Un día que marcó a una promoción de PMM....la 28....a la que se calificó luego como "la primera promoción democrática de la PMM"...cosas de la política y del "viejo profesor"
Cuando en 1979 el profesor Tierno Galván fue elegido alcalde, se instaló en la calle Conde Duque la Academia de Policía Municipal, y allí, el concejal José Barrionuevo designó unos cuantos profesores de asignaturas policiales. Entre ellos estaba aquel inspector, licenciado en Derecho, a quien se le asignó la enseñanza de intervención policial.
El 23 de febrero de 1981, policialmente, para las Comisarías de Distrito era un día normal. No lo era para los Servicios Centrales, de escolta y de información, ya que por la tarde había votación en el Congreso de los Diputados. A las 18.00 horas, el inspector entró en un aula y dio su clase a los 35 alumnos, policías en prácticas. Al salir, 18.50 horas, fue a fumar un cigarro al despacho de Rafael Vera y nada más entrar éste le dijo que se acercara con él a la Sala del 092, donde ya estaba el inspector jefe de la Policía Municipal de Madrid, Francisco Javier Lobo. Las noticias que inicialmente llegaban por la emisora policial daban cuenta de que la Guardia Civil había entrado en el Congreso y que habían cruzado disparos con un comando de ETA. Poco tiempo duraron sus dudas, ya que cuando sonó el timbre para empezar la clase que le correspondía dar a las 19 horas a otro grupo de alumnos, aquel inspector ya sabía que se había producido un golpe de Estado.
Los alumnos esperaban en clase, había que explicar el art. 520 LECR tras pasar lista. Se notaba que estaban un poco nerviosos aquellos alumnos policiales, pero el inspector intentó cumplir con su encomienda. No llevaba más de cinco minutos hablando cuando se dio cuenta de que estaba haciendo el idiota. Se sentía minúsculo, vituperado, ofendido. El tricornio que con sus 18 años de edad había estrenado, el tricornio que habían llevado su padre y su tío, el tricornio que para él simbolizaba el honor de quien lo porta y la dignidad del que por él se siente auxiliado no se merecían aquello. Se le revolvieron las entrañas y les dijo a los aspirantes lo que estaba pasando; cambió el orden del día y se convirtió en un inesperado y desconocido profesor de Derecho Constitucional; citó a sus profesores Ruiz Giménez y Gregorio Peces Barba; habló de democracia, de dignidad de los pueblos, de la justicia social, de la pobreza, de las dictaduras.
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