SERPICO/ Smartphones… y servicio policial
14 enero, 2015
A ‘Nisi in se defendendo’ le gusta esto de escribir: “Me gustaría poner en consideración de toda la comunidad policial, una situación que se viene produciendo en esta nueva era de las tecnologías y las redes sociales que, en principio, proyectan una imagen francamente mejorable del servicio policial.
Me refiero a la epidemia querencial que se observan en muchos agentes y mandos al estar continuamente accionando o interactuando con los smartphones como si fuera su único y exclusivo cometido, abstraídos totalmente del universo-entorno proteccional requerido; haciendo, recreando o gestionando el no se sabe que.
Estas Navidades, por motivos de viajes, he tenido oportunidad de comprobar que no es una “dolencia” de una fuerza pública concreta ni de una localidad o municipio en particular, sino que es una ola que se reproduce y plagia como si fuera una necesidad intrínseca de la operativa policial. He llegado a constatar, no solo a agentes patrullando a pie ensimismados con su “mundo-móvil” que les hacían difícil el circular entre la muchedumbre, sino a agentes dentro del patrulla -en puestos fijos- que ilimitadamente se encontraban manejando denodadamente el teclado de sus smartphones en una especie de competición sin levantar la vista ni darse cuenta de lo que ocurría en su alrededor.
La realidad es esta, y aquí me gustaría proponer una reflexión sin buscar ni poner malos ni buenos, sino imbuir si toda esta fiebre costumbrista atenta contra lo que representamos, y es o puede ser considerada de necesaria mejora. En definitiva, sin descuidar el habido normativo y deontológico que ineludiblemente deberá de cumplirse, barruntar novedosas posibilidades –técnicas-operativas- que hagan compatible y muy eficiente este mundo de las nuevas tecnologías y el propio acervo policial deseado. En definitiva, cultivar sólo aquellos hábitos que quisiéramos que dominaran nuestras vidas profesionales.
A día de hoy, -a lo mejor- no podemos ni debemos desdeñar la equipación policial con un Smartphone -o como se llamen- de ultima generación que permita la trasmisión de voz, datos e imágenes en tiempo real y a la vez posibiliten la sustentación de un registro o base de datos, evitando tanto y tanto papeleo y duplicidades de entrega y destino de la información operativa diaria, y además faculten la interacción al instante entre las diferentes instancias y departamentos.
Nadie puede dudar que “estas máquinas” son cada vez más eficientes y mejores, pero también debe quedar claro que la imperfección es la grandeza del hombre; así, procúrense y póngase -si es posible- todas estas herramientas e inteligencia artificial al cometido de las necesidades y demandas del propio servicio, y por descontado, trabajemos por evitar y limitar que todos estos nuevos “trebejos” se usen o conviertan simplemente como simples hacedores de entretenimiento y pasatiempos cuando nos encontramos de situación activa de ocupación.
Creo que es cometido y merece la consideración de todos: la Administración, la comunidad tecnología, mandos, agentes, necesidades, oportunidades, contexto, etc., trabajando y entendiendo el término “communicare” con el significado de “compartir, participar en algo, poner en común“, confeccionando una sinfonía esencial de representación, educación, intercambio y desarrollo para la vida profesional en la sociedad policial. A más, hemos de no desterrar la comunicación no verbal, como parte importante que actúa como reguladora del proceso comunicativo, ampliando o aminorando el significado del mensaje y el ser del mensajero.
Nisi in se defendendo”