A un "peseta" le vas a decir que pare a tomarse un café en un bar y de paso mee.
Los vecinos se quejan del olor
El nuevo 'meódromo' del taxistaUn taxista miccionando en las inmediaciones del Canal de Isabel II, en Chamberí. E.M.
Un parque del Canal de Isabel II es utilizado como urinario por los conductores que trabajan por la zona
Miccionar en la calle puede castigarse con multas de hasta 750 euros
ANTONIO RODRÍGUEZMadrid
Actualizado 01/11/201504:45
Da igual que sea de día o de noche, da igual que la calle esté desierta o que pasen padres junto a sus hijos de la mano. Cualquier situación es indiferente para unos taxistas que no tienen ningún pudor en hacer sus necesidades en público, en desabrocharse el pantalón, bajar la cremallera y orinar a la vez que ponen cara de alivio.
Ésta es la escena que se vive en las inmediaciones del parque del Canal de Isabel II, en el distrito de Chamberí, una zona transitada por muchos deportistas y, sobre todo, por jóvenes que se desplazan hasta allí para poder entrenar con sus respectivos equipos. Pues al lado, a no más de 10 metros, hay un pequeño parque entre la avenida de Pablo Iglesias y la calle Marqués de Lema que, desde hace un tiempo, es el lugar donde los taxistas están depositando tanto sus residuos orgánicos como inorgánicos. "Tienen este parque hecho un asco, ésta es una zona que huele muy mal y nosotros vivimos al lado", critica una vecina de los alrededores.
El parque no es muy grande, pero contiene varios arbustos en los cuales uno puede desaparecer varios minutos si se encuentra en un aprieto. Introducirse dentro del parque es una tarea sencilla, puesto que solamente hay una pequeña valla que no ofrece mucha resistencia. Luego, hay un camino de tierra realizado por la marca de las suelas de los zapatos que lleva a una explanada reducida donde hay, por lo menos, una decena de excrementos junto a una gran cantidad de pañuelos o trozos de papel higiénico. Es decir, no han sido realizados por un perro.
En el ambiente se respira un olor bastante fuerte y a medida que uno avanza puede encontrar entre las ramas de los arbustos sorpresas como restos de comida, papel de aluminio, bolsas de plástico, latas y hasta botellas de cristal de cervezas vacías.
Este nuevo vertedero es utilizado a todas horas. El pasado miércoles, a plena luz del día, sobre las 13.00 horas, un taxista llegó a la zona señalada, se bajó de su vehículo y, sin pensarlo dos veces, accedió dentro del parque para desahogar sus necesidades urinarias. Luego salió dando pequeños saltos del arbusto y, mientras se subía la cremallera de su bragueta, accedió a su coche y se marchó. Una estación de paso a la que no tardó en acudir otro compañero de profesión. Éste tuvo menos cuidado que el anterior y nada más abrir la puerta de su vehículo, se sujetó el miembro viril y descargó a la vez que miraba el partido de fútbol que se jugaba en ese momento en los campos de Canal. Cuando llega la hora del almuerzo, muchos se reúnen allí. Unos están concienciados y guardan los restos de su comida en unas bolsas dentro de su maletero y otros directamente lo lanzan al suelo o a las plantas más cercanas.
Por la noche nada cambia. Los conductores aprovechan el gran reclamo de usuarios que hay en la zona de Guzmán el Bueno y, mientras esperan por las inmediaciones para recoger a nuevos clientes, no dudan en acudir al punto señalado para liberar sus heces y orinar de forma que puedan continuar la jornada nocturna con más calma. "Los fines de semana es mucho más habitual", afirmaba Carlos mientras sacaba al perro y, también, apuntó que "por la noche, al haber discotecas por la zona, hay más tránsito de taxis y se pasan por aquí".
"He visto a algún taxista ser multado por orinar en la calle", justificaba un controlador del SER que se encontraba trabajando por la zona. En cuanto a la cuantía económica, ésta variará según la gravedad del altercado. Según el artículo 14 de la ordenanza municipal, ensuciar o realizar necesidades fisiológicas en una vía pública es considerado como infracción leve y se castiga con multas de hasta 750 euros.
Sin embargo, al estar este parque al lado de una zona infantil, una agente de la Policía Municipal asegura que puede ascender a ser infracción grave e, incluso, si lo hace de forma reiterada y los agentes lo ven, éstos podrían llegar a llevárselo detenido por exhibicionismo público delante de una zona con menores.
Un lugar que se ha convertido en el meódromo oficial de este medio de transporte, perjudicando a los vecinos y ensuciando la estampa de un sector que es reconocido por gente deportista, no por personas que orinan en la calle.