Esta parece ser la entrevista que ha motivado la carta.
'Kichi':«Necesitamos mantener viva la llama de la lucha social» El alcalde de Cádiz hace balance un año después de las eleccionesy deja clara su filosofía:
«Entre un policía que denuncia y un vecino que se busca la vida, me quedo con el vecino»El alcalde de Cádiz tiene muy claro su discurso. Lo repite hasta la saciedad. La autocrítica, si la hay, la deja sólo para realizarla de puertas para adentro
IGNACIO MORENO BUSTAMANTE - @IgnacioMorenoBCádiz - 22/05/2016 a las 00:29:53h. - Act. a las 10:49:33h.Guardado en: Cádiz Provincia , Cádiz
El martes se cumple un año de las últimas elecciones municipales. Un año de que la comparsa de Bienvenido, su comparsa, le cantara a las puertas de la sede de Podemos aquel pasodoble de ‘Si yo fuera alcalde de Cádiz’. Ahora –doce meses después– su sede, la de José María González, es el Ayuntamiento. Y allí, en el despacho de Alcaldía presidido por Fermín Salvochea, recibe a LA VOZ para hacer balance. Su balance.
–¿Qué análisis hace de este primer año?
–El balance sólo puede ser positivo. Está lleno de cosas buenas. En un año ha dado tiempo de hacer muchas cosas. Nosotros veníamos con un ánimo claro, veníamos del 15M y del activismo de la ciudad en diversos temas, y queríamos entrar en las instituciones para poder hacer cosas. Para hacer todo aquello que denunciábamos, transformar todo lo que denunciábamos desde todos estos años atrás. Nos encontramos muchos problemas, pero aún así, asumiendo esas dificultades de partida y los límites que cualquier ayuntamiento tiene, nos ha dado tiempo a hacer muchas cosas. Desde reducir la deuda, pasando por un plan de continuidad alimentaria, que fue casi lo primerito que hicimos nada más llegar, a poder poner un pie en una propuesta de presupuesto que creo que son los mejores presupuestos que ha tenido esta ciudad.
–Hablando de la continuidad alimentaria, vuelve a estar sobre la mesa el tema de Amigas al Sur, que han anunciado que van a tener que cerrar el comedor social por falta de ayudas. ¿Han vuelto a hablar con ellas?
–Sí, claro, cómo no. Nosotros firmamos con Amigas al Sur un convenio en el mes de agosto mediante el cual establecimos una colaboración entre el Ayuntamiento y esa asociación que tenía un sostén económico. En base a ese convenio yo creo que la cosa es bastante sencilla, lo único que tiene que hacer la asociación a la que se le acaba el dinero es volver y decir: «Mira que me he gastado este dinero que me distéis y me hace falta más dinero». Yo no voy a dejar caer, desde el Ayuntamiento de Cádiz desde luego no vamos a dejar caer, a una asociación que trabaja y que hace tanto bien por las vecinas y vecinos del Cerro del Moro en este caso. Son gente valiosa a la que hay que ayudar.
–Su equipo de Gobierno lo componen ocho miembros de Por Cádiz sí se puede y dos de Ganar Cádiz en Común. ¿Está contento con ellos? ¿Puede haber cambios a medio-largo plazo?
–Estoy más que contento. Estoy orgulloso. Orgulloso de mis compañeros, porque vivir la experiencia que estamos viviendo, construir este proyecto que estamos construyendo en la ciudad de Cádiz... con la gente con la que nos rodeamos... No solamente los que están en primera línea, que son los concejales, sino todo ese equipo que trabaja en la sombra y que no sale en los medios de comunicación... yo creo que estamos construyendo. En un año nos ha dado tiempo de vivir de forma muy intensa y se establecen lazos que van mucho más allá de 365 días por esa intensidad. El tiempo es muy elástico. Además de hacer política nos ha dado tiempo de hacer equipo y eso es muy importante. No sé si habrá cambios o no. Lo que sí digo es que para este proyecto que estamos construyendo en esta ciudad desde hace un año no habría tenido mejores compañeros de viaje que los que he tenido.
–Ha habido críticas por la falta de experiencia de algunos de ellos, incluso de preparación académica. ¿Entiende esas críticas? ¿Las comparte?
–Bueno, en la preparación académica no voy a entrar, en ese detalle, porque hay gente en otras formaciones políticas que también han sido gobierno en esta ciudad que tampoco la tienen.
«Hay gente en otras formaciones que también han sido gobierno en Cádiz que tampoco tenían preparación académica»
–Y también fueron criticados...
–Yo creo que la formación académica no es un elemento importante. Yo sé que estoy rodeado de gente honesta, humilde, de gente que no se va a meter dinero público en los bolsillos, estoy rodeado de gente superilusionada y con la que comparto un mismo proyecto de ciudad. Y eso es muy importante.
–Pero no deja de llamar la atención que para conseguir un trabajo a cualquier persona se le pidan mil y un requisitos y en política, que al final son los que manejan el dinero público, entra cualquiera. No me refiero en este caso a Por Cádiz sí se puede, sino a la política en general. ¿Cree que debería afrontarse ese debate?
–Yo creo que hay dos elementos. El primero de ellos es que la política no es una profesión, es una vocación de servicio público. Y como tal debe ser entendida. Limitada económica y temporalmente. Uno tiene que buscarse la vida, uno tiene que tener una profesión, un oficio, para lo cual tiene que tener una capacitación técnica y una formación académica. Pero para la política yo creo que hay elementos que son imprescindibles –que por desgracia no son abundantes en la clase política actual– que son la honradez y la honestidad. Y de eso le puedo asegurar que mi equipo de Gobierno está sobrado.
–Pero usted en un Pleno reprochó al portavoz socialista que tratara de «darle lecciones» porque usted es licenciado y él no. ¿Fue así exactamente?
–No, no era así exactamente. Lo que yo debatía con el portavoz del Partido Socialista concretamente era sobre la política entendida como profesión o como vocación de servicio. Está claro que hay muchas personas dentro del Partido Socialista y del Partido Popular que han escogido la política como forma de ganarse la vida, con lo cual están atados y sus intereses y sus lealtades evidentemente están sujetas a las maneras o a la posibilidad que tengan de seguir viviendo de la política. Pero no solamente en Cádiz. Lo tenemos en todas las administraciones y en todas las escalas. Eso es algo que nosotros tenemos muy claro y que hablábamos incluso antes de presentarnos a las elecciones y de convertirnos en una candidatura de unidad popular. Firmamos un compromiso ético que decía, limitación de salarios y limitación en el tiempo. No más de ocho años y no más de tres salarios mínimos. Lo estamos cumpliendo y lo vamos a cumplir. En cuanto a eso que decía anteriormente sobre la capacitación y la formación académica que se nos ha criticado en otros momentos y por parte de otros grupos políticos hay una cosa importante: aquellos que aparecen como los expertos, aquellos que aparecían como que sabían gestionar y tenían esa capacitación académica, doctores, abogados, economistas... son los que han llevado a esta ciudad a la ruina. Son los que han generado un agujero de 250 millones de euros en las arcas municipales. Por tanto, nuevamente, reivindico la honradez y la honestidad como los ingredientes fundamentales de un político. Y no la formación.
«Hay mucha gente en el PSOE y en el PP que escogieron la política como forma de ganarse la vida, con lo cual están atados»
–Usted defendió nada más llegar que lo primero era el hambre, el hambre infantil sobre todo. ¿De verdad cree que el problema es tan acuciante? ¿Tiene informes o estudios que lo sustente?
–Evidentemente, eso no forma parte de ningún argumentario político que se elabore desde ningún gabinete político ni de prensa. Eso forma parte de informes que realizan asociaciones que tienen tantísimo prestigio y que son tan poco susceptibles de ser de Podemos como, por ejemplo, la Asociación Pro Derechos Humanos. En su informe anual había indicadores que alertaban sobre la situación de los niños y niñas de Cádiz. Además de eso basta con asomarse a los comedores escolares diariamente, a los niños beneficiarios del Plan SIGA, basta con ver los datos de nuestros servicios sociales del Ayuntamiento... eso desgraciadamente es una realidad que nosotros estamos empeñados en combatir y en erradicar.
–El otro día, en la carta que escribió sobre los presupuestos, reprochaba al PSOE diciéndole si quería que volviera el hambre a las calles de Cádiz. ¿Considera entonces que el problema ya está resuelto? ¿Ya no hay?
–No, no, no. Eso no es un problema de Cádiz, es un problema de Andalucía. La situación de subalternidad económica, de dependencia y subdesarrollo en la que vive Andalucía con respecto al resto de comunidades autónomas. Uno de los indicadores que se observa, además de otros muchos, es precisamente el tema de la exclusión de miles de familias andaluzas, incluidas las de Cádiz, y en concreto la situación de miles de niños andaluces, uno de cada cuatro niños. Pero evidentemente no se responsabiliza al Partido Socialista. Se responsabiliza a las políticas de subalternidad y de perpetuar ese sistema de subdesarrollo en Andalucía que ha impedido que encuentre su propio modelo de desarrollo. Siempre a expensas y enganchado a otra comunidad autónoma. Cuando Andalucía tiene recursos más que de sobra para tener su propio modelo económico y de desarrollo.
– También una de sus frases más repetidas durante la campaña fue el tema de la transparencia. Paredes de cristal. La realidad demuestra que determinadas negociaciones hay que hacerlas con cierta discreción. Luego cuando ya están resueltas se pueden hacer públicas. ¿Ha comprobado que es así o considera que todo se hace de forma transparente?
–Hombre yo creo que queda camino por recorrer porque veníamos de un Ayuntamiento de muros de hormigón, pero cuando tenemos una web de transparencia que recibe felicitaciones a nivel estatal, cuando nos proponemos colgar todos los convenios, todos los pliegos, cuando recibimos felicitaciones del consejo audiovisual andaluz sobre la nueva Onda Cádiz... yo creo que algo estamos haciendo en favor de la transparencia. Evidentemente eso no quita que haya situaciones en las que se recomienda la prudencia, la discreción. Pero eso no está reñido con la transparencia. Lo contrario de transparencia no es discreción. Es opacidad. Para mí la discreción es un elemento utilizar en depende qué situaciones.
–¿Qué piensa, qué siente, cuando hay vecinos que le exigen soluciones que usted no les puede dar entre otras cosas porque no son de su competencia? Como temas de empleo, de vivienda…
–Siento que nos queda mucho camino por hacer, mucho trabajo todavía. Nosotros teníamos una determinación clara. Y era poner en el centro de la política municipal a las gaditanas y los gaditanos. Evidentemente eso es una tarea complicada. En eso estamos desde hace escasamente un año que llevamos en el Ayuntamiento. Pero evidentemente somos conscientes de los límites tanto competenciales como económicos o jurídicos que tienen los ayuntamientos hoy en día. Yo le comentaba el principio que incluso ahora tenemos más cortapisas, más pegas que antes. Pero claro, eso no es una excusa. Eso es ser conscientes de los límites y tenemos que ensanchar esos límites. Nosotros decíamos, queremos que el Ayuntamiento sea el escudo de sus vecinos. Pues seguimos manteniendo eso. Nos lo creemos porque es un discurso que mantenemos siendo conscientes de los límites que tenemos y empeñándonos en ensancharlos.
«El balance de este primer año en el gobierno sólo puede ser positivo, está lleno de cosas buenas»
Le pongo un ejemplo. Hemos intentado hacer los mejores presupuestos que ha tenido esta ciudad aumentando un 30% la inversión social. Sin embargo somos herederos de una deuda municipal que nos ha impedido hacer el presupuesto de nuestros sueños. Hemos hecho el mejor que hemos podido con los mimbres que teníamos.
Además existen otros límites, como la infrafinanciación de los ayuntamientos, la modificación del artículo 135, la ley de estabilidad presupuestaria, que dice que hay que priorizar el pago de la deuda por encima de la inversión social. Eso son límites reales que tienen los ayuntamientos. Pero lejos de esa excusa, son horizontes a alcanzar y a atravesar. A mí me paran por la calle fundamentalmente para dos cosas. Para pedirme trabajo y vivienda. Ninguna de esas dos competencias son exclusivas de los ayuntamientos, si no que competen a las comunidades autónomas. En este caso al gobierno de la señora Díaz. Usted me dirá cómo podemos trabajar al cien por cien para solucionar de forma integral ese problema si la presidenta de la Junta de Andalucía ni siquiera se ha reunido conmigo. Y le he pedido reuniones en dos o tres ocasiones.
–Lo que ocurre es que esos límites, no sólo aquí en Cádiz sino en cualquier ayuntamiento, los anteriores gestores también se los encontraban. Es decir, que eso ustedes ya lo sabían cuando llegaron.
–Claro, claro. Éramos absolutamente conscientes. Pero ocurre que la modificación de la ley 135, que la ley de estabilidad presupuestaria –que diseña la gente del señor Montoro en el Ministerio de Economía y Hacienda– supone una losa para el desarrollo de la política en cualquier ayuntamiento. ¿Qué ocurre? ¿Qué es lo que necesitamos y en qué momento estamos? Estamos en un momento en el que necesitamos aliados en el resto de las instituciones. ¿Qué ha pasado en esta ciudad? Lo que ha pasado era que yo tenía colaboración de aquellas instituciones que eran gobernadas por los míos. En el caso de la señora Martínez colaboración del señor Montoro. Y una oposición radical de mis rivales políticos, en este caso de la Junta de Andalucía con el gobierno que preside la señora Susana Díaz. Nosotros estamos en una situación en la que podemos optar por dos caminos. O ponemos en pie una alianza interinstitucional, en la que nos empecemos a olvidar ya del color de las corbatas y empecemos a poner los problemas de la gente encima de la mesa, olvidándose de sí yo soy del PP, o del PSOE, o de Podemos o nos ganamos aliados en el resto de las instituciones. Que es en lo que estamos. Tenemos que ganar en Madrid, en Sevilla y tenemos que tener a nuestra gente en las instituciones.
–¿Cree que está gobernando para todos los gaditanos por igual?
–Esa es mi voluntad. Yo me marque el compromiso de convertirme en el alcalde de todos los gaditanos. De los que me votaron y de los que no.
–A eso voy...
–Sí, sí, sí, absolutamente. En ese caso no tengo ningún reparo en intentar representar de la mejor manera posible a todos los gaditanos por igual. ¿Qué ocurre? Ocurre que en esta ciudad, o en este país, se ha hecho política para una minoría, con los beneficios o con el dinero de la mayoría. Y evidentemente esa minoría que se beneficiaba del gobierno de cortijo del Partido Popular en esta ciudad lo que hubiera deseado es que esa situación hubiese permanecido en el tiempo. Pero nosotros hemos venido a las instituciones para tratar igual a todos los gaditanos. A mí no me gustaría ser el alcalde solamente de una parte de los gaditanos.
–Por llevarlo un poco al extremo, o al tópico, ¿hay barrios que todavía no ha pisado? ¿Bahía Blanca por ejemplo?
–Para nada. Me he pateado todos los barrios de esta ciudad. No hay ni un barrio que no haya pisado. Bahía Blanca también. Bueno, es que me coge cerca del colegio de mis niños y paso por allí un par de veces a la semana fijo. Y paso como alcalde, no como vecino. Ya es imposible convertirse en un vecino. Cuando pongo un pie en la calle, que lo he estado poniendo, es como alcalde de la ciudad. Para bien o para mal. Y me paran por la calle, me preguntan cosas, me traen sus problemas, intento darle traslado la delegación oportuna. Y no tengo ningún problema. Para mí son todos mis vecinos por igual.
«Mi voluntad es ser alcalde de todos los gaditanos por igual; he pisado todos los barrios, Bahía Blanca, también»
–Esa imagen que transmite, que vende, en el sentido de que Cádiz está fatal, del hambre infantil, ¿no cree que puede ser contraproducente para la imagen que se transmite de Cádiz hacia afuera?
–Yo creo que no. Creo que hay que mirar a la realidad a la cara. A los ojos. Porque si no nunca vamos a salir de ella. Yo prefiero eso al logo de Cádiz sonríe, porque al final era una mueca vacía.
–Sí, pero igual ni una cosa ni la otra. Es como aquello de que si quiero vender la burra, no puedo estar diciendo que la burra no anda. No mentir, pero destacar también algunas virtudes, no sólo defectos.
–Yo creo que este año ha dado tiempo a vender muchísimas virtudes. Es que no es o una cosa o la otra. Tenemos que hablar de verdades, con datos, con realidades. Y si hay gente en Cádiz que pasa necesidad, la pasa. No la podemos esconder debajo de la alfombra. Otra cosa es que promocionemos y que nos detengamos también al mismo tiempo en aquellas bondades que tiene nuestra ciudad. En la belleza de nuestras playas, en la riqueza de nuestra cultura, en la amabilidad y en el carácter hospitalario de sus gentes. Y yo creo que eso se ha hecho también a lo largo de este año. Yo no recuerdo a nadie que promocione la ciudad de Cádiz por lo menos con tanto cariño como lo hace este ayuntamiento. Principalmente porque somos gaditanos. Todos nosotros. Y nos duele esta ciudad.
–Otro de los temas más recurrentes cuando se habla del alcalde de Cádiz, el de la donación del sueldo. ¿No creo que eso debería ser algo más íntimo, más personal? ¿Qué objetivo busca cuando lo hace público?
–Porque es un compromiso de campaña, político. Yo llego con la gente a un compromiso diciendo yo cobro 4.300 euros al mes como diputado provincial. Pero de esos 4.300 euros yo me voy a quedar solo con 1.880, qué es lo que me corresponde como profesor. Lo que yo me he ganado con el sudor de mi frente. El resto lo voy a borrar. Y me comprometo a donarlo mensualmente. Y tengo que hacerlo para recordar que lo sigo haciendo, para que la gente vea que es verdad que se hace. Que no es una promesa electoral como hacen el resto de partidos durante la campaña. Que prometen la luna y después todo es mentira. El programa se guarda en un cajón y me dedico a hacer lo mismo que hacía. Y si por la mitad del camino me puedo meter dinero en el bolsillo, lo hago. Ellos son los responsables de que nosotros tengamos que demostrar que somos gente honrada. Que se puede ser honrado al mismo tiempo que político.
«Los ingredientes básicos para un político son la honradez y la honestidad, no la formación»
Además, me permite apoyar a aquellas luchas, aquellas reivindicaciones que están teniendo lugar en mi territorio, no solamente en mi ciudad, aunque yo normalmente priorice para asociaciones o colectivos de mi ciudad. Eso nos permite también mantener viva la llama de la reivindicación social, que es otro elemento importantísimo. Antes le decía que necesitamos aliados en las instituciones, gente en Madrid que no sea Montoro y gente en Andalucía que no sea la señora Díaz. Y también necesitamos una movilización ciudadana que sustente ese cambio político. Si tenemos a nuestras vecinas y vecinos organizados, concienciados, movilizados y vigilantes, llegaremos muchísimo más allá. Necesitamos a la gente. Y apoyar luchas es una manera de que no se muera, de que no se apague la movilización social que es tan importante.
–Moción de censura. ¿Creen que pueda haberla? ¿La temen?
–Yo no la temo, de verdad que no. El Partido Popular es lógico y legítimo que la plantee porque su forma de entender y hacer política es diametralmente opuesta a la mía. Es el Partido Socialista el que tiene que elegir. El PSOE está en una encrucijada de caminos. Y tiene que optar por mantener a los responsables de los recortes, de las políticas perjudiciales para la mayoría o apoyar y apostar por un gobierno del cambio. Yo creo que en la esencia del Partido Socialista está más bien apoyar el cambio. Pero los últimos acontecimientos hacen pensar que en algún momento pueda dejar de ser así. En cualquier caso, el PSOE responderá ante su electorado. Yo creo que la gente combativa que conozco del PSOE, la gente votante de izquierdas, estaría de acuerdo con que la dirección política del PSOE apoyase definitivamente y sin cortapisas un gobierno de cambio. Aquí en Cádiz y en cualquier otro lado.
Un momento de la entrevista al alcalde en su despacho de la Plaza San Juan de Dios.
Un momento de la entrevista al alcalde en su despacho de la Plaza San Juan de Dios.- Antonio Vázquez
–¿Qué pensaría si un grupo de personas se manifiesta debajo de su ventana al grito de «¡En la próxima visita será con dinamita!»?.
–Ja, ja, ja. Primero bajaría y preguntaría cuál es el conflicto. Que les ocurre y en qué les podemos ayudar. Porque cuando una persona grita «¡La próxima visita será con dinamita!» es que está bastante quemado. Es que la dinamita ya le ha estallado a él antes. Cuando yo he visto eso en los conflictos de astilleros por ejemplo, estábamos hablando de miles de familias gaditanas que estaban condenadas porque nadie apostaba por estos astilleros. En otros conflictos que lo he visto, por ejemplo recuerdo el de las monitoras escolares, en los que yo también lo he gritado, estamos hablando de trabajadoras y trabajadores que trabajan para la Junta de Andalucía en condiciones de esclavitud, sin derecho a ponerse malos, a tener un hijo, a vacaciones… y cobrando tres euros la hora. Si ahí me dice que no puedes decir «¡La próxima visita será con dinamita!…» –que es un eufemismo, evidentemente nadie va a ir con dinamita– no sé yo cuando.
–Sí, el problema es que puede haber gente que se lo tome al pie de la letra
–Hombre, eso es como si te tomas al pie de la letra todo lo que se escucha en un estadio de fútbol.
–Es que en un estadio de fútbol ha habido muchos conflictos violentos...
–Pero el que grite un improperio el árbitro no se lo va hacer cuando se lo encuentre al otro día.
–No, no quien lo grita. Pero si puede haber alguien un poco más hastiado o con menos aguante y que se provoquen enfrentamientos violentos.
–Por suerte o por desgracia, la dinamita es difícil de conseguir.
–De acuerdo, pero como no tengo dinamita, un cóctel molotov.
–Bueno, eso es más fácil, ja, ja.
–Pero digo, ¿no considera que eso puede alentar a determinadas personas?
–No, lo que alienta son las políticas que generan que una persona diga eso. Eso es lo que tenemos que eliminar la gente que tenemos responsabilidad política, la posibilidad de que una persona grite la próxima visita será con dinamita. Seguro que así radicamos el riesgo.
«Lo que tenemos que eliminar los políticos es la posibilidad de que una persona grite 'la próxima visita será con dinamita'
–Para acabar. El famoso vídeo del joven vendiendo pescado. Hubo dos agentes que lo denunciaron pero no tengo muy claro cuál es la postura del Ayuntamiento, del alcalde, con respecto a este tema.
–Evidentemente, los dos compañeros que denuncian tienen todo el derecho a hacerlo. Precisamente porque hay un marco normativo, la ley mordaza, que lo permite. Desde mi punto de vista la intervención de la policía fue impecable. Por eso no entiendo que denunciasen. Yo creo que no tenían porqué. No tenían que pedir excusas de nada porque lo hicieron fantásticamente. Ahora bien, desde el equipo de gobierno y yo personalmente, entre la denuncia y el que se busca la vida vendiendo pescado, me quedo con el que se busca la vida. Tienes todo el derecho del mundo.
–Pero entonces entra en conflicto con el que tiene licencia para vender pescado, que paga sus impuestos, que pasa controles para que esté en buenas condiciones. Ese pescado lo puede consumir su hijo, el mío...
–Sí, sí. Y lo hemos consumido todos toda la vida, evidentemente.
–Pero es necesario establecer unos controles, ¿no?
–Es complicado. Es deseable, por supuesto que es deseable. Lo que ocurre es que entra en conflicto con otro problema. Y que también es importante. Y que no se puede olvidar. Y es el de poner un plato de comida encima de la mesa de tus hijos. Todos los días. Aunque para eso tengas que vender pescado. Es decir, ¿qué hacemos con eso?
–Yo personalmente defiendo que hay que controlarlo. ¿Qué hacemos si ese producto está malo y lo consumen niños y ancianos?
–Sí, sí, sí, evidentemente no es fácil la solución. Pero desde luego no pasa por decir ‘placa’, no se puede.
–¿Que no?
–No, porque no podemos olvidar a la gente que se queda en la estacada.
–Habrá que ayudarles, por supuesto, pero de otro modo, ¿no?
–Evidentemente. A mí me gustaría que nadie tuviese la necesidad de vender pescado por las esquinas. Pero es que resulta que hay gente que tiene esa necesidad. Es complicado. Es un tema complejo. Y bonito.
http://www.lavozdigital.es/cadiz/lvdi-kichinecesitamos-mantener-vivala-llama-lucha-social-201605220029_noticia.html