EL SAQUEO DEL ORFEÓ CATALÀ|LAS NOTAS DE LOS IMPUTADOS
Montull anotó 140.000 euros en «propinas» a guardias urbanos
• Escribió que pagaba para evitar multas a los camiones de las obras del Palau
• El Ayuntamiento de Barcelona anuncia una investigación sobre el caso
Jordi Montull, al igual que su hija, registraba muchas operaciones contables del Palau de la Música en documentos de su puño y letra. En uno de los papeles hallados por los Mossos (izquierda) enumera las «propinas» y sus presuntos destinatarios. En otro trata de justificar ese dispendio económico.
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J. G. ALBALAT
BARCELONA
Una «propina» de 140.00 euros es un gesto más que generoso. Pero si los receptores fueran guardias urbanos, no podría considerase un acto retributivo, sino una irregularidad manifiesta, por no decir claramente un delito de soborno. Jordi Montull, mano derecha de Fèlix Millet y exdirector de administración del Palau de la Música, registró en un documento manuscrito las «propinas» que, según sus notas, repartió en el año 2003 para compensar las molestias que ocasionaban las obras de ampliación del recinto musical y las entradas y salidas de público en los conciertos. La primera línea reza: «Guardia Urbana obras y conciertos, 280 conciertos x 500 = 140.000». Y no en pesetas, como en otras ocasiones escribía el imputado, sino en euros, como consta claramente en la última línea.
El Ayuntamiento de Barcelona declaró ayer a este diario por medio de un portavoz que no ha recibido ninguna comunicación judicial sobre este aspecto. No obstante, anunció la apertura de «un proceso de investigación» y recalcó su «disposición a colaborar con la justicia y, si se desprende alguna responsabilidad, a actuar con la máxima contundencia contra quien corresponda».
Montull osa concluir su lista de propinas con esta frase: «El mejor dinero invertido». La relación, incautada por los Mossos y en poder de la justicia, también refiere supuestas donaciones a vecinos del Palau por las molestias de las obras, concretamente a 50 vecinos, que habrían recibido 1.000 euros cada uno. Los vigilantes de las obras y los «bedeles de descarga (camioneros)» también se habrían llevado su parte: 10.000 euros repartidos en 100 gratificaciones de 100 euros. Igualmente, «el cura y la mayordoma» (no especifica si de la parroquia de Sant Francesc de Paula, que fue trasladada para ampliar el Palau) habrían percibido cuatro pagos de 1.000 euros.
Las notas manuscritas sobre las propinas son escuetas, pero van acompañadas –probablemente a modo de justificación– por un «informe de gastos» firmado por el mismo Jordi Montull como «coordinador [de las] obras del Palau».
Este documento, también manuscrito, refiere las molestias que causaban las hormigoneras y los camiones de la obra. «Por los meses de junio a octubre del año 2003, recuerdo que estaban llenando cimientos de lo que sería la segunda ampliación del Palau. Semanalmente teníamos que prever propinas y gratificaciones, porque las hormigoneras ocupaban la calle, antes Sant Francesc de Paula, y colapsaban todo el tránsito». Montull escribe en pasado: es, pues, una explicación de su actuación.
HORMIGONERAS / «Las propinas –continúa Montull– iban destinadas a los vigilantes del tráfico para que no nos pusieran multas a cada camión cuba de hormigón que se paraba en la calle». El imputado detalla los destinatarios de otras supuestas dádivas: «Los vigilantes de zonas del distrito, al igual que grupos destinados a limpiar las calles de los desperdicios que caían de los camiones (hormigón, arena, grava)».
El exdirector de administración del Palau –imputado junto con su hija Gemma, su esposa, el expresidente Fèlix Millet y su mujer por el saqueo de la entidad– agrega un cálculo aproximado de lo que pagó por esos conceptos. «Podría ser de 500 euros por camión. A razón de 10 vehículos diarios, durante los meses se debieron pagar unos [sic] 180.303,63 euros». Esta suma aparece añadida bajo otra que está tachada: «200.000 euros».
Ambas difieren del total que consta en la lista detallada de las propinas: «251.000 euros».
Pero este último papel incluye otras gratificaciones ajenas a las obras del Palau, consignadas así: «Músicos y bises. 70 orquestas x 500 = 35.000 euros».
