Por cierto volviendo al tema:
Un centenar de vecinos opuestos a la prolongación de Blasco Ibáñez, apoyados por varios políticos del PSPV, se ha enfrentado de nuevo a la Policía en el Cabanyal en los momentos previos al derribo de otra de las casas afectadas por el plan municipal de reforma interior de este barrio valenciano. Se ha producido una batalla campal entre los vecinos contrario al Plan del Cabanyal y los policías en el que se han registrado varios heridos, alguno con cortes en la cabeza, y una mujer ha tenido que ser trasladada en ambulancia a un centro médico.
Varios vecinos de Salvem han llamado por la mañana a la Policía Nacional para pedir protección, pero cuando los agentes han llegado se ha colocado junto a los policías locales, lo que ha provocado la indignación de varios jóvenes cercanos a la Plataforma vecinal. Alguno de estos jóvenes, tras los primeros movimientos de una excavadora, se han subido a las piquetas para impedir la actuación de las palas, lo que ha provocado cargas policiales y la consiguiente reacción de los jóvenes, que han lanzado diversos objetos e incluso contenedores contra los policías, al tiempo que muchos vecinos pedían responsabilidades al Delegado de Gobierno en medio de gritos e insultos.
La Policía Local, reforzada por la presencia de varias dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía, se ha llevado arrestados a dos jóvenes que se habían encaramado a la excavadora.
La portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch, ha suplicado a la Policía Local que colabore en lo posible para "dejar de dar una imagen de violencia" en el barrio del Cabanyal, donde "la mayoría" de los vecinos que se oponen a los derribos es, según ha dicho, "gente pacífica".
La senadora ha señalado que algunos miembros de la protesta de hoy "no representan" a los vecinos ni a Salvem, y ha añadido que este conflicto debe resolverse "con la fuerza de la palabra".
"Hay mucha gente mezclada y no todo el mundo está en la misma línea, pero la mayoría es gente pacífica que viene a defender el barrio", ha declarado para calificar nuevamente de "provocación" la intención del Ayuntamiento de "venir a destruir estas casas" cuando existe tal nivel de "contestación social".
Alborch, que tenía previsto dar una rueda de prensa a las 11.30 horas para valorar las actuaciones en el Cabanyal, ha suspendido su comparecencia ante la magnitud de los hechos.
Alborch ha llegado pasadas las 10 de la mañana al Cabanyal acompañada de gran parte de los concejales del grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia y protegida por varios guardaespaldas.
Alborch se ha encontrado con decenas de vecinos (en su mayoría pertenecientes a Salvem el Cabanyal), alguno de los cuales le ha recibido con gritos como ''el PSPV nos tenéis abandonados; es vuestra culpa''. Otros, en cambio, le han preguntado si con su presencia iba a ser posible frenar los derribos, a lo que Alborch ha contestado que su grupo político está trabajando para lograrlo en los tribunales.
En el solar donde se va a proceder el derribo hay alrededor de 30 policías locales, una cantidad superior a la que ha habido en los días anteriores, y ya se ha producido algún altercado con algún grupo minoritario. Los incidentes han ido subiendo de tono y se han producido cargas policiales.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, también tiene prevista su visita al Cabanyal a lo largo del día de hoy.
Miembros de la plataforma vecinal Salvem el Cabanyal se encontraban desde las ocho de la mañana en las inmediaciones de la calle de Francisco Eiximenis, alertados por la posibilidad de un nuevo derribo que se sumaría a la media docena que el Ayuntamiento ha ejecutado ya desde el pasado martes, cuando entró en vigor la ley autonómica que avala el plan municipal de reforma del Cabanyal.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, ha supervisado el despliegue del medio centenar de policías locales que intentan garantizar los trabajos de derribo de una casa situada en el número 31 de la calle de Francisco Eximenis, en las inmediaciones de los otros inmuebles que fueron derribados también ante una fuerte oposición vecinal y política.