Después de bastante años siguiendo las evoluciones de la bolsa y las recomendaciones tanto técnicas como por fundamentales llegué a la conclución de que, en general, es una pérdida de tiempo. En realidad, y esto es pura racionalidad, los valores actuales ya contienen (debieran contener) las expectativas futuras de la empresa y las valoraciones y, por lo tanto, las cotizaciones actuales deberían ajustarse con exactitud al precio real.
El Nikei es ahora cinco veces inferior al de hace 30 años.