Cerco judicial a los TrinitariosEl presunto trinitario Yerdi L. M., alias 'Cotorra'. E. M.
23 miembros de la banda latina más agresiva son juzgados por pertenencia a organización criminal, 'okupación' y lesiones
Su jefe en España se sienta este martes en el banquillo y se enfrenta a la pena más baja, dos años de prisión
DANIEL MARTÍNMadrid
Actualizado 02/02/201600:42
Este lunes arrancó el juicio oral contra 19 miembros de los Trinitarios, la banda latina más agresiva en la actualidad. La mayoría de ellos son de origen ecuatoriano, dominicano y peruano y están acusados de pertenencia a organización criminal, delitos contra la salud pública y por okupar un edificio de la Sareb en Collado Villalba, donde estaban asentados y desde donde, presuntamente, traficaban con marihuana.
Seis de los acusados por usurpación de inmueble, que se encontraban en prisión provisional, fueron puestos ayer en libertad a la espera de la sentencia de la sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid. Otro abandonó la sala al declararse este juzgado incompetente por ser menor de edad en el momento de su detención.
Desde hoy y hasta el viernes se celebrará además otro juicio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial en contra de otros cuatro integrantes de esta banda violenta. A tres se les acusa de asociación ilícita y delitos de lesiones por un altercado a cuchillo en 2013 en el Metro de Madrid, mientras que al otro, el Suprema o líder de los Trinitarios en España, se le juzga por asociación ilícita.
Para los acusados del primer juicio el fiscal pide penas de ocho años de cárcel, con excepción de uno, para el que pide nueve. Se trata del líder del bloque o capítulo -en su argot-, de Collado Villalba. Pedro Michel M. Y., alias Pifer, de 28 años, era el encargado de transmitir a los Trinitarios de la zona las órdenes del Suprema de España, Stalin Elías M. S., alias Starlin The Boss, juzgado en el otro proceso.
Para Pifer el Ministerio Público pide seis años de cárcel por pertenencia a grupo criminal y otros tres por un delito contra la salud pública. En el edificio okupado, sito en el número 12 de la calle Madrid, fue hallado más de un kilo de cannabis que en el mercado podría haber alcanzado un valor de 5.200 euros, además de navajas, bates de béisbol, una pistola de balines y diversa documentación sobre los Trinitarios.
El bloque de Collado Villalba, cuyos miembros fueron detenidos el pasado 14 de noviembre por efectivos de la Guardia Civil, se financiaba, además de por las cuotas de sus miembros, mediante hurtos, robos y tráfico de sustancias estupefacientes. La mayoría de los acusados tienen numerosos antecedentes policiales, en su mayoría por reyertas y robos con violencia o intimidación con armas en distintos municipios de la región. Es el caso de Yerdi L. M., alias Cotorra, detenido en 2009 por robo con intimidación utilizando un arma de descarga eléctrica, o el de Ronald C. M. El Duende, con antecedentes por varios robos con violencia e intimidación, alguno de ellos portando arma blanca. Trece de los 18 acusados reconocieron ayer ante el juez ser miembros de la banda, acudir al piso okupado y haber traficado con droga, según recogió la agencia Europa Press.
Delimitación del territorio
Como consta en el escrito de diligencias previas, los acusados del también llamado Coro de Collado Villalba hacían alarde de su pertenencia a la banda en las redes sociales e intervenían en contiendas con el fin de delimitar su territorio «no dudando en actuar con violencia ante personas que no les son afines o tienen alguna animadversión, empleando para ello armas blancas y otros objetos contundentes». Muchos de ellos tienen sus perfiles abiertos en las redes sociales, donde utilizan lenguaje codificado para comunicarse entre ellos y mandar mensajes a otras bandas rivales, como los Dominican Don't Play (DDP), con los que mantienen una gran rivalidad.
Según fuentes policiales, a esta última banda pertenecía el agredido por Silvestre A., Soufiane S. y Yeison P. M., juzgados a partir de hoy por un delito de lesiones. Según las conclusiones provisionales de la Fiscalía, que pide cuatro años de cárcel para cada uno, el 11 de noviembre de 2013 abordaron en un vagón de Metro de la línea 3 a un individuo con el que habían tenido un altercado tiempo atrás. Al grito de «Somos Trinitarios. Baja Coron», Yeison P. le propinó al presunto DDP una patada en el pecho y un golpe con el cuchillo en el brazo derecho.
A continuación este procesado le pasó el cuchillo a Soufiane, que asestó con él dos golpes a la víctima en el brazo izquierdo y otros dos en la cabeza. Después Silvestre recogió el cuchillo y asestó con él otro golpe en la cabeza a la víctima. Tras los hechos fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional.
Para Starlin The Boss, que no se vio inmiscuido en la pelea, el Ministerio Público solicita, al igual que para el resto de acusados, dos años de prisión por asociación ilícita, por lo que, curiosamente, siendo el líder es quien se enfrenta a una pena más baja. El Suprema de la banda ya fue condenado en 2011 a una pena de un año y medio de prisión por robo con violencia y lesiones.
Los Trinitarios se constituyeron como sociedad secreta en 1987 en una prisión de Nueva York para hacer frente a otras bandas latinas como los Latin King. En España el grupo se fundó en la prisión de Alcalá Meco, en Alcalá de Henares, en 2001, y desde allí se ramificó por otras ciudades, aunque su presencia reside sobre todo en la Comunidad de Madrid. El Tribunal Supremo los ilegalizó en abril de 2014.
Fuerte presencia en la Comunidad de Madrid
Seis grandes grupos. Los investigadores estiman que en la actualidad hay 80 miembros activos de los Trinitarios en la Comunidad de Madrid. La Policía Nacional tiene registrados seis 'capítulos' o 'bloques', pero existen otros más pequeños, como el de Collado Villalba. Los principales son los de Legazpi, Cuatro Caminos, Villaverde, Vallecas, Leganés y Getafe. Una sola muerte a sus espaldas. Pese a su comportamiento violento, de momento sólo se les imputa la muerte de un miembro menor de edad de su banda rival Dominican Don't Play (DDP) en 2009. El suceso se produjo en la zona de bares latina de los bajos de Azca, cuando otro menor de edad descerrajó dos tiros sobre la víctima con una pistola modificada.