Rebajada la condena a dos policías y a un agente de Vigilancia Aduanera
Los tres funcionarios pertenecían a una organización que introducía por el puerto de Cádiz camiones con hachís · El Supremo dice que la Audiencia impuso penas superiores a las pedidas por el fiscal
T. Ramos / Cádiz | Actualizado 06.09.2010 - 05:01
Imagen de una de las sesiones del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Cádiz en enero de 2009.
El Tribunal Supremo ha rebajado las penas de prisión por tráfico de hachís que la Audiencia Provincial de Cádiz impuso el año pasado a dos policías nacionales y a un agente de Vigilancia Aduanera (VA). La nueva sentencia también estima probado que los tres funcionarios pertenecían a una organización de traficantes de hachís desmantelada en 2002 mediante una investigación en la que participó como agente infiltrado un guardia civil. Pero el Supremo considera que la resolución de la Audiencia vulneró el principio acusatorio al condenar a todos los procesados (los policías, el miembro de VA y otras nueve personas) a penas superiores a las solicitadas por la Fiscalía.
Los tres funcionarios ven rebajadas así sus penas en un año y tres meses. Como también fueron condenados por un delito de cohecho, las condenas quedan en 7 años y 3 meses, en el caso del agente de VA, y en 5 años y 3 meses, caso de los policías. Otros procesados obtienen con la nueva sentencia rebajas más importantes, entre ellos los dos que dirigían la red de traficantes dedicada a introducir en España hachís procedente de Marruecos, José Pérez Redrado y Basilio Buitrón Barbado.
Estos dos acusados disponían de empresas de transporte que movían camiones de gran tonelaje, según relata la sentencia. La droga entraba por el puerto de Cádiz oculta en camiones que transportaban también otra mercancía lícita. Precisamente la labor de los tres funcionarios condenados (el agente de VA Pedro José González Pérez y los policías Francisco Pinteño y Gonzalo Rosa Hedrera) consistía en conseguir que los vehículos pasasen sin problemas los controles portuarios. Para lograrlo, dice la resolución, contactaron con un guardia civil destinado en el muelle de la capital gaditana, a quien le hicieron una suculenta oferta económica por su colaboración. Pero el guardia se lo comunicó a sus superiores y éstos le hicieron una propuesta: que simulase que aceptaba trabajar para los traficantes.
El guardia comenzó entonces a actuar como agente encubierto y a recibir instrucciones del procesado Basilio Bolaños, que estaba en la red en un escalafón inferior a Redrado y Buitrón. Bolaños, condenado a 8 años de prisión, ha visto rebajada su condena en un año y medio.
Bolaños llegó a entregarle al guardia civil, en distintos pagos, 38 millones de pesetas, cantidad que el agente infiltrado entregó a sus jefes. La resolución también detalla que Bolaños le entregó 3.750.000 pesetas al agente de Vigilancia Aduanera condenado.
Tras varios intentos fallidos, la organización logró esconder cargamentos de hachís en dos camiones que llegaron en barco al puerto de Cádiz el 16 de febrero de 2002. Uno de los camiones fue interceptado en el muelle y al otro le permitieron pasar y fue seguido hasta ser detenido en la provincia de Burgos. En uno había dos toneladas de hachís; en el otro, casi tres toneladas.
El agente de Vigilancia Aduanera Pedro José González explicó en el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Cádiz en enero de 2009, que él estaba en realidad en esta historia haciendo una investigación. El tribunal no creyó su versión. La sentencia anotó que fue hasta grabado recibiendo dinero en metálico de manos de jefes de la organización. También que no hay constancia alguna de las investigaciones que dijo que hacía.
El Tribunal Supremo considera, como la Audiencia, que los procesados formaban una organización: "Nos encontramos ante un grupo integrado por varias personas, con estructura de carácter permanente y distribución jerárquica".