Ve señor Juanito...todo lo que suponga un atisbo de libertad es cercenado por la religión...por todas las religiones.
¿Están condenados los usuarios de Twitter? Según el jefe de la policía religiosa saudí sí
Después de que China y Rusia nos sorprendieran con prohibiciones y censuras en internet y después de que los usuarios se movilizaran a escala planetaria contra estas decisiones de dichos gobiernos de restringir el uso de la red, parece que esta vez ha sido Arabia Saudí quien se ha unido al carro de las censuras. Sin embargo, en esta ocasión la advertencia no ha venido de la mano de un líder político sino del jefe de la policía religiosa de ese país.
La semana pasada, esta autoridad religiosa condenó públicamente la red social Twitter advirtiendo a los ciudadanos que los social media no tienen ningún lugar en la vida de las personas que no quieran ir al infierno. Sheikh Abdul Latif Abdul Aziz al-Sheikh dijo literalmente que cualquiera que use los social media, y especialmente Twitter, “ha perdido este mundo y su vida después de él”.
Estas palabras con las que el jefe de la policía religiosa ha condenado a los usuarios de Twitter recuerdan mucho a aquellas que ya usara el iman de la Gran Mezquita de la Mecca el pasado abril. En esa ocasión, el dirigente religioso advirtió en un sermón televisado y visto por millones de personas que Twitter constituía una amenaza para la unidad nacional.
La coincidencia de palabras y el cariz religioso que se esconde detrás de ellas no es nada casual y es que, desde hace tiempo, algunas personas han iniciado una campaña contra la red social, que ha visto como en los últimos meses se multiplicaba su número de usuarios. Los internautas que ya cuenta con un perfil de Twitter han comenzado a ver esta plataforma como el camino hacia el cambio, como una herramienta que ya fue usada con gran éxito durante las revoluciones árabes y con la que ahora pretenden ejercer una presión real sobre los gobiernos abusivos y los políticos corruptos.
Precisamente el giro activista que ha tomado Twitter es lo que ha desencadenado esta campaña de desacreditación de la red social a la que han acusado de dividir a los ciudadanos cuando la realidad es que sólo actúa como altavoz para los ciudadanos ya divididos.
Las recientes protestas que se han producido en la Provincia Oriental son una prueba de ello. En estos territorios, numerosas protestas han sido twitteadas a través de imágenes de activistas que se manifestaban a favor de los derechos humanos. La toma de conciencia de las posibilidades que Twitter abre a los movimientos opositores ha hecho saltar las alarmas del gobierno saudí que ya se está plateando medidas que permitirían saber los datos personales de cada uno de los propietarios de las cuentas de Twitter.
Sin embargo, algunos de los saudíes que componen la élite del país también han advertido de las consecuencias que podrían tener despertar la furia de los internautas, ya que, recordemos, esta red social ha protagonizado algunas de las movilizaciones más masivas de la historia, como por ejemplo la campaña por la liberación de la bloguera siria Razan Ghazzawi, que fue encarcelada por sus comentarios a favor de los derechos humanos y de las mujeres y su condena al régimen sirio.
Este y otros mucho ejemplos son los que están frenando los deseos de las autoridades de restringir, censurar e incluso prohibir el uso de los medios sociales, pero, sin embargo, no están conteniendo los pensamientos de líderes religiosos y otras autoridades.