El temporal no pudo con Ibai
Un bebé de siete días salva su vida al ser operado en el hospital de Cruces, al que llegó en una ambulancia con cadenas desde Vitoria
11.01.10 - 02:45 - JOSU GARCÍA
?Sólo tengo palabras de agradecimiento por lo que han hecho por mi hijo?. Alejandro nunca olvidará el día en que cruzó media Euskadi a bordo de una ambulancia con cadenas, escoltado por la Ertzaintza, en mitad de uno de los temporales más duros de las últimas décadas, para que su bebé de sólo una semana fuera operado de urgencia en el hospital de Cruces y pudiera salvar así su vida. Sucedió en la noche del pasado sábado, cuando la nieve no daba tregua en la autopista que enlaza Vitoria con Bilbao.
Ibai, así se llama el peque?o, llevaba varios días ingresado en el hospital alavés de Txagorritxu. Los pediatras le detectaron una grave obstrucción intestinal. A media tarde, los médicos decidieron que había que intervenir con rapidez, pero el centro sanitario carece de una unidad de cirugía neonatal. La única solución era trasladarle a Barakaldo. ?Pero cómo? Los helicópteros de rescate no suelen volar de noche y las condiciones de visibilidad eran, además, realmente adversas. ?Sólo quedaba arriesgarse por carretera, en mitad de la ventisca?, recuerda Alejandro, padre primerizo.
La decisión estaba tomada. Osakidetza se puso en contacto con SOS-Deiak, que coordinó un operativo que también movilizó a la Ertzaintza y a la Diputación de Álava. A las 21.20 horas partieron de Txagorritxu una máquina quitanieves, un todoterreno de la Policía autonómica y una ambulancia medicalizada provista de cadenas, con Alejando, su esposa, Leticia, y el peque?o Ibai a bordo.
La comitiva comenzó a abrirse paso por la autopista Ap-68. ?La situación era muy mala -rememora el padre del bebé-. La nevada era intensa y avanzábamos con una lentitud desesperante?. La expedición llegó al punto crítico del trayecto en el alto de Altube. ?Veíamos a gente atrapada en las cunetas. Había coches y camiones parados en los arcenes y en la mediana. Por un momento pensé que no íbamos a poder pasar con la ambulancia. Como último recurso y como nos recomendaron los pediatras, tendríamos que haber desenchufado todos los aparatos médicos y habernos llevado a Ibai al todoterreno de la Policía para seguir el viaje?, dice Alejandro.
Por fortuna, no hizo falta. La singular caravana pudo escapar del atolladero. El hospital de Cruces estaba cerca, pero Alejandro y Leticia sólo respiraron tranquilos cuando percibieron el brillante resplandor de la capital bilbaína titilando en el horizonte, como una estrella. ?Fue ver las luces de Bilbao y ponerme a dar saltos de alegría?, relata el padre.
A las once y cuarto de la noche, dos horas después de haber partido de Vitoria, el bebé ingresaba en Cruces. La operación salió bien y el peque?o quedó ingresado en la UCI para recién nacidos. ?Nunca olvidaré esto. Menuda aventura. Si Dios quiere, algún día se lo contaré a mi hijo y, entonces, podremos sonreír todos en familia?.
Un buen servicio...