Autor Tema: La opinión de un ciudadano de la calle  (Leído 428194 veces)

Desconectado Der Kaiser

  • Druida
  • ****
  • Mensajes: 9754
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3720 en: 10 de Abril de 2020, 19:46:44 pm »
Los puntos sobre las íes que a él le interesan.......

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3721 en: 12 de Abril de 2020, 10:57:25 am »
El hijo del primer policía fallecido: «Si el Gobierno fuese gente honrada, dimitirían en bloque»




José Luis Gómez, primer policía fallecido por Coronavirus

    Raquel Tejero
    12/04/2020 06:46

José Luis Gómez fue el primer agente de la Policía Nacional que falleció de coronavirus. Lo hizo en Barcelona después de 23 años de servicio en la UIP. Su hijo Luis ha concedido una entrevista a OKDIARIO, para opinar sobre la situación de España, la gestión del Gobierno y la enfermedad que se ha llevado a su padre.

PREGUNTA. Han pasado apenas unos días, ¿cómo te encuentras?

RESPUESTA. En primer lugar, quiero darte las gracias por el apoyo y buen trato que nos habéis dado durante estos días. Respondiendo a la pregunta, ahora estoy algo mejor, tratando de pasar los días lo mejor que puedo y esperando a que acabe todo esto para poder dejar a mi padre descansar donde él hubiese querido. Lo necesitamos también para poder cerrar todo lo que se pueda la herida de lo que supone una noticia así.

P. ¿Habéis sentido apoyo después de lo ocurrido?

R. Desde el mismo momento que supimos el fatal desenlace, nos llegaron incontables mensajes y llamadas de apoyo, incluso de gente de fuera de Europa que coincidió con mi padre. Todo esto nos ha reconfortado, ya que muchísima gente le conocía por haber trabajado con él y todos guardan un buen recuerdo. Gracias a esto sabemos que va a ser recordado durante mucho tiempo en la memoria de toda esta gente.

P. ¿Sabéis cómo se produjo el contagio?

R. No podemos saberlo con seguridad, así que no me quiero aventurar a decir ni cómo ni dónde.

P. ¿Cuál es tu opinión de la gestión del Gobierno sobre esta crisis?

R. La gestión ha sido nefasta de principio a fin. Se han reído de nosotros todo lo que han querido y todos los que han querido. La UE, la OTAN, Turquía… Solo espero que toda esta desgracia haga a la gente despertar y salir a la calle a pedir responsabilidades una vez acabe todo esto porque ahora mismo es momento de estar unidos y salir adelante todos juntos.

Me gustaría añadir aquí una opinión sobre el tema del personal sanitario y todos los servidores públicos que durante la pandemia salimos a trabajar. Se agradece mucho el aplauso a las 20:00 horas, pero cuando acabe todo esto espero que la misma gente que aplaude también nos aplaudan y luchen con nosotros cuando salgamos a la calle a reclamar nuestros derechos y exigir mejoras laborales.

P. Una de las grandes críticas es la falta de material de protección de los policías y otros cuerpos ¿Contaba con equipo de protección tu padre en su trabajo?

R. Tenía protección, pero seguramente, no la suficiente. Sobre el tema de la protección puedo decir que, debido a mi trabajo, de vez en cuando estoy en contacto con agentes de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona, y cuando hemos tenido que coincidir, nos han llegado a pedir a mí y a mis compañeros si les podíamos dar mascarillas, guantes y gel desinfectante.

Por todo ello, me parece un insulto a la inteligencia que el Gobierno califique como personal de bajo riesgo de contagio a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, bomberos, personal aduanero y seguridad privada.

P. ¿Qué se debería haber hecho para evitar los ya más de 15.000 fallecidos?

R. Creo que ha quedado clara la importancia de tener un control exigente en nuestras fronteras. Simplemente con eso ya se hubiese reducido significativamente el número de afectados. Un ejemplo es Hungría, donde hoy en día solamente hay 744 casos. Ha quedado demostrado que el paciente cero es la globalización.

P. ¿Esperas una explicación o disculpa por parte de las autoridades?

R. Sinceramente no quiero ninguna disculpa porque serán palabras vacías. Lo que sí que espero es que den una explicación del por qué no se han tomado medidas a tiempo, y más cuando ya estábamos viendo todo lo que pasaba en China e Italia.

P. ¿Qué cree que debería hacer ahora el Gobierno?

R. Si fuese gente honrada, que ya sabemos todos que no es así, deberían dimitir en bloque por su pésima gestión. Ahora bien, como ya sabemos que ni unos ni otros tienen la decencia de aceptar sus errores, me gustaría cambiar la pregunta. ¿Qué es lo que debemos hacer el conjunto de españoles para hacer justicia para nuestro propio pueblo? Aquí ya que cada uno tome conciencia de todo lo que nos ha pasado con todos los gobiernos que hemos tenido, lo que está pasando y, seguramente, nos siga pasando. Después de eso que actúese según su criterio. Por mi parte, lo tengo claro.

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3722 en: 12 de Abril de 2020, 13:22:35 pm »
A ver quien le lleva la contraria con el.hacha en la mano

 https://youtu.be/7LM5QN72jP8

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3723 en: 12 de Abril de 2020, 16:52:58 pm »

OPINIÓN

La gestión del coronavirus es el mayor fracaso en políticas científicas de nuestra generación


El editor de la prestigiosa revista científica The Lancet aporta su visión crítica sobre la gestión de la epidemia"En esta ocasión, los expertos y los científicos dieron como hechas algunas realidades que luego resultaron no ser ciertas"

Casos acumulados de coronavirus en el mundo (mapa de la Universidad John Hopkins)
Por Richard Horton
11 abr 2020 20:29

Sabíamos que esto iba a pasar. En 1994 Laurie Garrett publicó un libro clarividente, un aviso, The Coming Plague [La próxima plaga]. Su conclusión era: "Mientras el género humano se pelea entre sí, la partida cae del lado de los microbios, que ganan terreno. Son nuestros depredadores y vencerán si nosotros, Homo sapiens, no aprendemos a vivir en una aldea global que deje pocas oportunidades para los microbios".



Si les parece que esa forma de expresarse es hiperbólica, tengan en cuenta un análisis más sobrio realizado por el Instituto de Medicina de Estados Unidos en 2004. Se evaluaban las lecciones del brote de Sars de 2003 citando a Goethe: "Saber no es suficiente; debemos aplicar. Querer no es suficiente, debemos actuar". Concluía que "la veloz contención del Sars es un éxito de la salud pública pero también una advertencia… si el Sars sucede de nuevo… los sistemas sanitarios de todo el planeta recibirán una presión extrema… una vigilancia continua es de vital importancia".


El mundo hizo caso omiso a las advertencias.

Ian Boyd, quien fuera asesor científico del gobierno británico entre 2012 y 2019 recordó recientemente que "un entrenamiento realizado para un escenario de pandemia de gripe en el que morían alrededor de 200.000 personas me dejó hecho trizas". ¿Sirvió para que algún gobierno tomara medidas? "Aprendimos lo que funcionaría en caso de tener que aplicarlo, pero no necesariamente se pusieron en marcha las lecciones aprendidas".


Las políticas de austeridad acabaron con la ambición y compromiso por parte de los gobiernos de proteger a sus ciudadanos. El objetivo político fue disminuir el rol del Estado, que tuviera menor capacidad de intervención: el resultado fue dejar al país herido de gravedad. Sean cuales fueren las razones por las que no se aplicaron las lecciones de las simulaciones de Sars y gripe, el hecho es que –Boyd lo ha sintetizado- "nuestra preparación era deficiente".   

La respuesta global al Sars-CoV-2 es el mayor fracaso de la política científica de nuestra generación. Las señales estaban ahí. Hendra en 1994, Nipah en 1998, Sars in 2003, Mers en 2012 y Ébola en 2014; todas esas grandes epidemias que afectaron a los humanos fueron causadas por virus que nacen en los animales y luego saltan al ser humano. El Covid-19 lo causa una nueva variante del virus que causó el Sars.

A nadie sorprende que las señales de alarma pasaran inadvertidas. Pocos de nosotros tienen la experiencia de una pandemia y todos tenemos parte de culpa por haber ignorado información que no refleja nuestra propia experiencia del mundo. Las catástrofes ponen de manifiesto la debilidad de la memoria humana. ¿Cómo puede planificarse ante un suceso aleatorio y extraño, más cuando el sacrificio exigido es tan intenso?


Como argumenta la sismóloga Lucy Jones en su libro de 2018 The Big Ones,"los riesgos naturales son inevitables, el desastre no lo es".

El primer deber de un gobierno es proteger a sus ciudadanos. Los riesgos de una pandemia pueden medirse y cuantificarse. Como han demostrado Garrett y el Instituto de Medicina, los peligros de una nueva epidemia se sabían y comprendían desde la aparición del VIH en la década de los 80. Desde entonces, al menos 75 millones de personas se han contagiado de ese virus y han muerto 32 millones de personas. Puede que no se haya extendido por el planeta a la velocidad del Sars-CoV-2 pero su alargada sombra debería haber puesto sobre alerta a los gobiernos para que tomaran las medidas necesarias ante el estallido de un nuevo virus.

Durante una crisis, es comprensible que tanto ciudadanía como políticos se conviertan en expertos. Pero en esta ocasión, los expertos, los científicos que han modelizado y simulado futuros posibles, dieron como hechas algunas realidades que luego resultaron no ser ciertas. El Reino Unido asumió que esta pandemia se parecería bastante a una gripe. El virus de la gripe no es benigno, el número de personas fallecidas cada año por gripe en Reino Unido varía mucho con un pico reciente de 28.330 muertos en 2014-2015 pero la gripe no es Covid-19.

En contraste, China quedó marcada por su experiencia con Sars. Cuando el gobierno se dio cuenta de que había un nuevo virus en circulación, las autoridades chinas no recomendaron el lavado de manos, ni toser con más educación o tener cuidado con el lugar en el que se tiraban los kleenex. Pusieron ciudades enteras bajo cuarentena y apagaron la economía. Como me dijo un ex secretario de salud inglés, nuestros científicos sufrieron un ataque de "sesgo cognitivo" ante el riesgo medio que supone la gripe.

Quizás por ese motivo, el comité más importante del gobierno en esta crisis, el recién creado grupo de asesoramiento ante las amenazas de virus respiratorios (Nrevtag) llegó a una conclusión el 21 de febrero, tres semanas después de que la Organización Mundial de la Salud hubiera declarado la crisis una emergencia de salud pública de alcance internacional: no objetaba la evaluación de riesgo "moderado" a la salud pública de la población del Reino Unido.

Cometieron un error importante.

No elevar el nivel de riesgo tuvo como consecuencia un retraso mortal a la hora de preparar al sistema de salud ante la ola de infecciones que estaba por venir. Es doloroso releer las peticiones desesperadas de ayuda por parte del personal de primera línea del sistema sanitario público en Reino Unido. "El agotamiento del personal de enfermería nunca ha sido tan alto y muchas de nuestras heroicas enfermeras están al borde de un ataque de nervios". "Enferma ver que esto sucede y que, de algún modo, el país, cree que es lo correcto permitir que algunos trabajadores enfermen, reciban ventilación y mueran". "Me siento como un soldado que va a la guerra desarmado". "Es un suicidio". "Estoy harto de que me llamen héroe porque si tuviera opción no vendría a trabajar".

La disponibilidad y el acceso a equipos de protección individual ha fracasado de manera estrepitosa en el caso de muchos sanitarios, médicos y personal de enfermería. Algunos gestores de hospitales habían hecho la planificación correcta. Muchos no han sido capaces de proveer los equipos de protección necesarios a sus equipos de respuesta en primera línea.

En cada conferencia de prensa, el portavoz del gobierno incluye la misma frase: "Hemos seguido los consejos médicos y científicos". La frase es buena. Sólo es cierta en parte. Los políticos sabían que el sistema de salud no estaba preparado. Sabían que no se habían organizado las capacidades suficientes para proveer de cuidados intensivos ante un incremento de casos y necesidades como las actuales. Un doctor me escribió lo siguiente: "Parece que nadie quisiera aprender de la tragedia humana de Italia, China, España… Es realmente triste… Los médicos y los científicos no han sido capaces de aprender los unos de los otros".

Se supone que vivimos en el 'antropoceno', una era en la que la actividad humana  impone su influencia sobre el medioambiente. El concepto de antropoceno conjura una cierta idea de omnipotencia humana. Pero el Covid-19 revela la sorprendente fragilidad de nuestras sociedades. Ha expuesto nuestra incapacidad para cooperar, coordinarnos y actuar juntos. Quizás no podamos controlar el ámbito de lo natural en absoluto. Quizás no tengamos la capacidad de control que alguna vez creímos tener.

Si el Covid-19 es capaz de imbuir algún grado de humildad al ser humano, es posible que después de todo acabemos mostrando cierta receptividad a las lecciones de esta pandemia letal. O quizás nos sumerjamos de nuevo en nuestra cultura de complacencia y excepcionalismo en tanto llegue la próxima plaga. Que lo hará.

La historia reciente nos muestra que más temprano que tarde.

Traducción de Alberto Arce.

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3725 en: 14 de Abril de 2020, 06:41:56 am »
 
ENTREVISTA A EUDALD CARBONELL
"Los neandertales vivieron una secuencia de colapsos como esta y desaparecieron"

Uno de los referentes en evolución humana considera que el coronavirus es el último aviso antes de una catástrofe. "Esto rompe o acelera el camino hacia una guerra mundial", avisa

Autor
David Brunat

12/04/2020 14:22 - Actualizado: 13/04/2020 02:13

Eudald Carbonell (Ribes de Freser, 1953) lanzó un mensaje inquietante a finales de marzo. Y como todos los mensajes inquietantes, lo hizo en forma de comunicado: “El coronavirus Covid-19 es el último aviso y, si no toman decisiones, tendremos el colapso de especie”, afirmó.

Codirector de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, Carbonell es uno de los mayores expertos españoles en la evolución del ser humano, desde la prehistoria hasta el momento actual. Su labor como prehistoriador y paleontólogo le valió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997, es miembro de Museo del Hombre de París y ha sido durante años una de las firmas de referencia en su ámbito en revistas de prestigio. Ha publicado además multitud de libros de divulgación, el más reciente “Hazte humano (tengas la edad que tengas)”, un repaso a la historia de la vida.

“Llevo 45 años sin parar pensando en el pasado y ahora me interesa el futuro”, reconoce. Y lo que ve no es precisamente esperanzador. El reciente estallido de la pandemia del Covid-19 ha confirmado sus peores presagios, que ya apuntó hace 20 años en distintos trabajos. “Esta no es solo una crisis sanitaria, es una crisis social y universal, es el colapso del sistema por no haber afrontado cambios estructurales cuando hace unos años tuvimos ya las primeras advertencias”.

PREGUNTA. ¿De verdad nos abocamos al colapso?

RESPUESTA. No debemos confundir colapso con extinción, aunque están relacionados. Si no hay conciencia crítica se producen colapsos, y muchos colapsos repetidos llevan a la extinción de la especie. Un ejemplo reciente de colapso: la crisis económica de 2008. Nunca he sido partidario de que la extinción humana esté cerca, como sí dicen científicos como James Lovelock, pero en los últimos años estamos viviendo procesos de colapso debido a nuestra incapacidad para sincronizar la conciencia como especie con el aumento exponencial de la tecnología. Estamos en un cuello de botella, es un cambio de fase que no sabemos afrontar.

Somos capaces de destruir un meteorito con un misil nuclear pero para un virus no existe un protocolo consensuado

P. Ponga un ejemplo de esa falta de sincronía.

R. La incapacidad de anticiparnos a la pandemia del Covid-19. Me alucina que una especie tan inteligente no tenga un protocolo ante el ataque de una molécula. Somos capaces de destruir un meteorito con un misil nuclear, con las graves consecuencias que eso tendría, pero para algo tan endogámico del planeta como un virus no existe un protocolo universal consensuado. ¿Por qué? Porque no tenemos conciencia crítica de especie. Cada país, cada empresa, compite por desarrollar la tecnología para su propio beneficio. Si de esta revolución tecnológica que estamos viviendo se hubiera dedicado a la cuestión de los virus el 0,001 del PIB mundial, ya tendríamos la vacuna a punto cuando el Covid hubiera llegado. Es una cuestión de a qué destinas los medios. La ciencia debe considerarse un pilar fundamental, que es lo que pasará en el futuro inmediato. Será una infraestructura más importante que los aeropuertos.

Científicas en un laboratorio brasileño que investiga una vacuna contra el Covid-19. (EFE)
Científicas en un laboratorio brasileño que investiga una vacuna contra el Covid-19. (EFE)

P. ¿Y si no?

R. El desastre. El Covid es el último aviso. Esta molécula ha desestabilizado el sistema y las consecuencias no son solo sanitarias, son económicas y provocará muchos más muertos que lo que diga la cifra oficial. El primer paso en positivo sería socializar la vacuna, pero en cambio vemos que somos incapaces de coordinarnos entre países ni de tener una respuesta adecuada. Cuando las cosas se hacen mal, solo pueden ir a peor. Es una ley etnográfica. El coronavirus es el último aviso, tenemos que aprender la lección.

P. Eso es ir más allá de ser agorero.

R. Piense que es la primera vez que la humanidad entera se plantea desafiar a la selección natural. Todos los países, todas las estructuras de poder, amenazadas al mismo tiempo. Es algo único. La conciencia de especie hace que intentemos salvar todas las vidas posibles y lo hacemos gracias a la tecnología. Sin ella, el resultado del Covid-19 sería un diezmo de la población similar al de la gripe de 1918 o a la peste negra del siglo XIV. Ahora lo importante es salvar vidas, sin duda. Pero la tecnología sola no nos salvará si no empezamos a redistribuir la energia en lo realmente importante para nuestra superviviencia, como por ejemplo acabar con los líderes, que es lo peor que hemos conservado de nuestro grupo zoológico. Generalmente ponemos a los peores al frente y estas son las consecuencias.

Es la primera vez que la humanidad entera se plantea desafiar a la selección natural

P. ¿Hay que cargarse a los políticos?

R. Solemos elegir a los peores, tenemos esa incapacidad como especie, no se sabe bien por qué. En estas democracias formales se vota a gente que son los más ineptos. La selección natural consiste en eliminar a los menos adaptados, que no son necesariamente los más débiles. En el pasado, la propia estructura evolutiva expulsaba a los que no se adaptan. Porque si no, desapareces como grupo. Es algo obvio.

R. Entonces mejor no le pregunto qué piensa del papel de los líderes occidentales en esta pandemia.

R. Mala y desarticulada. En lugar de buscar una respuesta interdependiente, los países se dedican a robarse los cargamentos de material sanitario. Si en esta crisis se impone la competitividad, los humanos nos estaremos equivocando. No vamos bien. Las crisis no son ninguna oportunidad, son desastres provocados por nosotros y por nuestra forma de organizarnos. Cuando estalla una crisis es que lo has hecho muy mal antes, si lo haces bien no hay crisis. El Covid-19 surge porque lo hemos hecho muy mal antes rompiendo los equilibrios del planeta en nombre de la globalización. Y si encima improvisas la respuesta pasan estas cosas.

Operarios desinfectan las calles en China. (EFE)
Operarios desinfectan las calles en China. (EFE)

P. Pero disponemos de organismos superiores como la ONU, la OMS o la Unión Europea para prevenir y coordinar respuestas.

R. La mayoría de esas grandes estructuras son absurdas. La ONU y la OMS son monstruos burocratizados sin ninguna utilidad práctica. En una pandemia mundial, la OMS se dedica a aconsejar porque no puede hacer otra cosa. Fíjese la Unión Europea, es un gigante con pies de barro porque no es una estructura social, es una estructura económica hecha por las clases extractivas para quedarse con los impuestos de la gente, cuando debería ser una Europa social que pensara en las personas. No solo en los europeos, sino en la especie. Y esto lo digo por los refugiados. Disponer de super estructuras es positivo, pero no de esta manera. El virus nos ha hecho ver que vamos muy tarde.

"Véneto está controlando el coronavirus porque no ha seguido a la OMS"
Ángel Villarino
Fue uno de los primeros científicos en advertir el riesgo que corría Europa y ha tutelado el experimento más exitoso y uno de los más esclarecedores en la lucha contra el coronavirus

P. Ahí están los líderes mundiales, nadie discute su lugar. Eso rompe la teoría de los mejor adaptados. O quizá es que lo son.

R. La evolución es muy compleja y ella sola da soluciones. Los sistemas siempre encuentran una salida, pero las facturas hay que pagarlas y a veces son muy dolorosas. La estructura moderna del mundo viene de la desestructuración de Roma, que dio paso a la Edad Media. El propio capitalismo es una consecuencia del proceso evolutivo. Nadie dijo ‘vamos a hacer el capitalismo’. La única forma política artificial es el socialismo, que no ha funcionado por razones obvias, principalmente la incapacidad de las cúpulas. Hemos de cambiar los sistemas jerárquicos. Esto nos llevará tiempo, pero no necesitamos vivir en jerarquía como los lobos. La gente sabe leer y escribir, sabe pensar, y la capacidad de acceder a la información ha acelerado las condiciones evolutivas. Socializar el fuego costó 500.000 años. Socializar el teléfono móvil, solo 40.

P. ¿Cuándo se iniciaron estos colapsos de la especie?

R. Cuando se socializó el capitalismo. Hizo falta una revolución industrial y dos guerras mundiales para que las mercancías pudieran circular por todo el planeta. Eso nos costó 200 millones de muertos sobre una población de 1.500 millones, un 13% de la población mundial. En esa época es cuando se crean estos organismos supranacionales inservibles que en lugar de obligarnos a obtener consensos en un momento de crisis se dedican a aconsejar. El trauma de las guerras mundiales y la pobreza subsiguiente no nos ha llevado a tener una actitud crítica y responsable con el conjunto de la humanidad. Diría que al contrario, más competitividad y mayor desconfianza. La globalización es un error que pagaremos caro.

La crisis de los misiles fue un aviso similar al de este Covid-19. El mundo pudo irse al garete y tuvimos conciencia de especie

P. ¿En algún momento hemos actuado con conciencia de especie?

R. La crisis de los misiles fue un aviso similar al de este Covid-19. El mundo pudo irse al garete por culpa de una guerra nuclear y ahí tuvimos conciencia de especie para frenar la escalada a tiempo. Por desgracia, los pequeños colapsos, por ejemplo las guerras en Oriente Próximo, la crisis económica de 2008, ahora el coronavirus, nos llevan irremediablemente a una guerra mundial. ¿Cuándo? No lo sabemos. Y en una guerra mundial varios países dispondrán de una energía nuclear que no se ha usado con fines de destrucción aún, pero que por supuesto querrán usar de forma destructiva. Si esto finalmente no ocurre es porque somos humanos, porque de nuevo volvemos a anteponer la conciencia de especie.

Una adolescente se coloca un pañuelo en la cara en el transporte público. (EFE)
Una adolescente se coloca un pañuelo en la cara en el transporte público. (EFE)

P. ¿Entonces el Covid-19 es un colapso más que nos aboca a la guerra?

R. Si seguimos por este camino, no lo dude. El Covid-19 o rompe o acelera el camino hacia una guerra mundial, pero nada se mantendrá igual. Aunque cuando esto pase mucha gente diga ‘ya hemos vuelto a la normalidad’, no será lo mismo debido a las profundas consecuencias económicas y estructurales. Esto nos coge con la resaca de la crisis de 2008, que también forma parte de ese sistema de colapsos. La formación social que gobierna el planeta no sabe solucionar los problemas, y no me gustaría llegar al final de los colapsos secuenciales. Eso ya ocurrió con los neandertales y mire cómo terminaron.

P. Cuente.

R. Los neandertales también vivieron una secuencia de colapsos como la actual. Entre los años 50.000 y 40.000 AC, se produjeron una serie de crisis cíclicas y contínuas. Cada dos o tres mil años, se producían cambios climáticos que les obligaban a readaptarse. Ahora llega el frío y el agua se congela, ahora el calor… Hasta que llegó un punto en que no hubo una respuesta de la especie ante estas secuencias. Los neandertales desaparecieron tras haber ocupado una gran extensión territorial en Eurasia y ser un grupo cohesionado y en crecimiento demográfico articulado en clanes alrededor del 60.000 AC. A la crisis climática se unió la llegada de los homo sapiens, que penetraron por el próximo Oriente y todo se fue desestructurando, los grupos neandertales se fueron aislando, y al aislarse perdieron la conectividad y el sistema perdió cohesión. ¿Por qué cayó Roma? Algunas teorías dicen que empieza a caer cuando se deslocaliza la agricultura y se traslada a las colonias del norte de África, donde los patricios, que eran el factor de cohesión, dejan de estar al pie del cañón.

P. Nuestra generación no parece muy por la labor de reaccionar contra las élites.

R. No lo hemos hecho y debemos reaccionar, porque si no, se acepta el nepotismo y que los genes no aptos de la especie tomen decisiones catastróficas. Tenemos los peores líderes posibles, fíjese quién manda en las principales potencias. Por eso me da pánico una guerra mundial.

P. ¿Esa guerra sería el colapso definitivo?

R. Es posible, pero podemos evitarla. Debemos desacelerar rápidamente la globalización y apostar por la planetización, que es tener conciencia crítica de especie y evitar gastos inútiles y pérdidas de energia exponenciales provocadas, entre otros factores, por el consumismo. Si no, entraremos en una secuencia principal de colapso que puede provocar entre 2.000 y 3.000 millones de muertos, la pérdida del 15% al 20% de la población. Las derivaciones de una crisis producen más muertos que la propia acción. En la primera y segunda guerra mundial se produjeron 50 millones de muertes, pero indirectamente se calculan unos 500 millones debido a patologías producidas por la destrucción. Ahora con el virus nos darán un número de muertos, pero morirán muchos más por problemas de salud pública derivados.

Un depósito de cadáveres en España. (EFE)
Un depósito de cadáveres en España. (EFE)

P. ¿Y cómo se cambian las tornas?

R.- La revolución está en la educación. Es lo de siempre, la sopa de ajo. Una educación por el progreso consciente en lugar de por el desarrollo. Dotar a cada persona de capacidad crítica para influir y organizar los sistemas en los que vivimos. Si no lo hacemos, en un mundo global con 7.000 millones de personas, con sociedades cada vez más abocadas al consumo de todo tipo de productos, esto reventará. No hay fórmulas mágicas para evitarlo. Educación, socialización responsable, conciencia crítica. Por desgracia los poderes económicos y geopolíticos no están por la labor.

P. ¿Arreglarán el desaguisado las nuevas generaciones?

R. Es cierto que los jóvenes son cada vez más individualistas, pero tengo esperanza. La tecnología te puede aislar, pero también te puede interconectar más que nunca. Sin la tecnología estaríamos muertos, no habría respuesta al virus. La clave es hacer un buen uso de ella a nivel de especie. El desarrollo exponencial de la tecnología, por ejemplo Internet, es una oportunidad fantástica. Vamos hacia un nuevo mundo. Habrá cambios y transformaciones, por las buenas o por las malas. No soy un pesimista, pero tampoco quiero ser un ignorante ante lo que nos enfrentamos.

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936

Desconectado Der Kaiser

  • Druida
  • ****
  • Mensajes: 9754
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3728 en: 14 de Abril de 2020, 20:43:12 pm »
https://twitter.com/vox_ciudadana/status/1249416960200396800?s=19


En la calle, a la extrema izquierda se le da mucha más manga ancha que a la extrema derecha, pero de lejos, gobierne PSOE o PP.

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3729 en: 16 de Abril de 2020, 11:04:31 am »


"Mi madre no es un número más": la estremecedora carta del hijo de una fallecida por coronavirus


José Antonio ha perdido a su madre por el Covid-19. Pide al Gobierno que no trate a los muertos como cifras y que les conceda un funeral de Estado que rinda homenaje a nuestros mayores


Leo y su hijo, José Antonio, en la residencia de Salamanca el pasado noviembre
Coronavirus en España, noticias de última hora
24 horas en una patrulla de Emergencias
JORGE BENÍTEZ
16/04/2020 01:31
Facebook
Twitter
Whatsapp
José Antonio Toribio perdió a su madre el pasado jueves por culpa del Covid-19 en una residencia de un pueblo de Salamanca. Leo, de 76 años, sufría Alzheimer desde hacía casi dos décadas, pero su cuerpo estaba fuerte como un roble. Había superado dos operaciones anteriores con mucho coraje hasta que una "insuficiencia respiratoria" se la llevó.

Leo ni siquiera figura en las estadísticas oficiales de muertos por la pandemia. Aunque tenía todos los síntomas y en su certificado de defunción se apunta como posible causa, su rápido deterioro en apenas unas horas impidió que la hiceran el test. Pero eso no importa. José no quiere que su madre sea una cifra, que nadie lo sea.

No son muertos de segunda. Detrás de ellos había vidas, tenían las mismas ganas de vivir que nosotros

"Detrás de todos los muertos hay personas. Nos acostumbramos a dar cifras. Los estamos deshumanizando". Por ello, José ha escrito una carta para poner rostro y memoria no sólo a su madre sino a todos los fallecidos anónimos por el coronavirus.


"No son muertos de segunda. Detrás de ellos había vidas. Parece que se justifican las muertes de la gente mayor o con patologías previas. Ellos tenían las mismas ganas de vivir que nosotros", cuenta José por teléfono.

José es muy crítico con la gestión política de la crisis y pide que todos los muertos sean homenajeados en un funeral de Estado y que "todas las banderas de este gran país ondeen a media asta".

A continuación, reproducimos su carta:

MI MADRE TIENE UN NOMBRE
Por José Antonio Toribio
"Mi madre no es un número más, mi madre tiene un nombre, Leo.

Y digo que tiene porque seguirá estando en mi corazón y en el de la inmensa mayoría de las personas que tuvieron la suerte de conocerla.

Porque ella era mágica, su historia de lucha y superación lo atestigua.

No es un número más porque ninguna víctima de esta tragedia merece ser marcada con un número y pasar a la siguiente pagina sin más.

Porque todas estas personas tienen una familia y tenían una vida por delante, más o corta o más larga, pero era su vida.

Porque mi madre tenía patologías previas, si, pero no era su momento. Esas patologías le permitían vivir, llevaba 18 años luchando y podría haber seguido luchando, porque esa era su esencia, la lucha.

Porque me niego a que nos estemos deshumanizando de esta forma, a que la vida de personas más o menos mayores no sea significante, a que la vida de las personas con otras patologías no valga nada.

Este gobierno está intentado deshumanizar la situación, infravalorando las muertes, "hoy seiscientos, cien menos que ayer, es un buen dato...". Por favor, estamos hablando de seiscientos muertos, de seiscientas vidas, en definitiva, de seiscientas personas que tenían ganas de vivir.

"BASTA DE TAPAR LAS MISERIAS"
El interés de este gobierno es seguir barriendo el polvo para esconderlo debajo de la alfombra, pero no se da cuenta de que hay más que polvo, hay demasiada mierda, hay demasiada basura como para que una simple alfombra la pueda ocultar.

Por eso pido que no caigamos en la trampa, no podemos seguir deshumanizando las muertes, dejándolas en simples cifras, tenemos que ponerles cara, tenemos que darles voz, porque detrás de esas cifras existen personas que han levantado este país de la nada, personas que han construido una democracia plena a pesar de haber vivido una época a la que, incluso los que no la hemos conocido, no queremos volver.

Por esa razón, tampoco podemos no alzar la voz para decir basta, basta de tapar las miserias, basta de censurar la información, basta de manejar la sociedad comprando las televisiones, basta de ocultar una mentira con otra mentira.

Porque este castillo de naipes no se sostiene, porque mentir para tener que volver a mentir, después de haber mentido previamente hará que se derrumbe, porque es el único destino de un castillo de naipes cuando las cartas de las que se compone están trucadas.

En algún momento este Gobierno debe asumir responsabilidades, asumir que la gestión más inútil de la peor crisis sanitaria de los últimos cien años no se puede barrer debajo de la alfombra. Asumirlo y humanizar TODAS y cada una de las muertes (las no oficiales, como la de mi madre, también).

"ESTE GENTE MERECE UN FUNERAL DE ESTADO"
Esta gente se merece un funeral de Estado, esta gente se merece que las banderas de todos los rincones de este gran país ondeen a media asta, esta gente merece un reconocimiento de toda la sociedad española, porque han sido víctimas de la propia sociedad, por ser más vulnerables, por ocupar el eslabón más débil de la cadena, por edad o por tener patologías previas o simplemente por estar luchando en primera línea de fuego contra el virus.

Porque esta gente se merece que este gobierno dimita, porque claro que no son un número más, sin embargo este Gobierno si lo es, ¡son 22 + 1 incompetentes!

Iros a vuestra casa, cuanto más lejos estén vuestras manos de la gestión pública, mejor, no os necesitamos, no necesitamos que salgáis a sobre comparecer para decir lo buenos que somos, eso ya lo sabemos, máxime cuando Sánchez no lo piensa, para él, el único bueno es él.

Por desgracia estamos perdiendo a los mejores soldados en esta guerra, a las generaciones que levantaron este país y los que cara a cara batallan en esta lucha (mi recuerdo a todos nuestros mayores, a los sanitarios, miembros del ejército y de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, transportistas, personal de limpieza y de supermercados, etc).

"LA VIDA DE MI MADRE HA SIDO LA LUCHA"
Y acabo con la historia de Leo, mujer brillante (con patologías previas si, pero mujer brillante).

Una de esas mujeres de la España rural que nacieron en mitad de la posguerra y que su vida ha sido la lucha, la lucha a base de esfuerzo, sacrificio, valentía y amor.

Una de esas mujeres a la que, sin vestir de morado, no le vais a dar lecciones de feminismo, porque han tirado del carro y si hacía falta, de la carreta, para conseguir su sueño, que no era otro que sus hijos tuviesen todo aquello que ellas no tuvieron. Y mi madre lo consiguió, nos dio todo con nada, consiguió sacar adelante a cuatro hijos y un marido que enfermó cuando el pequeño, que era yo, apenas tenía 8 meses. Así que basta de lecciones al pueblo, porque el pueblo os da las lecciones a vosotros, solo tenéis que pararos y escuchar.

A Leo le encantaba leer, pintar y crear. Tanto que, incluso cuando la injusta realidad borró sus recuerdos, ella seguía leyendo, aunque solo ella entendiese como se puede leer un libro del revés.

Y esa era su patología previa, tener mas personalidad, cualidades y valores que todo un rebaño de 22 palmeros que siguen a un líder narcisista al que le da igual vestirse de lobo que de cordero, vestirse de rojo, morado o amarillo o fumarse un puro con los que hasta hace dos días mataban a los de su propio banquillo.

Con patologías como las de mi madre merece más la pena vivir que con las patologías de ese rebaño que intenta engañar a un país para escapar de un virus al que solo se le gana la batalla luchando y que, por tanto, es inmune a la mentira en la que el propio rebaño se ha instaurado".

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3730 en: 16 de Abril de 2020, 11:07:04 am »

MI MADRE TIENE UN NOMBRE
Por José Antonio Toribio


Quizás, quien sabe...


VOX presenta a sus candidatos al Congreso, al Senado y a las Cortes Valencianas por Castellón

https://www.castelloninformacion.com/vox-presenta-a-sus-candidatos-al-congreso-al-senado-y-a-las-cortes-valencianas-por-castellon/

José Antonio Toribio Rodríguez.

Edad: 47 años. Nacido en Vitoria, vive en Castellón.

Profesión.  Guardia Civily Observador de la ONU.

Formación: Militar. Experto en Inmigración y Derecho Internacional.

Estado civil: Casado con dos hijos


Nombre y apellido muy común...en la Guardia Civil...será una coincidencia, pero cuando alguien escribe una carta y mete lo de "funeral de estado" no es un ciudadano de la calle.




https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1502396923148185&id=825277827526768

Un año más los Concejales del Grupo Municipal del Partido Popular de Navalcarnero, hemos  disfrutado del Día de la Hispanidad junto a nuestra querida Guardia Civil de Navalcarnero.
Ha sido un año diferente por los acontecimientos que marcan la actualidad política, pero con un mensaje más contundente, si cabe, a favor de la Unidad de España.

Nuestro portavoz; Manuel Pablos, junto al resto de concejales del PP, hicieron entrega de un ramo de flores en nombre del Grupo Municipal del Partido Popular de Navalcarnero en agradecimiento y dedicación, a nuestro Teniente, Jose Antonio Toribio Cabanillas y que hiciera extensiva a  todos los que forman el cuerpo de la Guardia Civil de Navalcarnero, por su dedicación incansable y su compromiso con España. 🇪🇸 

Agradecer a los compañeros concejales del PP de Sevilla la Nueva, a Natalia Quintana; Alcaldesa de El Alamo y Coordinadora de municipios del PP y los concejales de El Alamo, que nos han acompañado en la misa Mayor de Navalcarnero en honor a la Virgen del Pilar; Patrona de la Guardia Civil.

VIVA LA GUARDIA CIVIL.
VIVA ESPAÑA 🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸🇪🇸

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3731 en: 16 de Abril de 2020, 16:37:39 pm »
https://www.attacmadrid.org/2020/03/27/yuval-noah-harari-el-mundo-despues-del-coronavirus/


Esta tormenta pasará. Pero las decisiones que tomemos ahora podrían cambiar nuestras vidas en años venideros

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936

Desconectado Ruino

  • Master
  • ****
  • Mensajes: 1349
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3734 en: 17 de Abril de 2020, 19:37:25 pm »
Somos gentuza

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3735 en: 18 de Abril de 2020, 10:54:36 am »

Hacer política fake



El problema es el coronavirus, pero la extrema derecha nos dice que el riesgo es "el socialcomunismo" y extiende bulos y amenaza. Si ellos no tienen escrúpulos, los demás no debemos tenerles miedo...

Macarena Olona (Vox)Macarena Olona (Vox) | EFE

Jesús Cintora

  Madrid | 16/04/2020
España tiene un problema sanitario, el coronavirus, que va camino de los 20.000 muertos confirmados. Conllevará, a su vez, otro grave problema económico. Los ciudadanos no merecen, también, un problema político. La gente está parada en sus casas o cobrando sueldos mileuristas en los hospitales, los supermercados, en las obras o en las carreteras y no tiene por qué soportar las patrañas de dirigentes muy bien pagados que se dedican a crispar y no a trabajar. Los gobiernos, central, autonómicos y municipales, tienen la responsabilidad de la gestión. La oposición debe exigir esas responsabilidades, controlar y proponer alternativas, no alimentar el odio.

Hay una España de miles de muertos, contagiados, de gente con miedo en las residencias de ancianos, en las casas, con necesidades de test, de respiradores, de más personal sanitario, de equipos de protección... Ese es el problema. Mientras, hay quien lo aprovecha para sembrar el pánico y tratar de llegar al poder lanzando continuamente bulos de que esto lo han traído "los socialcomunistas", con la idea de aplicar "la eutanasia" a los viejos, implantar "un sistema totalitario chavista", meternos en "campos de concentración", cargarse la propiedad privada y ponernos "cartillas de racionamiento".

Puede dar risa, pero también hay mucha gente a la que le da miedo. Hay personas que se lo creen. Esta bazofia de discurso la hemos escuchado ya en sede parlamentaria y circula por las redes sin parar. No hay día sin que un familiar, un vecino o un amigo no reciban la correspondiente ración de bulos de la extrema derecha, a la manera de las tácticas extremistas puestas en práctica en otros países con la idea de alcanzar el poder. Y con el poder, el dinero, que es lo que les mueve. Es el mercado, amigo. Para competir, no les duelen prendas en mentir, amenazar y acosar a quien se ponga en medio y consideren un obstáculo en su estrategia. Ellos no tienen escrúpulos. Los demás no debemos tenerles miedo.

El líder de la oposición, Pablo Casado, debe pensar, una vez más, si compite con esta extrema derecha. Más que ponerse la corbata negra o azul, la situación merece ponerse a la altura. Controlar, proponer y exigir responsabilidades al Gobierno, sí. Pelearse por un puñado de votos, no toca. Para eso ya habrá tiempo. No estamos ante ningún "teatro de guiñoles", como dijo Casado. Estamos ante una cruda realidad, que también puede verse en las comunidades donde el PP gobierna: hay que gestionar la saturación de hospitales, la falta de medios y, en definitiva, la curación de enfermos. La enfermedad es el coronavirus, no puede ser la política.

Con el Covid-19 extendiéndose por el mundo, con miles de muertos en varios países y con la sociedad española con miedo, dudas, pero plantándole cara, la extrema derecha dice que "nuestra democracia está en riesgo, pero el causante no es el coronavirus, sino el gobierno socialcomunista". Analicen ustedes si la situación no merece más responsabilidad por parte de todos y tomemos ejemplo de quienes trabajan unidos en los hospitales, que se enfrentan a casos reales, no a fantasmas, ni a prácticas políticas falsarias.

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936

Desconectado Ruino

  • Master
  • ****
  • Mensajes: 1349
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3737 en: 20 de Abril de 2020, 15:35:22 pm »
Ppfffff

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936

Desconectado 47ronin

  • Administrador
  • Tyranosaurius Rex
  • ****
  • Mensajes: 223936
Re: La opinión de un ciudadano de la calle
« Respuesta #3739 en: 21 de Abril de 2020, 10:03:50 am »

El trasfondo del abuso policial



En esta trinchera que esta empezando a ser It Magazine siempre estaremos del lado de aquellos funcionarios de la autoridad íntegros, que además pensamos (o queremos pensar) que son mayoría. Dicho esto hay, sin embargo, motivos más que suficientes para sentir una honda preocupación si atendemos a tres circunstancias que conviven en la España de hoy:

Primero.- El máximo representante de un cuerpo policial que, no lo olvidemos, es de naturaleza militar, reconoce en rueda de prensa que trabajan para “minimizar ese clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno“. Cosa que se trató de un lapsus según dice el Ministro del Interior Grande Marlaska “el maricón”, expresión que a su vez fue un lapsus de la Fiscal General del Estado Dolores Delgado, que a su vez depende del Gobierno según un lapsus del Presidente Pedro Sánchez. Ese mismo lapsus del diputado Odón Elorza para mentir miserablemente en sede judicial sobre su implicación en la trama de pornografía infantil y abusos sexuales de su amigo Kote Cabezudo. Benditos lapsus que saltan de unos a otros en la bancada socialista y para todo sirven.

Segundo.- Los policías honestos que se rebelan frente a comportamientos fascistas de sus compañeros y lo denuncian a medios de comunicación como It Magazine, tienen que hacerlo desde el anonimato por temor a represalias.

Tercero.- Y esto es a mi juicio lo más grave de todo. Frente a la evidencia de lo primero y lo segundo, un creciente sector de la ciudadanía aplaude a los policías que practican el abuso y la violencia injustificada mientras desoyen a los íntegros.

Un ejercicio de memoria
En un escenario de progresiva merma de libertades civiles a manos de quienes gobiernan, muéstrense especialmente vigilantes con sus derechos fundamentales. Estén preparados para defenderlos a cualquier precio. Abran los ojos. La Historia es fiel testigo de la oscuridad en la que se han sumido las sociedades tolerantes con los dictadores, con los caudillos, con los führers, con los líderes revolucionarios de una ideología u otra. Combatan desde su atalaya ciudadana todo autoritarismo, todo exceso, todo abuso. Háganlo por mucho que el miedo les quiera empujar a pasarlo por alto. O de otro modo un día no muy lejano, quizás se encuentren preguntándose en qué momento dejamos ir la libertad y la democracia que antaño conocimos