Os inserto este escrito que procede de otro foro:
AL ALCALDE PRESIDENTE DEL AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES
Sr. Alcalde:
Amparándome en el Derecho Constitucional, recogido en el art. 29 de la Carta Magna y desarrollado en el la Ley Orgánica 4/2001, de 12 de noviembre, reguladora del Derecho de Petición, me dirijo a Ud., no sólo en mi calidad de funcionario del Ayuntamiento que dirije sino en la de ciudadano comprometido con la vida pública y preocupado por la actividad municipal.
La precitada Ley establece que el ejercicio de este Derecho debe caracterizarse por su sencillez y antiformalismo, pudiendo incorporar una sugerencia, una iniciativa o una información así como expresar quejas o súplicas, que afecten exclusivamente al peticionario o sean de interés colectivo o general
Pues bien Sr. Alcalde, alzando el formalismo del lenguaje administrativo y ejerciendo el libre Derecho de forma individual, limitación indispensable para los miembros de los Cuerpos de Seguridad, y exento de cualquier vinculación política, sindical, gremial o social, con el debido respeto me permito dirigirme a Ud. para aportarle mayor información sobre la grave situación por la que atraviesa la Policía Local de esta ciudad y los da?os que está revirtiendo para nuestros vecinos.
La seguridad pública es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos de nuestro país en general y de nuestros convecinos en particular. Establece la Constitución Espa?ola, en su artículo 149, que la seguridad pública es exclusiva del Estado, sin embargo las Autoridades Municipales no deben sustraerse a tan importante demanda, y más cuando el espíritu descentralizador de nuestro modelo de Estado ha previsto la creación de Policías Locales, dependientes de los Ayuntamientos, para que en el ámbito de sus competencias atiendan a los ciudadanos en materia de seguridad.
Supongo que a estas alturas, ya habrá Ud. podido comprobar que el actual plan de seguridad municipal ha fracasado a todos los niveles provocando, además de una merma importante en la calidad que los vecinos de nuestra ciudad disfrutaban en materia de seguridad pública, un clima de conflictividad sin precedentes en el Cuerpo de la Policía Local que Ud. dirige.
La caótica situación en la que se ve inmersa la organización está provocando, situaciones muy graves con continuos enfrentamientos entre componentes de la plantilla por la falta de liderazgo, legal y/o moral, dentro del Cuerpo. Como Ud. bien sabe, en la actualidad, tanto el Oficial Jefe como el Suboficial se encuentran de baja médica prolongada y, por tanto, apartados de la dirección profesional del Cuerpo.
No es objeto de este escrito hacer un diagnóstico detallado de la situación general de la organización, pero a modo de ejemplo me gustaría recordarle uno de los aspectos más graves y más vergonzantes de cuantos se están produciendo: el acoso laboral y la persecución profesional que sufren algunos de los funcionarios a su mando, entre los que me encuentro.
En varias ocasiones, y siempre siguiendo el conducto reglamentario, he solicitado el amparo de su Autoridad para que ponga fin a la humillación personal y profesional que estoy sufriendo, por parte de la Jefatura de la Policía Local, con la complicidad del Departamento de Recursos Humanos y con el apoyo explícito de su Concejal Delegado de Protección Ciudadana. Hasta el día de hoy no he recibido ninguna respuesta mientras que se sigue consintiendo y amparando esta situación.
Y no sólo me refiero a la vulneración de mis derechos como empleado público, lo que será objeto del oportuno recurso ante el órgano jurisdiccional correspondiente sino también al trato que recibo como administrado por parte de algunos de los departamentos municipales que ni siquiera han tomado en consideración mis denuncias y/o peticiones, en especial del Departamento de Recursos Humanos, cuya competencia va más allá de tramitar las solicitudes de días libres o del control de fichajes. Hasta el momento, sólo he recibido un correo electrónico del técnico de prevención de riesgos laborales en el que me comunica que no puede atender mi ?problema? por tratarse de un caso individual.
Y esta es una de mis quejas, que deriva no tanto de la indefensión que sufro desde el punto de vista legal sino de lo que considero una extrema falta de respeto en lo personal. El castigo con la más infame de las respuestas: la indiferencia. Durante varios a?os una de mis responsabilidades en la organización ha sido la de atender las demandas de los ciudadanos en materia de seguridad ciudadana. Mi experiencia en este campo me ha ense?ado que la mayoría de las veces los ciudadanos no necesitan que se les de la razón, basta con que alguien les escuche y les de información sobre su problema y las posibles soluciones. Ahora sé que mi teoría es plenamente válida, y que las víctimas son, somos, merecedores de un trato más humano, algo que, si bien no puede ser invocado desde el punto de vista legal, aporta un valor a?adido al concepto de servicio público.
Lo que le estoy pidiendo, Sr. Alcalde, no es sólo que haga uso de sus atribuciones como Jefe de la Administración Municipal para hacer que sus subordinados cumplan la Ley. En este caso, y por eso me permito utilizar este medio, vengo a informarle no de mi situación profesional, que Ud. de sobra conoce, sino de mi situación personal.
En contra de los consejos del psicólogo, me he resistido activamente a causar baja por enfermedad, aunque no me falten motivos, y no dejarme vencer por una úlcera de duodeno, una hernia de hiato, o por los continuos dolores de espalda y las alteraciones del sue?o que me obligan, la mayor parte de los días, a acudir a mi puesto de trabajo sin haber descansado más de tres horas, a pesar de que el dictamen de varios facultativos médicos relaciona, de forma directa, algunos de estos problemas de salud con mi actual situación laboral.
Sin embargo, los da?os colaterales que esta situación esta provocando a terceras personas, en especial a los miembros de mi familia que sufren injustamente las consecuencias de mi problemática laboral, me han llevado a considerar otra de las pocas alternativas que puedo elegir: abandonar la organización. Se que no lo tengo fácil, porque no son muchas las oportunidades que surgen para acceder a permutas traslados, etc, dentro de mi categoría profesional. Por otro lado, no dispongo de otros recursos adicionales que me permitan cambiar mi modo de vida. Durante estos a?os me he dedicado en exclusiva a ejercer mi profesión: soy policía; no tengo empresas, no participo en ninguna sociedad, no cobro dividendos ni ejerzo otros trabajos privados. No obstante, a partir de hoy voy a dedicar mis esfuerzos a intentar rehacer mi vida profesional en otro sitio, por mucho que me pese, lo que no ha de afectar en absoluto a mi actual cometido que ya le aseguro seguiré desarrollando con el mayor grado de eficacia que la actual situación me permita.
Desde hace más de veintitrés a?os presto mis servicios en el Cuerpo de la Policía Local de este Ayuntamiento. Sin entrar a valorar mi capacidad personal, que por supuesto no me corresponde, siempre he mostrado mi más absoluta lealtad tanto al Ayuntamiento como al Cuerpo de la Policía Local. Paralelamente, y siempre que se me ha dado la oportunidad, he colaborado con otros departamentos municipales en el desarrollo de sus actividades: Protección Civil, Canal Norte, etc.
En todo momento me he sentido como parte de esta Organización, y no sólo como un instrumento de la misma, por lo que he dedicado parte de mis esfuerzos para mejorar su imagen, tanto en el interior como en el exterior. Hoy siento con preocupación como el Cuerpo de la Policía Local de San Sebastián de los Reyes se ha convertido, en el ámbito profesional de la Comunidad de Madrid, en un ejemplo de mala organización y en un destino poco apetecible para los aspirantes a ingresar en el Cuerpo.
Me hubiera gustado que no todo fuera negativo y poder aportar en este escrito iniciativas encaminadas a solucionar algunos de los problemas planteados. Lamentablemente el proyecto policial en el que creo, y en el que me ejercitado a lo largo de mi carrera profesional, dirigido a la policía de proximidad, sensible a las demandas de los ciudadanos, en el que primen las relaciones humanas, tanto en el interior como en el exterior de la organización, y dirigido a cumplir los modernos criterios de calidad, ya fue presentado en su día al Sr. Concejal Delegado, quien lo rechazó por no ajustarse en sus principios a la filosofía de su grupo político ni a los objetivos del Gobierno Municipal. Sólo quiero decirle que aquel proyecto, que acabó su corta vida en la papelera de un despacho por no contar con el acuerdo de algunos funcionarios con intereses espurios, no derivaba del delirio de un humilde ?sargento de pueblo? sino que venía avalado por el consenso de una gran parte de los mandos del Cuerpo y de la mayoría de los mejores profesionales con los que cuenta el Cuerpo de la Policía Local.
?Me permite una sugerencia?. Revise de nuevo el proyecto de ?Organización y Calidad? de la Administración que dirige, de nada sirve gastar miles de euros en cartelería, en cursos con nombres grandilocuentes dirigidos a personas que miran más por sus intereses personales que por los de la organización, en utópicas estrategias que nadie comprende. Mientras no se avance en lograr la implicación de las personas en los proyectos, en lograr la adecuada motivación de los que han de ponerlos en marcha y en facilitar a los trabajadores municipales el desempe?o de sus funciones, no será posible abordar ningún proyecto de futuro, de modernidad ni de desarrollo.
Escuche a los representantes de los trabajadores, siempre existe un punto intermedio entre sus legítimas aspiraciones y los intereses de la empresa. El dialogo y el consenso son fundamentales para lograr la necesaria ?paz social? que facilita la consecución de los objetivos.
En el apartado de las súplicas quiero pedirle algo, y esta vez no es para mí, ahora le hablo en nombre de todos los vecinos de nuestra ciudad que esperan de su Ayuntamiento, como la parte de la administración más cercana y asequible, que vele por sus intereses, que defienda sus derechos y que solucione sus problemas. En especial, de los padres de los alumnos de los colegios e institutos del municipio, que ven con preocupación como aumenta la conflictividad en el entorno de los centros escolares y que perturba la actividad docente; de los industriales y comerciantes que ejercen su actividad amedrentados por el aumento de la delincuencia organizada que ha puesto su punto de mira en algunas de las empresas radicadas en nuestra ciudad; de los vecinos de las urbanizaciones que temen ser víctimas en sus propios domicilios por el aumento de los robos en vivienda, mediante el ejercicio de desproporcionada violencia o intimidación; de las mujeres que son víctimas de la violencia en el ámbito doméstico que reclaman mayor seguridad e implicación de la seguridad municipal; de los vecinos preocupados por la ecología que lamentan la degradación del entorno natural por la falta de diligencia municipal en el ejercicio de las funciones de vigilancia del Medio Ambiente; por todos ellos y por los funcionarios del Cuerpo de la Policía Local que aun no han perdido la ilusión y que disfrutan de la satisfacción del deber cumplido le ruego revise el actual plan de seguridad municipal, escuche a los profesionales y no sólo a aquellos que ?sólo le dicen lo que Ud. quiere oir?.
Soy consciente de que el contenido de este escrito no será de su agrado, y aunque estoy convencido de que Ud. sabe que no me falta razón, comprendo las razones por las que no contará con su aprobación. Por ello le eximo de la obligación de contestarme, desgraciadamente estoy acostumbrado a ello, y sólo pido que dedique un minuto en su apretada agenda para reflexionar si aun puede hacerse algo por evitar males mayores para la organización y para los ciudadanos a los que sirve.
Para finalizar quiero hacerle un último ruego, que transmita a sus colaboradores y a sus funcionarios de confianza que ya soy inmune a las amenazas y que ya no temo a las represalias. Desde el punto de vista profesional, ya me han hurtado lo más valioso que poseía: la ilusión por avanzar en un proyecto de futuro y la confianza en las Instituciones. A partir de ahora, todo lo que puedan arrebatarme se puede valorar económicamente y eso, créame Sr. Alcalde, siempre es reparable.
A pesar de todo, quiero reiterar el compromiso que adquirí hace ya tantos a?os de trabajar en favor de la comunidad, sujetando mi actividad profesional a los principios de jerarquía y subordinación, y acatando, como no puede ser de otra forma, las legítimas órdenes emanadas de la Autoridad Municipal y de la Jefatura del Cuerpo de la Policía Local.
San Sebastián de los Reyes, 16 de febrero de 2007