimba' la liarán gorda". Y la liaron. La vida tiene esos giros caprichosos. Pedro, fuera de sí, fue quien clavó el cristal en el ojo izquierdo de Juan. Los dos hermanos salvadores se llevaron a Jorge engrilletado. Los cuatro, Pepe, Pedro, Jorge y el menor de 14 años huyeron juntos en el Golf del menor de 'Los Cachimba'. En su huida se estrellaron contra varios coches aparcados en la calle.
Después del rescate, Pepe huyó a su casa mientras que Jorge, Pedro y el sobrino de ambos se atrincheraron en la vivienda de la calle Tajo propiedad de los padres de 'Los Cachimba', que trabajan como guardas en un cortijo de El Coronil y no estaban dentro. A la una de la madrugada se entregó el chico de 14 años. Luego, durante varias horas, Pedro y Jorge lanzaron piedras, adoquines y bordillos de acera a los agentes parapetados a las puertas del inmueble a la espera de que el jefe del operativo les diese la orden de actuar.
La decisión se tomó en torno a las seis de la mañana del domingo 18 de enero. Ante la posibilidad de que tuviesen armas de caza en el interior de la vivienda -el padre de ellos es aficionado a cazar- fue necesario que agentes del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil irrumpieran por la fuerza en el inmueble. Tras reventar la puerta, primero se escuchó un disparo. Al instante, un segundo. Así hasta una decena. "¡Manos arriba, hijos de puta. Quietos ahí!". 'Los Cachimba', nerviosos, opusieron "mucha resistencia". Ya lo habían anunciado durante su atrincheramiento: "¡Vamos a morir matando!". No dudaron en azuzar un pitbull a los agentes. Pero, al final, cayeron.
En Puerto III
Tras su detención y una primera declaración ante el juez, los tres hermanos Venegas Morales se encuentran ya en prisión provisional en la penitenciaria gaditana Puerto III (El Puerto de Santa María). El el chico de 14 años se encuentra en reclusión domiciliaria en la casa de un tío tras haber pasado por la Fiscalía de Menores.
A sus 27 años, Jorge ya ha estado cerca de un lustro encarcelado por acuchillar a un chico en la feria de Villamartín. Pese a que sus dos hermanos mayores -Pepe, de 39 años, y Pedro, de 36- "no son santos", según fuentes de la Guardia Civil, el que más quebraderos de cabeza da es Jorge, que en noviembre pasado entró en la casa de un amigo con un hacha para robarle la marihuana que éste poseía.
Estas mismas fuentes consultadas me explican que desde hace un año 'Los Cachimba' se habían apoderado del pueblo. "Se pensaban que estaban por encima de la ley". El pasado agosto, durante la feria de Puerto Serrano, 12 personas fueron detenidas por "montar una batalla campal" contra agentes de la Policía Local. A uno de ellos le pegaron un cabezazo en el rostro y le sacaron un "cuchillo jamonero". En total, cinco agentes resultaron heridos. Entre los detenidos, cómo no, estaban Jorge y Pedro.
"Al sitio que van, la lían", cuenta Toni, un chaval veinteañero de Puerto Serrano, de los pocos que se atreven a revelar su nombre. "Siempre tienen movidas con todo el mundo. Si uno está tomando una copa y llegan Jorge o Pedro, mejor te vas si no quieres pasar un mal rato". El chico también añade otro dato: "Movían droga dentro del pueblo y en los de alrededor. Todo el mundo lo sabe. Por eso ninguno trabajaba".
Mientras aguardan la celebración del juicio, Jorge, Pedro y Pepe conviven en la cárcel. Están acusados de homicidio en grado de tentativa, daños, lesiones, atentado a agente de la autoridad y conducción temeraria. Quizás su última fechoría, la que pudo haber acabado con la vida de Juan, les lleve a pasar los próximos años entre barrotes. "Ojalá sea así -dice el policía que al llegar a este pueblo me pedía quedar en el anonimato-. Es la única manera de que estos tíos dejen de entrar a la cárcel y salir a los cuatro días. Trabajar con ellos aquí es insufrible para los 12 agentes que somos". Pero la saga de 'Los Cachimba' parece no tener fin. Jony, de 17, es el hijo mayor de Pepe. En su estado de whatsapp promete venganza. "Tranquilidad. Ahora llega lo peor. Yo me encargo".
A mediados de enero en Ubrique
'Entre dos me inmovilizaron. Otro me clavó el cristal en el ojo' El policía agredido por 'Los Cachimba' reconstruye para EL MUNDO lo que le ocurrió
"La primera palabra que se me vino a la mente fue 'proporcionalidad'. Por eso no disparé"
"Yo entré llorando de felicidad en la policía. Me han echado también entre lágrimas" Juan Cadenas posa paar EL MUNDO en una de las calles de Ubrique. A. L.
ANDROS LOZANO Ubrique (Cádiz)
Actualizado: 14/04/2015 08:26 hora
Cuando llega la noche, de vez en cuando a Juan Cadenas le gusta fantasear con la realidad. Al meterse en la cama junto a su novia, Natalia, y apagar la luz para dormir, a veces se pone a pestañear con la mirada perdida en el techo. En entonces cuando él, envuelto en la espesa negrura del dormitorio, piensa que todo es como antes. Como si aún conservara su ojo izquierdo. Como si un día cualquiera se hubiera quedado dormido y lo que vivió aquel sábado a mediados de enero se tratara de una simple pesadilla.
-La oscuridad me produce la sensación de que aún veo con ambos ojos- dice.
Pero Juan, cada mañana, se topa ante el temido espejo, que le devuelve la imagen de un rostro sin uno de sus ojos y con una cicatriz que se extiende por encima de su ceja izquierda. Tres hermanos de su pueblo natal, Puerto Serrano, se lo destrozaron con un cristal minutos después de que él, policía local de 31 años, detuviera al menor de ellos por conducción temeraria.
Sucedió la noche del 17 de enero de este año. Fueron 'Los Cachimba', tres violentos hermanos, delincuentes reincidentes, que desde hacía años se sentían impunes ante la autoridad. El más pequeño, Jorge, de 27 años, ya había ha pasado casi cinco años en prisión por acuchillar a un chico en la feria de Villamartín, un pueblo cercano. Pero en los últimos meses se habían convertido en "los putos amos" de Puerto Serrano, como denunciaron sus vecinos.
'Los Cachimba' irrumpieron a la fuerza en la jefatura policial, donde Juan y otro compañero llevaron al detenido a la espera de que la Guardia Civil se hiciera cargo de él. Con la ayuda de un chaval de 14 años -hijo del mayor de los tres hermanos- a punto estuvieron de matar a Juan.
-¿Sabes lo que es que un médico te diga: 'Has tenido suerte, por cuatro centímetros no te seccionan la yugular'? Eso es muy duro - dice con las lágrimas recorriendo su mejilla derecha. Me temblaron las piernas al escucharlo con mi novia al lado.
De aquello han pasado ya dos meses y medio. Este lunes, junto a este periodista, Juan camina por las calles de Ubrique con un parche en su ojo izquierdo. Aquí vive desde hace cuatro años junto a Natalia. Es mediodía y pese a que el calor aprieta en la sierra de Cádiz, el policía agredido lleva un chándal grueso. A ratos, mientras rememora su dramática experiencia, se cubre la mirada con unas gafas de sol.
Juan relata que, al filo de las 11 de la noche, él y su compañero de patrulla, David, perseguían por Puerto Serrano el coche de Jorge, el 'cachimba' menor, que junto a su sobrino de 14 años había pasado la tarde haciendo trompos por las calles del pueblo. Jorge detuvo su Golf frente a la puerta de un pub, donde estaba su hermano mayor, Pepe, de 39.
No fue una detención sencilla. A la pareja de policías locales les tiraron sillas, les pegaron y les escupieron. Pero al fin pudieron esposar a Jorge 'El Loco', como también le apodan en su pueblo -según dicen, padece problemas mentales-. Luego lo montaron en el coche y se lo llevaron a la jefatura.
Pero lo que pudo terminar ahí, acabó en desgracia. Pepe y su hijo siguieron el vehículo en el que iba Jorge. Por el camino, llamaron al mediano de los hermanos, Pedro. Los tres se presentaron en las dependencias de la Policía Local de Puerto Serrano, reventaron la cerradura y los cristales de la puerta de entrada, e irrumpieron entre insultos y amenazas.
Juan cuenta que logró aguantar un forcejeo con ellos durante seis o siete minutos, pero que luego, exhausto y falto de aire, tropezó con una mesa. Fue entonces cuando el mayor y el menor de 'Los Cachimba' le agarraron de los brazos.
-Entre dos me inmovilizaron. El otro, Pedro, me clavó un cristal en el ojo izquierdo y en el paladar. Desde un principio noté que me habían herido de gravedad. Recuerdo que gritaban: "Remátalo, remátalo.Hasta ese momento, Juan cuenta que no había sacado su arma reglamentaria. Pero cuando se notó la sangre correr por su rostro, temió desmayarse y pensó que necesitaba un médico con urgencia. Sólo entonces, dice, empuñó su pistola. Con ella en la mano y sin dejar de encañonar a 'Los Cachimba', consiguió salir de la jefatura junto a David, que había recibido una paliza, y montarse en la furgoneta de la Policía para acudir al ambulatorio. Los tres hermanos, con Jorge aún esposado, huyeron y se atrincheraron durante horas en una casa vacía de sus padres, guardas de un cortijo. De madrugada un grupo especial de la Guardia Civil se adentró en la vivienda y los detuvo.
-No les disparé cuando se me echaron encima por mi hijo y porque la primera palabra que me vino a la cabeza fue 'proporcionalidad'. Estoy seguro de que si le hubiera pegado dos tiros a cualquiera de ellos, me hubiesen condenado por homicidio imprudente.-¿Te arrepientes de no haber disparado?
-Cuando iba de camino al hospital, sí, me arrepentí. Pero luego volví a pensar en mi hijo, en el que viene -Natalia está embarazada de 24 semanas-... Si sólo hubiese dependido de mí, habría disparado. Pero tú has de tomar una decisión en un par de segundos que un juez toma en tres años y sin presión.
Tras aquello, Juan pasó una semana hospitalizado en Jerez, donde le operaron. En pocos meses deberá pasar de nuevo por quirófano para que le implanten una esfera y una prótesis que asemeja a un ojo real. Ahora acude cada semana a la consulta de una psicóloga y una vez al mes al psiquiatra. Está "a base de pastillas", de noche apenas duerme y, cuando lo logra, sufre pesadillas en las que recuerda la agresión y las palabras de 'Los Cachimba'.
En su relato por las calles de Ubrique -es la primera vez que atiende a un medio de comunicación-, este policía local que festejó su trigésimo tercer cumpleaños dos días antes de perder un ojo, cuenta que entró en el cuerpo por vocación, que su mujer ha tenido que quitar del armario su uniforme porque le daba pena verlo colgado, y que le da "asco" la vida que lleva ahora mismo, sin apenas salir de casa y con el ánimo por los suelos.-Yo entré llorando de felicidad en la policía. Me han echado también entre lágrimas.
Antes de despedirse, acompaño a Juan a recoger a su hijo Daniel, de dos años, a la guardería. El chico se muestra agradecido por el apoyo mostrado por sus vecinos de Puerto Serrano -"ellos llevan toda la vida sufriendo a esta gente", dice- y por las muestras de cariño que le han dado decenas de agentes de la Policía y de la Guardia Civil. Y pide justicia.
-Esas tres personas, que no se merecen ni esa palabra, llevaban años sin tener que pisar la calle. El sistema no funciona, eso está claro, pero ahora sólo espero que pasen muchos años a la sombra.
Por el momento están en prisión provisional a la espera de juicio.