El «mastergate» de Cifuentes, en la URJC: «Es vergonzoso, se ríen de nosotros»
Profesores y alumnos recalcan que las presuntas anomalías del curso de la presidenta de la Comunidad son una «bofetada» a la universidad pública
M. J. Álvarez
@mariajo_abc
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Madrid
Actualizado:
06/04/2018 05:52h
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La tormenta política derivada del polémico «mastergate», lejos de amainar, arrecia. Cada minuto que pasa los acontecimientos que se suceden hacen menos verosímiles las explicaciones ofrecidas el miércoles por la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, en el pleno extraordinario de la Asamblea de Madrid, en relación al curso de postgrado. Una cuestión que achacó a «una cacería» y que dio por zanjada, reconociendo que aprobó sin ir a clase ni hacer los exámenes, a pesar de que el máster era presencial, porque así lo acordó con los profesores, esgrimiendo documentos, pero sin aportar el Trabajo de Fin de Máster (TFM), que hubiera despejado las lagunas cada vez más hondas que planean sobre su titulación sobre Derecho Público del Estado Autonómico. Un curso presencial que constaba de 60 créditos, permitía un 20%de ausencias y rondaba los dos mil euros. Dejó toda la responsabilidad en el tejado de la URJC.
Ayer al mediodía, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales del campus de la URJC de Vicálvaro, en donde, supuestamente, Cifuentes realizó el máster, la indignación era la tónica entre docentes y alumnos. «Queremos que salga a la luz toda la verdad y que si ha habido irregularidades, los culpables paguen las consecuencias», coincidían, visiblemente molestos.
«Lo que esa señora esta haciendo es dar una bofetada en toda regla a la universidad pública, se están riendo de todos nosotros en nuestra cara, de los estudiantes y de los profesores. No es un ataque contra ella, contra su persona, lo que se está juzgado y cuestionando es lo que han hecho con su titulación», espetó Lucía, rodeada de compañeros que asentían a la salida de clase de la doble licenciatura de Periodismo y Política que cursa. «¡Estoy con vosotros al cien por cien! Apoyo todo lo que hagáis», indicó un docente que se acercó al corrillo en alusión a las movilizaciones que preparan. Una de ellas es una concentración convocada para el próximo lunes, con el lema: «A ella ya le han regalado su máster, ¿y a ti?». Será a las 17 horas en el campus de Vicálvaro, junto a la estatuta de Cervantes. Los convocantes:Ceires Pública Cariátides.
«Este caso es la gota que ha colmado el vaso de la trayectoria de escándalos y de la politización de la Rey Juan Carlos», decían alumnos y docentes
El enfado y el malestar de unos y otros era palpable, y eso que aún no se conocía la vuelta de tuerca que se produjo por la tarde cuando se supo que esta Universidad había remitido el asunto a la Fiscalía de Móstoles para que investigara si hubo indicio de delito en las calificaciones. La coincidencia en el desprestigio que podría acarrear a las titulaciones en las que estaban invirtiendo tanto esfuerzo y dinero, de un lado, junto al descrédito de la labor docente, de otro al meter a todos en el mismo saco, era la opinión generalizada.
«A mí me da mucha vergüenza todo esto, este escándalo es la gota que colma el vaso de la trayectoria de la URJC. Nadie se cree las explicaciones de la presidenta de la Comunidad. Quien tenga ojos para ver, comprende que todo lo que cuenta es mentira, una mentira que, además, han fabricado ex profeso no sé si quiénes ni porqué porque no se está hablando de un doctorado ni mucho menos. Pedimos que dimita si no aporta toda la documentación que justifique que realizó ese máster», recalcó Andrea. Un testimonio que corroboraron otros compañeros. Los estudiantes interrogados por ABC incidían en que Cifuentes reconoció que hizo «un máster a la carta», un asunto que «no es normal en absoluto». «Esa flexibilización, como no acudir a clase de la que habló tan alegremente se produce en circunstancias excepcionales (embarazo, enfermedad,.. ), tras hablarlo y obtener una dispensa académica asignatura por asignatura. Aún así, las fechas de los exámenes son oficiales, y aunque se tengan que cambiar por un asunto de causa mayor, hay que realizarlos», recalcaba Manuel. Además, aunque a ella le hubieran permitido saltarse todos esos pasos, el Trabajo de Fin de Máster es de obligada presentación, insistía este joven él, junto a su grupo de compañeros. No se puede «volatilizar», aseguraban.
«Miedo a represalias»
«Y no es cierto que la exposición dure 15 minutos, como dijo Cifuentes. Asisten profesores y alumnos a ella, y si bien, te dan un tiempo limitado, normalmente el asunto dura una media hora en la que te pueden realizar preguntas. ¿Dónde están esas personas? ¿Por qué no han salido para decir que estuvieron presentes?». Desde luego, si han hecho el chanchullo, «lo han hecho francamente mal», indicó Alex.
Un profesor que no quiso decir su nombre «por temor a represalias», puso el acento en la politización de la URJC, al igual que otros estudiantes. «Impera el miedo, si no eres de la cuerda del PP te dan los peores grupos o te quitan clases», remachó. «Hay mucho trato de favor. Este no es el primero ni el último caso, lo que ocurre es que sucede en una universidad pública y es mucho más lamentable, ya que es con el dinero de todos y hay alumnos que no pueden estudiar por no obtener beca ni tener ingresos suficientes», aseveró Alejandro, que cursa el doble grado de Periodismo e Historia junto a Andrea, alumna de Administración y Dirección de Empresas. «Se ha perdido la vergüenza. Prueba de ellos es lo que ocurrió con el anterior rector, Fernando Suárez, quien plagió una obra de un exrector de Derecho de la Universidad de Barcelona. A ello, se suma «lo que costó que le retiraran a Rodrigo Rato el doctorado Honoris Causa otorgado en 2009 tras ser imputado por el escándalo de las «tarjetas black», fue en 2015 por la presión de la comunidad educativa contra la dirección». Varias estudiantes norteamericanas de español, explicaban, sorprendidas, que en clase les habían explicado lo que estaba sucediendo. «En nuestro país se echaría todo el mundo encima de los implicados. Habría una investigación a fondo», precisaba Hannah y Ashley.
«Lo que cuenta es tu valía»
«Yo, desde luego, si tuviera que hacer un máster, este sería el último sitio que elegiría», aseguraba, tajante Javier. «La reputación de la URJC está muy afectada. Ya lo estaba y ahora lo está aún más. Yo elegí esta universidad porque es de las pocas que permite hacer dobles grados. El nivel educativo es bastante bueno, pero temo que el tufillo que hay detrás devalúe mi futuro», decía Adrián, que cursa segundo de Márketing e Inglés. Dani, estudiante de Ingeniería no opinaba igual. «Al final, cuando trabajas no miran si te han regalado el título sino tu valía», recalcó.
