Demagogia y engaño con la jubilación anticipada de los policías28 junio, 2014
LATINI IUNIANI es un joven amigo de Serpico y sabe de policías como nadie. En un trabajo serio, riguroso hace un análisis de la jubilación anticipada de los policías municipales. Esto es lo que dice
“En el Pleno del Ayuntamiento de Madrid celebrado el pasado mes de mayo, se aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos una proposición por la que se pide que se traslade al Gobierno de la Nación la posibilidad de anticipar la edad de jubilación de los policías locales.
La memoria que acompaña a la proposición adoptada se apoya básicamente en dos ideas para plantear la rebaja en la edad de jubilación de los policías. La primera, por la asunción de funciones por parte de los Cuerpos de Policía Local que hace algunos años eran ejercidas de manera exclusiva por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. Y, la segunda, por el hecho de que existe un alto porcentaje de miembros de las Policías Locales que se acercan a la edad de jubilación, como consecuencia de la incorporación masiva de policías locales a las plantillas de los municipios tras la llegada de la democracia. Por tanto, estos funcionarios en un breve período de tiempo podrían no encontrarse en las condiciones psicofísicas óptimas para el desempeño de su actividad.
También en la memoria se alude a la existencia de estudios que justifican que la actividad desarrollada por los miembros de la Policía Municipal de Madrid se ajusta a lo exigido por la normativa estatal para acceder a la rebaja de la edad de jubilación. ¿Podrían hacerse públicos esos estudios citados? Y, ¿sólo afectan a los policías municipales de Madrid o pueden considerarse válidos para todos los policías locales?
Se trata de una proposición completamente demagógica, si entendemos como tal “aquella medida que en última instancia fallará y que cuando esto ocurra, lo hará a un coste inmenso para los mismos grupos a los que presuntamente favorecía”[1]. Trataré de exponer porqué considero que estamos ante un planteamiento demagógico:
Ante la necesidad de garantizar la sostenibilidad financiera del sistema de Seguridad Social, el anterior gobierno del PSOE aprobó una ley de agosto de 2011, en la que se ha apoyado un gobierno del PP para aprobar una real decreto en diciembre de 2012 en el que se aumentaba con carácter general la edad de jubilación de los trabajadores españoles. Esta medida se había adoptado teniendo en cuenta el aumento incuestionable de la esperanza de vida en España (una de las más altas del mundo); la disminución prolongada de las tasas de natalidad que hacen que las pirámides de poblaciones pasen a ser rombos de población y la progresiva disminución del período de actividad laboral, como consecuencia de la prolongación de estudios y formación antes de acceder por primera vez al mercado de trabajo, unido a las altas tasas de desempleo que con carácter estructural se mantienen en España.
Actualmente el OADR[2] (old age dependency ratio) o porcentaje de jubilados (más de 65 años) con relación a la población activa (entre 20 y 64 años), según datos de la ONU, en España pasará de un 26% actual a un 68% en 2050. Es decir, si ahora hay un jubilado por cada cuatro personas activas en edad de trabajar –aunque no estén trabajando- , en el año 2050 habrá dos jubilados por cada tres activos. A mayor abundamiento de esta tesis, el INE acaba de publicar el informe correspondiente al año 2013 de Movimiento Natural de Población (Nacimientos, Defunciones y Matrimonios), en este informe se recoge que en España a lo largo del año 2013 los nacimientos fueron un 6,4% inferiores a los acontecidos en el año anterior, registrando así por quinto año consecutivo un descenso en el número de nacimientos. Igualmente se reduce el número medio de hijos por mujer hasta los 1,26.
La medida es demagógica por cuanto el Ayuntamiento de Madrid -con mayoría del PP y el apoyo unánime de todos los partidos con representación en el Pleno-, al igual que muchos ayuntamientos de España, aprueba la proposición que va contra lo acordado, por PP y PSOE, de retrasar la edad de jubilación con carácter general para los trabajadores. Además, ¿no es de interés para los políticos del Ayuntamiento de Madrid, la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones? Sin duda estamos ante una concesión y halago a los sentimientos elementales de los ciudadanos con el propósito de conseguir, para unos, o de mantener, para otros, el poder[3].
Ante la pregunta ¿quién pagará las pensiones de los policías locales que se jubilen en la década de los años treinta o cuarenta? La única respuesta cierta que se puede dar hoy es que las pensiones, si prosperan estas medidas populistas, serán miserables para los policías locales y para todos los demás trabajadores españoles. Es decir, el adelanto de la edad de jubilación irá contra quienes no hayan tenido capacidad de ahorro o carezcan de otros ingresos y se encuentren dentro de veinte o treinta años, en el momento de su jubilación, con pensiones muy bajas. En resumen, el sistema fallará entonces y perjudicará a los supuestamente beneficiados.
Es necesario dejar constancia que la proposición aprobada no es más que un brindis al sol de todos los partidos con representación en el Pleno municipal madrileño (lo mismo ha ocurrido en otros ayuntamientos que han aprobado proposiciones similares). Pretenden compensar (?) la pérdida de los beneficios sociales a los policías municipales desde el año 2012, satisfaciendo una demanda no generalizada y mal explicada a los policías. Sabiendo que este tipo de proposiciones no tienen ningún recorrido si no existe la voluntad política del Gobierno de España, que es el que tiene la competencia para aprobar el adelanto de la edad de jubilación. En este sentido, no está de más traer a colación lo ocurrido con la reforma de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para permitir que se crease el Cuerpo de Agentes de Movilidad. ¿Cuántas proposiciones se aprobaron en el Ayuntamiento de Madrid para que el Ministerio del Interior tramitase la reforma?: ninguna.
Por último, es preciso acudir a un tema recurrente: el modelo policial español. En España existen alrededor de 70.000 policías locales que con los demás componentes policiales hacen que nuestro país sea el de mayor ratio de policías por cada mil habitantes de toda Europa y prácticamente de todo el mundo. Por eso resulta curioso que en la proposición aprobada se esté pidiendo dinero a la Hacienda del Estado para compensar las jubilaciones con la llegada masiva de agentes nuevos para mantener el número de efectivos policiales. Lo que deberían estar pidiendo los ayuntamientos es una delimitación clara de las competencias que les corresponden a los Cuerpos de Policía Local; lo que pasa por la modificación de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La actual situación de solapamiento y confusión de competencias entre los diferentes cuerpos policías es generadora de no pocos conflictos en multitud de municipios españoles entre los componentes de cada cuerpo y entre las correspondientes jefaturas.
En tema económico no cabe mayor despropósito en proposición aprobada por el ayuntamiento de Madrid: por un lado se traslada el pago de las pensiones de todos los policías jubilados anticipadamente a la Seguridad Social –que ya tiene bastantes problemas para hacerse cargo del pago de las pensiones- y, por otro lado, se pide dinero para pagar a los nuevos policías que tendrían que incorporarse, pues no se contempla una reducción de efectivos. En definitiva, más gasto público y mayor déficit, o recortes en otras áreas más básicas del Estado de Bienestar.
Dicho lo anterior, hay que referir que el Ayuntamiento de Madrid, como otros ayuntamientos tendría que ir estudiando (desde la aprobación de la LOFCS en 1986 podría haberlo hecho ya) qué hacer con los policías municipales a partir de cierta edad o que presenten limitaciones psicofísicas para el desempeño de la actividad propia de los policías locales (muy mal definida). Seguro que dentro de las plantillas de cualquiera de las Administraciones Públicas existen puestos que podrían desempeñar los policías en segunda actividad a plena satisfacción, y sin que tengan ninguna reducción en las retribuciones. Bastaría con establecer criterios sencillos que facilitasen la movilidad. Con independencia de que con absoluta libertad, el que quiera jubilarse antes de los sesenta y cinco años, pueda hacerlo en las mismas condiciones que tienen con carácter general el resto de los trabajadores”.
LATINI IUNIANI
Junio, 2014