Un hombre se atrinchera en su casa y hiere a varios policías y guardias civiles
Hasta siete horas tardaron las decenas de efectivos desplazados hasta el municipio de Fuensalida a reducir al hombre, de unos 35 años de edad.
VICTOR BALLESTEROSJ.F.
Un hombre de 31 años de edad, M.B.G. y, al parecer con problemas mentales, sembró ayer el caos en la calle Isaac Peral de Fuensalida, al atrincherarse en su vivienda y durante siete horas permanecer armado, incluso hiriendo, aunque no de gravedad, a varios de los agentes de Policía Local y Guardia Civil desplazados hasta el lugar de los hechos -con una flecha y una escopeta de aire comprimido- y que, en un primer momento, trataron de convencer al joven de que dejara las armas y se entregara, como confirmó el subdelegado del Gobierno, Javier Corrochano, que precisó que el total de agentes heridos asciende a cuatro.
Ya la noche anterior los vecinos vieron alguna patrulla de la Guardia Civil en el entorno de la vivienda, aunque no fue hasta las 13,00 horas de ayer cuando el joven daba muestras de violencia, atreviéndose a disparar a los agentes. Con todas las calles colindantes cortadas al tráfico y al paso de peatones, las fuerzas de seguridad trataron sin éxito de que saliera de casa, incluso quitaron las rejas de la vivienda, un bajo, para entrar, pero «estaba armado» y no se le pudo apresar en poco tiempo, como indicaban fuentes de la Benemérita, cuyos agentes estuvieron equipados en todo momento con chalecos anti-bala, dada la actitud manifestada por el protagonista de los hechos.
Así, pasaron varias horas has que sobre las 18,00 empezó a movilizarse un cuerpo especial de acción de la Guardia Civil, que entraron y salieron de la casa en varias ocasiones, sin lograr el objetivo. De hecho, sobre las 19,15 horas, el joven, que estuvo en el ejército trabajando, volvió a salir armado a la calle y merodeó entorno al vehículo de la Policía Local que estaba aparcado en la puerta del inmueble, incluso intercambió algunas palabras con los agentes de seguridad, si bien volvió a entrar en la casa.
En esos momentos se vivieron situaciones tensas, porque si bien las calles estaban cortadas, en la parte final de la calle se agolpaban curiosos cuya integridad física podía correr peligro, como les hizo saber un agente municipal, que se mostraba frustrado por no poder hacer nada. «Se niega a colaborar y al estar armado...» manifestaba.
Ya sobre las 20,00 horas, nuevamente agentes del cuerpo especial de la Guardia Civil entraban en la casa y a los diez minutos sacaban al hombre, al que se llevó una UVI móvil con destino al Hospital Virgen de la Salud de la capital. Aunque se oyeron varios disparos, nadie confirmó que le hubieran reducido con violencia, si bien es cierto que llevaba goteo. A este respecto, Corrochano apuntó a EFE que no sufrió heridas.
Los vecinos indicaban que se le veía poco, aunque de vez en cuando paseaba por la zona con sus perros. Por lo demás, sabían que no era de Fuensalida sino que llevaba apenas unos meses, justo al lado de la vivienda de unos familiares, que increparon a los curiosos a primera hora porque estuvieron grabando con el móvil lo ocurrido hasta que se acordonaron las calles colindantes.
Indicaron que podría tener problemas mentales, algo que confirmó a Europa Press una concejala del municipio, María Plaza, responsable de comunicación. De hecho, cuando en un primer momento los agentes desplazados trataron de convencerle de que abandonara esa actitud violenta, se refirió así mismo como Dios. «La he liado en Murcia y en Japón y aquí también la lío; o me sacan muerto o no me sacan de aquí», dijo, según trasladaron a este diario fuentes de los bomberos, que también acudieron hasta el lugar de los hechos para colaborar.