No sé exactamente a que te refieres. Supongo que a las que se aprovechan de la ley y hacen pasar lo que son desavenencias en pareja con lo que ahora está de moda llamar violencia machista. Parece que todo problema de pareja es un caso de violencia contra la mujer. Y además es así por que la ley lo dice.
Soy consciente de ese problema. Pero creo que deriva de la dificultad para distinguir los casos de mujeres que DE VERDAD la sufren (como tu dices). En ese sentido la ley tiene un exceso de sesgo ideológico.
En todo caso, y por eso la he citado, creo que el saldo es positivo. Las mujeres víctimas, que son muchas, disponen de instrumentos de los que antes carecían.
para que al final, casos como el que por desgracia me toca a mi de cerca. Se queda sin recursos porque esta todo copado con gente que a saber en que porcentaje realmente lo necesita. De ahí que la LIVG no me parezca una cosa bien hecha (no así su trasfondo, completamente necesario). La ley de dependencia pues es un quiero y no puedo dejando en bragas muchas cosas, pero lo mismo, buena idea, mediana ejecución... y lo del matrimonio homosexual pues bueno, ni me va ni me viene, sencillamente una ley que contenta a un lobby muy poderoso y ruidoso, como éxito político para ellos cojonudo, desde luego.
No sé a que recursos en concreto te refieres. Las medidas sociales, laborales o el establecimiento de herramientas como el Sistema de Seguimiento Integral de Victimas de Violencia de Género (VdG); de valoración policial del riesgo (VPR) o el sistema de registros judicial (SIRAG) que unifica todas la medidas cautelares relacionadas con una persona, todas las órdenes de alejamiento, juzgados implicados... todo esto se ha puesto en marcha y no existía. Que se pueda mejorar, vale. Entender que la ley no ha sido positiva... pues tambié valdrá, pero no lo comparto.
La ley de dependencia establecía bien claro que su aplicación sería progresiva y fijaba un marco temporal bastante ámplio, de varios años para su aplicación. Por lo tanto no se puede juzgarla si no ha llegado a aplicarse plenamente. Pero de nuevo, decir que la mayor parte de las personas con discapacidad estaban mejor antes de la entrada en vigor de la ley me parece exagerado.
Con independencia de la publicidad o de si los homosexuales tienen peso o no, la ley no le quita nada a nadie y da derechos a otros. Cero más algo siempre es positivo.