El Gobierno piensa en cuatro impuestos para financiar las pensiones
Los Impuestos Especiales, el impuesto a la banca, la tasa Google y la figura para gravar las transacciones financieras son algunos de los cambios que baraja el Ejecutivo para mejorar los ingresos
La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio
TERESA LÁZARO
14.06.2018 - 12:21
La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, lo dijo alto y claro después de la reunión del miércoles con los agentes sociales: hay que mejorar los ingresos de la Seguridad Social. Y para conseguirlo el Gobierno tiene en mente tocar varios impuestos, como los Especiales, la tasa Google ideada por el Ejecutivo del PP, el impuesto a la banca y la figura que gravará las transacciones financieras.
Y es que el problema del sistema, según el Gobierno, es de ingresos, no gastos. Y hay margen para recaudar más y dedicar más recursos al sistema de pensiones. El Presupuesto alternativo que elaboró el equipo de Pedro Sánchez cuando aún estaba en la oposición ya incluía un planteamiento específico para mejorar la financiación de la Seguridad Social, con la creación de los dos impuestos que lleva tiempo reclamando el PSOE: el de la banca y el de las transacciones financieras.
Estas dos figuras aportarían en total 2.000 millones, lo que ayudaría a mejorar las cuentas de un maltrecho sistema que cerró el año pasado con el mayor déficit de su historia. Eso sí, los expertos llevan tiempo advirtiendo al Gobierno de que las nuevas figuras las acabarán pagando los consumidores.
El Gobierno podría utilizar la equiparación del diésel y la gasolina para financiar las pensiones
El PSOE también se comprometía en dicho Presupuesto a equiparar los tipos del gravamen del gasóleo y la gasolina, aunque no lo vinculaba a las pensiones. Sin embargo, la ministra ha mencionado claramente los Impuestos Especiales como vehículo para mejorar los ingresos de la Seguridad Social. La equiparación que proponía el PSOE se haría de forma escalonada y aportaría 600 millones solo en 2018 y acabaría mejorando la recaudación de esta figura en 2.140 millones.
No serán los únicos cambios. El PSOE ha decidido heredar la conocida como 'tasa Google' que ya había anunciado el PP. Lo cierto es que al equipo de Mariano Rajoy no le dio tiempo a concretar la figura antes de dejar La Moncloa. Lo único que sabíamos es que gravaría "determinados servicios digitales", siguiendo los principios recogidos en la propuesta de directiva presentada por la Comisión Europea en marzo.
Tasa Google
Según explicaba el Gobierno 'popular'en el Programa de Estabilidad, el objetivo de la nueva figura es superar las deficiencias de los sistemas fiscales actuales y lograr que las grandes empresas de la economía digital tributen allí donde crean valor añadido. En teoría, se iba a aplicar únicamente a empresas con un elevado importe de ingresos anuales y no a las pymes. Veremos si la propuesta se mantiene así.
Y solo gravaría los ingresos derivados de la prestación de determinados servicios digitales, que son los más difíciles de capturar por los sistemas tributarios vigentes. Con esta figura, el Gobierno del PP esperaba obtener 600 millones ya este año y unos 1.500 millones el año que viene. El equipo de Sánchez va a tener que darse prisa si quiere que entre en vigor en 2018.
Si todos estos cambios se aplican en lo que queda de año, el Gobierno podría contar con 3.200 millones extra para financiar las pensiones. No es mucho teniendo en cuenta que el desfase sigue rondando los 18.000 millones, pero es menos que nada. Además, la ministra también ha barajado la posibilidad de usar la imposición general para ayudar a la Seguridad Social.
La nueva ministra de Trabajo no ha descartado la posibilidad de usar la imposición general para ayudar a la Seguridad Social
Recuperando de nuevo el Presupuesto alternativo del PSOE, vemos que el partido quería recaudar 4.000 millones más a través del Impuesto de Sociedades, con un tipo mínimo del 15% para las grandes empresas y la revisión de algunos incentivos y regímenes especiales. Además, pretendía crear una figura sobre los beneficios desviados, como en Reino Unido y Australia.
Además, fiaba otros 1.900 millones a cambios en el IRPF. En concreto, quería subir el tipo máximo a las rentas de más de 150.000 euros y equiparar de forma progresiva los tipos de rentas de trabajo y de capital. La equiparación de los dos regímenes llevaría el tipo del ahorro al entorno del 30% y aportaría nada más y nada menos que 1.500 millones. Solo 400 millones vendrían de la subida del tipo a las rentas más altas.
Y a todo esto se unirá la reordenación y racionalización de los gastos del sistema. La ministra también ha dicho que hay que analizar de arriba a abajo la eficiencia de algunas medidas como las tarifas planas y, si deciden mantenerse, estudiar la posibilidad de que se financien con cargo a Presupuestos. Lo que está claro es que habrá grandes cambios que afectarán al sistema de pensiones, sobre todo ahora que volverán a vincularse las prestaciones al IPC.