El caso Riviera y Saratoga salpica a varios policías de alta graduación
Enrique Figueredo | Barcelona | 13/03/2009 | Actualizada a las 03:31h | Ciudadanos
La investigación judicial que se sigue contra los prostíbulos de Castelldefels Riviera y Saratoga salpica a miembros de la Policía Nacional, alguno de alta graduación, según fuentes del caso. A varias de las personas interrogadas durante la instrucción, tanto imputadas como testigos, se les ha preguntado por miembros de ese cuerpo policial con nombres propios. Ayer, la juez Elisabet Castelló, titular del juzgado de instrucción número 33, que lleva el caso, ordenó el ingreso en prisión de uno de los propietarios del club Saratoga. Es la segunda persona vinculada a este local de alterne que va a la cárcel.
Raúl P.S., uno de los dos propietarios del Saratoga que ayer fue a prisión, está acusado de favorecimiento de la prostitución, delitos contra el derecho de los trabajadores, contrabando y cohecho. Para que se pueda imputar este delito tiene que aparecer en escena algún miembro de la administración. El Código Penal habla así del que pudiera cometer cohecho: "La autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, solicitare o recibiere, por sí o por persona interpuesta, dádiva o presente o aceptare promesa para realizar en el ejercicio de su cargo una acción u omisión".
Si las personas que han ingresado en prisión están acusadas entre otros delitos de cohecho es porque la Fiscalía entiende que sobornaron a funcionarios públicos, como lo pueden ser policías. Según fuentes del caso, en los interrogatorios han salido a relucir nombres propios de algunos miembros de la Policía Nacional, incluido el de algún comisario, sin que haya trascendido si se trata de personal en activo o actualmente fuera del cuerpo.
Esta larga investigación tiene entre sus puntos de arranque un extra?o episodio ocurrido durante el verano deL 2007, cuando la Guardia Civil puso en marcha una operación policial después de que, precisamente, los responsables del club Saratoga denunciaran que un inspector jefe de la Policía Nacional les estaba extorsionando. Según relató entonces la Fiscalía, el funcionario reclamó supuestamente 3.000 euros a cambio de que el local se evitara problemas tales como inspecciones. Se llegó a concretar una cita -bajo vigilancia camuflada de la Guardia Civil- para que se hiciera la entrega que, según la Fiscalía, se llevó a cabo. El policía se metió el sobre con el dinero en el bolsillo y dejó la reunión que se celebró en un hotel de Barcelona. Los guardias civiles le esperaban en la puerta, pero pudo zafarse de su actuación, subirse al coche que tenía encima de la acera y abandonar el lugar a toda velocidad.
La Guardia Civil fue tras él durante varios kilómetros. Finalmente, le dieron alcance, pero cuando fue detenido ya no llevaba el dinero encima, según este relato. Los agentes siempre creyeron que había desaparecido durante la supuesta huida, de hecho se buscó por las cunetas del recorrido que se siguió.
La juez que llevó ese primer caso es la del juzgado de instrucción número 33 de Barcelona, la misma que esta semana ha decretado el ingreso en prisión de dos personas vinculadas al Saratoga yque, en su día, imputó al inspector jefe envuelto en el caso.
Días después de aquella cita en un hotel de Barcelona, la instructora decidió que fueran los Mossos los que llevaran el peso de la investigación. Los máximos responsables del cuerpo autonómico destinaron algunos de sus mejores investigadores a este suceso en exclusiva. Fuentes del caso explican que la investigación se encuentra en su fase final y que las próximas dos semanas se llevará a cabo una nueva batería de tomas de declaración, tanto a testigos como a posibles imputados. Algunos de los que han sido citados, por ejemplo, como testigos son responsables de otros locales de alterne de Barcelona.
Dos due?os del Riviera fueron ayer interrogados y dejados en libertad con cargos, según fuentes relacionadas con el caso.