La polícía investiga el origen de los whatsapp vejatorios a la alcaldesa
Sábado, 12 de Octubre de 2013 11:31 | Escrito por Roberto Estebanez | | |
Aranda - Noticias
La Policía Nacional investiga cuál fue el origen de los mensajes vejatorios que se difundieron por Whatsapp en los que se hacía mofa de la alcaldesa Raquel González. Fue la propia alcaldesa la que denunció el tema cuando le llegaron los mensajes a su teléfono móvil.
Desde la policía se está rastreando la cadena de mensajes para intentar localizar el origen y poner a sus culpables a disposición judicial. Según Raquel González, “yo los tengo en mi móvil y toda mi familia y amigos también los han visto, por fortuna, mis hijas no, pero es algo muy desagradable y por eso lo denuncié”.
Los mensajes, de carácter sexual en muchos casos, “son muy desagradables y son una vejación no hacia mí en persona sino a la Alcaldía de Aranda de Duero, que es lo importante. Yo soy una persona normal, pero no se puede hacer eso con un cargo tan importante como este. Por eso quiero saber, aunque intuyo algo, de dónde han salido”. No se busca saber quién ha transmitido el mensaje, porque en ese caso habría miles de personas, sino quién hizo los montajes y los difundió en la red.
Cuando se sepa quién los hizo, González quiere “ver a esa persona y que me explique por qué hace algo así. No quiero una sentencia condenatoria judicial, sino que me cuente por qué hace eso, por qué juega con el honor de las personas y las instituciones. Y quiero que la gente sepa que no todo vale, que no se puede humillar a otros y esconderse en el anonimato, porque pueden llegar a hacer mucho daño”.
En una entrevista a Diario de la Ribera, González también ha analizado el amago de dimisión de Javier Rojas y se felicita porque al final se haya quedado en nada. “Ha sido una semana de vorágine, pero ahora ya estoy más tranquila. Hubo incertidumbre, pero el proyecto está saliendo adelante. Esto no es fácil porque Aranda en tripartito no es fácil y surgen problemas y fricciones por muchas cosas. Creo que hay proyectos que cuestan muchos de sacar y quienes conocen menos la política y son gestores, como Javier Rojas, entiendo su frustración porque los proyectos no salen. Además ha sido objeto de vejaciones y se pregunta qué hago aquí. Javier viene a las siete y pico de la mañana y tiene dedicación exclusiva. Cuando haces esto y no se te respeta, se frustra.
La alcaldesa dice valorar mucho a Rojas y “no quiero que se vaya porque para mí es muy válido. Es un gran trabajador y se esfuerza al máximo, por eso me alegro de que siga con nosotros y mantenga su compromiso de estos cuatro años”.
Sobre el daño que puede hacer estas idas y venidas infantiles, rectifica que “¿cuántas veces uno se harta en casa y lo manda todo a la porra? Pues eso pasa y es lo que le ha pasado a Javier”.
En cuanto a la polémica con las peñas en las fiestas patronales, recuerda que “fueron muy difíciles, la verdad. Intenté no entrar en las provocaciones y participando en todos los actos. Estoy convencida que lo hicimos bien, pero querían provocarme y al equipo de Gobierno, pero cuando uno cree que todo lo ha hecho con el mayor cariño y son buenas actividades, tienes que estar tranquilo.
A veces cuesta tomar decisiones. El primer año damos licencia para los toros y un grupo de personas nos tira billetes falsos como que estamos comprados. Por asumir la responsabilidad de que hubiese toros, nadie nos dio una palmada en la espalda. Cuando hemos optado por la línea contraria, también te llaman sinvergüenza, que estás comprada y nadie te dice que lo has hecho bien. Nadie te da las gracias”.
Quiere matizar que “yo no cerré las ventanas. Fue un trabajador del Ayuntamiento. La tensión fue máxima. Yo salí en todas las ocasiones que las peñas homenajeaban a las reinas y las recibí cuando me regalaron los seis toros (muñecos). Lo que pasó fue que la última peña que pasó, alguien gritó que saliesen las reinas que era su homenaje y yo dije a mis compañeros que no saliésemos porque era algo para ellas. Luego piden que salga yo, pero no entiendo ya por qué. Yo sabía que me iban a cantar, pero para evitar la provocación decidí no salir. A mí también me llegan los Whatsapp y lo sabía. El trabajador cierra las ventanas. Había tres personas de una peña, que creo que iban borrachos y subieron al balcón sin autorización, se les pidió que saliesen y no había manera, golpearon los cristales y saltó la alarma. Eso fue lo que pasó. Fue un día muy difícil, pero los he tenido más complicados cuando hay que tomar decisiones económicas”.
“A partir de eso, luego decían incluso que no estuve ni en fiestas de Aranda, y todo tipo de rumores, algo increíble, pero así son las cosas. Así que las fiestas fueron difíciles, la verdad”.