La conferencia de paz pide a ETA que deje la violencia y a España que negocie
El ex secretario general de la ONU Kofi Annan ya está en San Sebastián. - EFE
Una delegación encabezada por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan acuerda cinco puntos para dejar atrás el terrorismo.
La conferencia internacional de paz reunida el lunes en San Sebastián para buscar el fin del terrorismo en el País Vasco pidió a ETA una declaración pública de cese definitivo de la violencia. Además, reclamó un diálogo de la banda con Francia y España que trate exclusivamente de las "consecuencias del conflicto", en alusión a los presos de la banda terrorista.
Los participantes en la conferencia piden que se den pasos profundos para "avanzar en la reconciliación, reconocer, compensar y asistir a todas las víctimas" y el dolor causado. Además, sugiere a los agentes no violentos y a los partidos que se reúnan y discutan sobre cuestiones políticas como una consulta a la ciudadanía, que "podría contribuir a una nueva era sin conflicto".
La estrella de la conferencia fue el exsecretario general de la ONU y Nobel de la Paz en 2001, Kofi Annan, a quien acompañaron el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams; el ex primer ministro irlandés Bertie Ahern; el exministro de Interior y Defensa francés Pierre Joxe y la ex primera ministra noruega y miembro de The Elders (grupo de personalidades por la paz creado por Nelson Mandela), Gro Harlem Brundtland.
Todos ellos comparecieron a las cinco de la tarde para exponer las conclusiones de esta conferencia, a la que ni el Gobierno español ni el vasco se sumaron, aunque el Partido Socialista de Euskadi envió una delegación. Otras fuerzas, como el PP, rehusaron participar. Además de la delegación internacional participaron representantes de partidos, agentes sociales, económicos y sindicales vascos.
El texto de la declaración acordada por la conferencia de paz de San Sebastián fue leída a su término por Ahern: "Hemos venido al País Vasco porque creemos que ha llegado la hora y la posibilidad de finalizar la ultima confrontación armada en Europa. Creemos que este objetivo puede ser alcanzado ahora con el apoyo de toda la ciudadanía, de sus representantes políticos y con el de Europa y de la comunidad internacional", expresó.
Entre los cinco puntos de la declaración de San Sebastián destaca el número uno, que apremia a la banda a abandonar las armas: "Llamamos a ETA a hacer una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada y solicitar dialogo con los Gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto".
La declaración insta a España y Francia a "dar la bienvenida" a esa declaración de cese del fuego y a iniciar conversaciones, de nuevo, "para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto"; y también reclama pasos "profundos" de cara a la reconciliación y la compensación de "todas las víctimas", así como a "reconocer el dolor causado y sanar las heridas personales y sociales". Asimismo, los portavoces internacionales recomiendan a "los actores no violentos" que discutan cuestiones políticas -para lo que se ofrecen a mediar- e incluso la consulta a la ciudadanía mencionada antes.
En su intervención en la conferencia, el exalcalde socialista de Ermua, Carlos Totorika, exigió a ETA que deje "inmediatamente de asesinar y lo haga sin contrapartidas", si bien matizó, expuso el diario digital elpaís.com que "ETA está derrotada", lo que es un logro de "los demócratas".
El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero consideró ayer que no debe hacer ningún pronunciamiento sobre la conferencia, después de recordar en días previos "que lo relevante es que ETA deje las armas", citó rtve.es.
El lehendakari, Patxi López, sí espera ahora que ETA "asuma su absoluta soledad y anuncie su final definitivo".
Por su parte, la izquierda abertzale afirmó ayer que se ha "abierto una gran ventana de esperanza" para "sentar las bases" hacia "la superación definitiva y estable del conflicto político".
Reclama, eso sí un "escenario de superación de violencia sin conculcación de derechos hasta la generación de un marco de soluciones democráticas plenas", es decir, que de una u otra forma haya posibilidades para la autodeterminación del País Vasco. En su declaración no hubo referencia expresa a ETA, pero recordó que el cese de la violencia ha sido refrendada por sus presos y también por exdirigentes de Batasuna como Arnaldo Otegi.
Por contra, el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, consideró que ETA tiene que "escuchar a los líderes internacionales" y que será con el comunicado de cese total de la violencia cuando se abra la "puerta a la esperanza".
Mucho más fría fue la respuesta del PP, que ni participó ni ve bien que se haya celebrado este encuentro. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, previó anoche un comunicado de ETA en el que la banda diga que le "parecen bien" las conclusiones de la conferencia, ya que son las tesis "clásicas" de la banda "con más o menos dosis de endulcoración".
Basagoiti afirmó también que ni se le pide a ETA su disolución incondicional ni se le pide de manera inmediata que entregue las armas. El expresidente del Gobierno José María Aznar exigió horas antes que no se trate con "equidistancia" a las víctimas de los terroristas y a sus asesinos porque hacerlo sería no sólo un "error político" sino un "desastre desde el punto de vista moral".
La asociación de víctimas del terrorismo Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) entregó 12 ejemplares del libro Vidas rotas con testimonios de las víctimas de ETA, pero se negó a entrar en la conferencia para no estar "con los que llevan años viviendo de la humillación a las víctimas del terrorismo". Por su parte, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) calificó de "vergüenza" que se prepare esta conferencia en un "país democrático donde no hay guerra" y una "humillación" al Estado de Derecho.