Freshhhh, si encuentro el enlace te lo envío. Hay un documental sobre un centro educativo de la provincia de Pontevedra que seguramente te interesará. Se llama "O Pelouro". A este centro acudían jovenes de distintos puntos y muchos de los cuales habían estado en centros de menores, habían sido expulsados de los colegios... El centro funciona de un modo bastante abierto. Los alumnos reciben clases prácticas, las ciencias naturales en contacto con la naturaleza, ellos se hacen la comida (participan), toman decisiones... Cuando les preguntaban por su etapa pasada como delincuentes en potencia no dejaban de sorprender sus respuestas. Eran personas absolutamente frustradas, con bajísimos niveles de autoestima y ninguna esperanza. Eran considerandos malas personas y carne de cañón, y tu ya sabes lo que significa eso, especialmente en el caso de un joven en proceso de formación de su personalidad. Para ellos el centro fue el lugar donde recuperanron la alegría, la humanidad, la dignidad. Si lo encuentro te lo mando.
En esa misma época mi mujer me contó varios casos similares. Antiguos compañeros de universidad que trabajan como psicólogos en centros y que estaban bastante desilusionados. Decían que no podían llevar a la práctica lo que sabían porque, como recuperas la autoestima de un joven sin padres que viven con los abuelos en la pobreza y tiene que asistir a clase con compañeros con ropas caras, móbiles de última generación y vacaciones en no sé dónde. En otros caso era, quizá, más curioso, jóvenes que llegado a un punto llegaron a pedir normas. Se sentían perdidos en un mundo en el que se les exigía poco y no tenían normas que les sirviesen de guía. Así que, con carácter general, claro que tienes razón. De hecho buena para de la inseguridad nada tiene que ver con las fuerzas de seguridad ni con la justicia.