Un policía imputado por golpear a un joven niega los hechos y que lo maltratara "de obra o palabra"
SEVILLA, 2 (EUROPA PRESS) Un agente de la Policía Nacional imputado junto a otro compañero por supuestamente golpear a un ciudadano, H.A.C., que había acudido a la comisaría ubicada en la Alameda de Hércules de la capital hispalense para denunciar el trato vejatorio sufrido a manos de policías locales momentos antes, ha negado los hechos que se le imputan y ha defendido que únicamente amenazó con denunciarlo si no abandonaba la comisaría.
En su declaración ante el Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, a la que ha tenido acceso Europa Press, el agente policial ha relatado que en la madrugada del día 19 de abril del pasado año 2009 se encontraba junto con otro compañero en el exterior de la comisaría, cuando llegaron "cinco o seis" jóvenes andando, uno de los cuales "dijo que venía a poner una denuncia".
En este sentido, el agente imputado ha señalado que, en ese momento, le dijo al joven H.A.C. "que subiera con él y que los demás esperaran en la puerta", subiendo tras ello por la rampa de acceso hasta llegar a la altura de la garita, donde el agente le preguntó por el motivo de la denuncia, a lo que el joven respondió que "quería denunciar a la Policía Local porque le habían quitado la bebida cuando estaba bebiendo en la calle, y que le habían puesto una multa de 300 euros".
El agente ha precisado que, en ese momento, le respondió que "ese no era motivo de denuncia penal, y que lo que tenía que hacer era ir el lunes al Ayuntamiento y reclamar gubernativamente contra los policías o bien recurrir la sanción administrativamente", pero el joven "insistió en poner la denuncia".
INTERPOSICIÓN DE DENUNCIA
Por ello, el agente, "ante la insistencia del joven, le dijo que, o abandonaba la comisaría o tendría que denunciarlo igual que la Policía Local". Así, el denunciante "siguió insistiendo", por lo que el imputado "le pidió el DNI para identificarle, a lo que en un principio se negó, pero al llegar un patrullero accedió a enseñar la documentación y se le formuló la denuncia".
Por todo ello, ha negado "absolutamente que en ningún momento haya golpeado, o maltratado de obra o palabra a dicha persona", añadiendo además que "todo esto ocurrió en el hall donde normalmente se tramitan los DNI y pasaportes, y por tanto es falso que se haya llevado al joven a un garaje o subterráneo".
Según la denuncia de este ciudadano, los hechos habrían tenido lugar sobre las 2,00 horas del día 19 de abril del pasado año 2009, cuando el afectado asistía a un concierto en la Alameda de Hércules, mientras alrededor suya había personas consumiendo bebidas alcohólicas, momento en el que llegó al lugar la Policía Local instando al grupo a que se marchara de allí.
LOS HECHOS
En ese momento, el denunciante les dijo que "por qué se tenía que ir si estaba en la calle", a lo que uno de los agentes contestó afirmando que "le podría denunciar por un montón de cosas", entre ellas "por estar bebiendo Coca-Cola", tras lo cual la presunta víctima le pidió el número de placa. Según su denuncia, el agente se negó a ello y se marchó al vehículo policial, desde donde le insultaron diciéndole que "es un cabrón", a lo que H.A.C. respondió tachándolo de "sinvergüenza".
Tras ello, los agentes se bajaron del coche policial "con intención de agredirle", por lo que el denunciante se marchó corriendo hacia la comisaría de la Policía Nacional ubicada en la Alameda y, una vez dentro, le comunicó a un agente que "los policías locales que vienen detrás le quieren pegar y que, por tanto, desea denunciar a los mismos", a lo que el agente policial respondió diciendo "yo te voy a enseñar lo que es denunciar a un policía, guarro de mierda".
GOLPES, INSULTOS Y ESCUPITAJOS
De este modo, y siempre según su declaración, este agente llamó a otros dos compañeros, quienes "cogieron al afectado por el brazo y por el cuello, llevándolo hacia los sótanos, donde lo ataron en cruz con una cuerda y comenzaron a golpearle, escupirle e insultarle" durante 30 minutos, todo ello mientras "le decían si había aprendido la lección, a lo que, en tal estado de humillación, dijo que sí". Tras ello, abandonó la comisaría, mientras los agentes le decían a sus amigos --que esperaban en la puerta-- que "únicamente habían bajado a su amigo para tranquilizarlo".
Todo ello motivó, según las fuentes consultadas por Europa Press, que interpusiera una denuncia en los juzgados por lesiones, detención ilegal y un delito contra la integridad moral, recayendo el caso en manos del Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, quien acordó inicialmente el sobreseimiento provisional de las actuaciones, lo que motivó que el letrado de la víctima recurriera en apelación ante la Audiencia Provincial.
Así, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial acordó estimar parcialmente el recurso, pues, "mientras en el informe médico de sanidad forense constan dos hematomas en la cara interna del brazo derecho, el oficio policial señala que en ningún momento se registró incidente alguno, así como que no fue necesario el uso de la fuerza coercitiva".