El juicio al policía acusado de abusar de sus hijas se repetirá la próxima semana
Julia Alarcón cádiz | Actualizado 13.02.2014 - 05:01
Los peritos discrepan ante el tribunal sobre si el policía abusó de sus hijas
La mayoría de los psicólogos dan credibilidad a las versiones de las jóvenes si bien uno de ellos observa contradicciones
Julia Alarcón cádiz | Actualizado 21.02.2014 - 05:01
El juicio del policía acusado de abusar sexualmente de dos de sus hijas y de maltratar a su ex esposa finalizó ayer con la declaración de los peritos adscritos a este procedimiento y el testimonio de dos psicólogos.
Todos ellos arrojaron pruebas fundamentales para el caso, habida cuenta que el Supremo ordenó repetir este juicio -estimando el recurso interpuesto por la defensa- al considerar "pertinente" practicar una prueba psicológica que en su día el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz rechazó. Ahora bien, no todos llegaron a las mismas conclusiones.
La mayoría de los peritos coincidieron en apuntar que la narración que las hijas hicieron sobre los supuestos abusos sexuales era "coherente", "consistente" y "con indicios de compatibilidad" con una experiencia realmente vivida, presentando además una sintomatología propia de una persona que ha sido víctima de abusos.
Uno de los psiquiatras subrayó que los intentos de autolesiones por parte de una de las hijas se incrementaron durante 2013, coincidiendo en fecha con la decisión del Supremo de repetir el juicio. A este estrés postraumático por tener que rememorar los supuestos episodios de abusos, se detalló ayer ante el tribunal que esta misma hija presentaba una sexualidad trastornada así como una anorexia nerviosa que su hermana imitó "en un intento de no ser objeto de deseo a los ojos de su progenitor".
Durante la sesión también se puso de manifiesto que en el conjunto de esta familia "desestructurada" se evidenciaron "antecedentes patogénicos psiquiátricos". La madre, por ejemplo, presentaba un cuadro depresivo, bulimia, baja autoestima, ansiedad, fobias y obsesiones.
Varios peritos sostuvieron que los trastornos son "campo de abono" para crear un entorno más vulnerable en el seno familiar, si bien la "carga genética" tiene un peso importante.
En este sentido, un psicólogo clínico que ayer formó parte del conjunto pericial especificó que una de las hijas, ingresada en varias ocasiones en el área de psiquiatría del Hospital Universitario de Puerto Real, presentó en su diagnóstico "cierta psicopatía", "alucinaciones" y "conducta esquizoide".
Este mismo especialista dijo haber hallado "contradicciones periféricas" en las versiones de las jóvenes. Asimismo resaltó la ausencia de estrés postraumático en una de ellas, quien, además de denunciar a su padre, había presentando otras tantas demandas por abusos contra otras personas que no son objeto en este procedimiento. Según el psicólogo clínico, esta hija dijo "saber más cosas que si las contara el caso daría un giro importantísimo", pero nunca especificó nada.
En cuanto a la valoración realizada a la madre, los peritos apreciaron "un desborde emocional" ante un sufrimiento extremo, aunque uno -el psicólogo clínico- sugirió "falta de fiabilidad y de sinceridad" en su relato "exagerado en síntomas" por querer presentar "mala imagen". Además, en un momento de la vista se llegó a puntualizar que esta mujer pudo ser víctima de abusos sexuales por parte de su padre, el abuelo de las niñas.