El PSOE pide la dimisión de Cifuentes y del jefe superior de Policía de Madrid
El PSOE pidió este martes la dimisión de la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y del jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso Fernández Díez, por los sucesos del pasado 30 de noviembre en Madrid Río en un enfrentamiento de ultras del fútbol que acabó con la muerte de uno de ellos
Cristina Cifuentes
EFE
9-12-2014 | 15:14 H.
Fue el diputado socialista Antonio Trevín quien solicitó ambos ceses en el Congreso tras dejar claro que la reyerta, en la que participaron 200 personas, era la "crónica de un conflicto anunciado", ya que los ultras del Deportivo de La Coruña y del Atlético de Madrid se habían citado dos semanas antes.
Pero además, algún miembro de otros grupos radicales de Madrid, como los Bukaneros del Rayo Vallecano y los Alkor Hooligans del Alcorcón, iban a participar en la pelea, por lo que, para Trevín, es muy extraño que la Policía no contara con información de la cita y estuviera en la "inopia".
Censuró a Interior que haya resuelto su errores con los ceses de las personas con menor responsabilidad, los coordinadores de seguridad de ambos clubes y funcionarios de Policía, y no de quienes ostentan la máxima autoridad policial en Madrid.
"Tenían alertas -subrayó Trevín-, pero si están continuamente (en alusión a Cifuentes) con compromisos y en la carrera loca por la Alcaldía, se deja de hacer lo que se tiene que hacer: trabajar por la seguridad de los madrileños".
Tras calificar de "descerebrados" a los ultras que se enfrentaron y de expresar el apoyo del PSOE al Gobierno en su lucha por erradicar la violencia en el fútbol, Trevín insistió en que Interior tenía "suficientes informaciones y destellos de que se había pasado del verde al ámbar y de éste al rojo" y que, por tanto, se podía producir la reyerta.
Ya que, además, se trataba de dos aficiones con ideología antagónica y con muertos en sus respectivos historiales, añadió Trevín, quien dejó claro que el coordinador del Depor advirtió de que irían a Madrid 50 miembros de los radicales del Riazor Blues y que la Policía sabía que el Frente Atlético había quedado a desayunar a las 7 de la mañana. Hasta cinco grupos ultras habían quedado. "El mundo ultra, al que tiene que seguir la Policía, estaba en ebullición", apostilló Trevín.
Al igual que Trevín, la mayoría de los grupos parlamentarios que intervinieron en el Congreso durante la comparecencia de los secretarios de Estado de Seguridad y de Deporte para explicar el suceso, reprochó a Interior que no hayan sido detenidos aún los autores materiales de la muerte del seguidor del Depor y que no haya asumido sus errores.
Desde la Izquierda Plural, Ricardo Sixto aseguró que hubo fallos ese día porque la información de la cita llegó a la Policía, por lo que consideró que los ceses de los coordinadores de seguridad de los dos clubes son insuficientes, ya que alguien de mayor responsabilidad en Interior debería ser cesado.
Por CiU, Feliu-Joan Guillaumes también criticó la actuación policial porque desde hacía dos semanas los ultras se estaban convocando por internet.
Emilio Olabarria, del PNV, afirmó que el operativo no funcionó bien, mientras que su compañera de escaño Isabel Sánchez señaló que "ha habido una vergonzosa dejación y una escandalosa permisividad de los poderes públicos y de los clubes ante hechos ilícitos penales".
Mientras, Toni Cantó, de UPyD, destacó un "claro fallo en la prevención y actuación policial de ese día", como "es evidente".
Xabier Mikel Errekondo, de Amaiur, fue más duro y denunció la "connivencia" de la Policía con grupos neonazis del Frente Atlético, mientras que Joan Tardá, de ERC, tambiénresaltó "cierta connivencia de algunos policías con grupos fascistas".
Rosana Pérez, del BNG, reprochó que "a día de hoy" no hayan sido detenidos los autores materiales y pidió explicaciones sobre las, según ella, "contradicciones" en las manifestaciones de los delegados del Gobierno de Madrid y de Galicia sobre la información de la que disponía la Policía sobre la llegada de los ultras.