De buen rollito...
Edmundo Bal: "La lista de Inés es un fraude. Ha utilizado testaferros para engañar a los afiliados"
El diputado de Ciudadanos acusa al "aparato" del partido de "presionar" a afiliados para que boicoteen sus actos. Insiste en que la lista rival, dirigida por Adrián Vázquez y Patricia Guasp, está manejada por Arrimadas
Por Ana Belén Ramos
08/01/2023 - 05:00
Edmundo Bal (Huelva, 1967) atiende a El Confidencial en mitad de una vorágine de actos y compromisos que le ha llevado a recorrer todo el territorio nacional. El dirigente dio un paso de no retorno al romper formalmente con Inés Arrimadas y presentar su propia candidatura a las primarias del partido, que se celebrarán el próximo 11 y 12 de enero. El dirigente competirá con otra lista encabezada por Adrián Vázquez y Patricia Guasp que cuenta, además, con el apoyo pasivo de Inés Arrimadas. Bal insiste en que el "plan" de la actual presidenta pasa por "seguir controlando el partido desde el Congreso" mientras "otros se ocupan de los marrones" a nivel orgánico, manteniendo primero la portavocía parlamentaria y presentándose más tarde como candidata de Cs a la presidencia del Gobierno. "Lo de la lista de unidad fue un cuento chino. Ni unidad, ni leches", despacha. El abogado del Estado insiste en que la candidatura rival solo "pretende engordar el optimismo de Feijóo de convertirnos en una simple corriente del Partido Popular", y defiende que, cuando Ciudadanos negociaba con el Gobierno, el partido se situaba entre el 8% y el 10% del voto, mientras que ahora no supera el 1%. Denuncia "presiones" de parte del aparato del partido, dirigido por Inés Arrimadas, para que los afiliados naranjas no asistan a sus actos, y revela que, si no logra vencer en primarias, no ingresará en la nueva ejecutiva de Ciudadanos.
PREGUNTA. ¿Dónde sitúa el origen de su rivalidad con Inés Arrimadas? RESPUESTA. El origen de todo esto es el desastre de las elecciones autonómicas andaluzas. Volví a Madrid y me encontré con que no se planteaba ninguna solución al cataclismo electoral. A partir de entonces, comienzo a ser más crítico, a no callarme absolutamente nada. Siempre he manifestado mi opinión, nunca he sido una persona complaciente. Cuando vi que seguíamos por el mismo camino, me planto. Ya no es solo que discrepase, sino que me pongo enérgico, farruco. El día que estaba cogiendo el coche para irme de vacaciones con mi familia en Huelva, me llamó Inés para decirme que qué me pasaba. Y le dije lo que pienso, que no veía ningún cambio que nos llevara a salir del bache en que nos encontrábamos. Nunca ha habido nada personal con ella.
P. ¿Cuándo se produjo esa llamada? R. Fue a principios de agosto del año pasado. Lo recuerdo como si fuera hoy, porque me llamó por teléfono, con toda mi familia en el coche. Paré en una gasolinera para hablar con ella. Cuando volví de las vacaciones, yo seguí igual, con la misma actitud, pidiendo cambios, cambios y cambios. Entonces, se estaba celebrando el proceso de refundación. Yo confiaba en un proceso serio, y estuve activo, incisivo, pero tranquilo. De verdad, ¿quién ha sido más de Inés en este partido que yo? Hemos trabajado codo con codo durante tres años. De hecho, me presenté por instrucción suya a las elecciones de Madrid, que pudo ser mi inmolación en la política solo por el bien del partido, solo por el bien de Inés. P. Y después su relación se fue enrareciendo. R. Lo que sucedió es que Inés llega un día a la ejecutiva del partido y dice que el nuevo modelo de Ciudadanos se tiene que parecer al del PNV. Y eso es lo que prende la chispa. Yo conozco los resultados de la refundación y solo el 5% de los encuestados quería un modelo de bicefalia. El 53% quiere un partido vertical, pero con mejor distribución territorial del poder. Levanté la mano y lo dije. Y ahí es cuando se tuerce la cosa. "Eso de la unidad es un cuento chino. Aquí no hay ni unidad ni leches" P. ¿Cómo evolucionó entonces? R. Inés pretendía seguir mandando en el partido desde el Congreso, poniendo a otras personas delante como testaferros. Y yo me niego. Ella insistió en que debía formar parte de esa lista suya, un fraude, porque así blanquearía su idea, ese plan de engañar a los afiliados dirigiendo el partido desde el Congreso, quedándose con lo bonito, con las cámaras, con los discursos, mientras otros se ocupan de los marrones del partido. Nos reunimos tres veces, y las tres le dije que no contase conmigo en la lista. Eso de la unidad es un cuento chino. Aquí no hay ni unidad ni leches. P. Ha asegurado recientemente que está sufriendo presiones por parte de la lista rival en el proceso de primarias. ¿A qué se refiere exactamente? R. Desde el aparato del partido, que dirige Inés, se llama a diferentes afiliados o cargos relevantes para decirles que no vayan conmigo ni con Santiago [Saura], que estamos en contra del partido, que no acudan a nuestros actos, que no nos escuchen. En Valencia, donde estuvimos el sábado con afiliados, nos dijeron algunas personas que habían recibido esas llamadas. Pero no les salió bien la jugada, porque la sala estaba llena. Siempre hemos dicho que esto es David contra Goliat. Pero recordemos que al final ganó David. P. Adrián Vázquez, candidato a secretario general de la lista rival, asegura que no se unió a su proyecto porque lo consideraba "cesarista". Que solo partía de una cuestión personal suya. R. (Risas) ¿Él no tiene ambición personal? Sin ambición no se puede hacer que este partido tenga futuro. Si no la tiene, debería retirarse. Hay que tener ganas, interés, intención. Si no tienes eso, no tienes nada. Adrián Vázquez me decía en junio de este año que Arrimadas no podía ser la portavoz del partido en el Congreso. Hoy, sin embargo, le parece que Inés es la mejor portavoz que puede tener Ciudadanos. Adrián es una persona a la que le gusta la bicefalia como modelo, porque le permite a él ocupar un cargo que ha diseñado para sí mismo en el proceso de refundación. Ahora, con los fondos del partido, ha conseguido hacerse una campaña de autopromoción personal, viajando por España y dándose a conocer cuando antes no le conocía nadie. "Adrián, con los fondos del partido, ha conseguido hacerse una campaña de autopromoción personal" P. Aseguran que Inés Arrimadas no tiene papel alguno en la lista rival, y que tampoco estará dentro de su nueva ejecutiva si ganan las primarias. Que no es una lista oficialista. R. Hace pocos días, Carlos Pérez Nievas, que forma parte de la lista de Adrián y de Patricia Guasp, dijo que si no prosperan las enmiendas que limitan la compatibilidad de cargos con el de secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez renunciaría a ese puesto para seguir en Europa. La propia Patricia Guasp dice que ella tampoco se presentaría como candidata a la presidencia del Gobierno. Entonces, ¿quién manda en esa lista? Si lo dijo la propia Inés. Que si yo no recapacitaba, ella se presentaría. Y es lo que está haciendo. P. ¿Cree que Arrimadas se presentará como candidata a las generales por Ciudadanos? R. Su plan inicial era ese. Seguir mandando en el partido desde el Congreso y que no hubiera nadie que le hiciera sombra. Me lo dijo de palabra. Por eso es la lista de Inés, aunque no ocupe un puesto en la secretaría general o en la portavocía política. Es oficialista. Es una candidatura que pretende engordar el optimismo de Alberto Núñez Feijóo de convertirnos en una simple corriente del Partido Popular. Y, por eso, a nosotros nos llaman sanchistas. Hay que ser imbécil para decir eso, y hay que ser infantil.
P. ¿No pactaría con Sánchez? R. No hay ni un solo diputado en el Congreso que le tenga más manía a Sánchez que yo. ¡Si me cesó de mi puesto de trabajo y me arruinó la vida! De lo que se trata es de devolver el partido a los orígenes, no ponerle un parche, hacerle una oferta a los votantes que están huérfanos precisamente por Pedro Sánchez y poder sacarle de la Moncloa. ¿Cómo vamos a hacerlo si no? ¿Siendo una corriente del PP? ¿Esa es la estrategia? No. "No hay un solo diputado en el Congreso que le tenga más manía a Sánchez que yo. Me cesó de mi puesto de trabajo y me arruinó la vida" P. ¿Y usted? ¿Se postulará como candidato de Ciudadanos a la presidencia del Gobierno? R. Los estatutos orgánicos aprobados por la propia Arrimadas establecen claramente que el portavoz político de la formación debe ser el candidato natural a las primarias a la presidencia del Gobierno de España. En la otra lista nos encontramos con que Patricia Guasp dice que no va a ser la candidata y con que posiblemente Adrián Vázquez dimitiría como secretario general si no puede mantener su escaño en Europa. ¿Hacen falta más explicaciones para saber que esta es la lista de Inés Arrimadas? Que ha puesto en cabeza de la lista a unos testaferros para que ella no tenga que enfrentarse conmigo en un debate de ideas frente a todos los afiliados. Y yo por supuesto que voy a ser candidato a las primarias para las generales. P. ¿Ve posible darle la vuelta al escenario de desaparición que vaticinan todas las encuestas de cara al mes de mayo? R. Claro que lo creo. Desde el centro ideológico nos van a venir votantes que no nos han considerado en los últimos tiempos porque hemos dado una imagen de un partido de derechas. Y ahora intentaremos dar una imagen de partido de centro. Es el mismo partido que, en los orígenes de Ciudadanos, cabía en el centroderecha y en el centroizquierda. Y así conseguimos 57 diputados. Cuando negociábamos los presupuestos generales del Estado con el Gobierno o los diferentes estados de alarma, nuestra intención de voto estaba entre el 8% y el 10%. Y hoy no llega ni al 1%, porque todos nos ven como a un partido de derechas. "Hoy no llegamos al 1% de intención de voto porque nos ven como a un partido de derechas" P. Madrid es una de las plazas donde Ciudadanos podría seguir teniendo representación. Begoña Villacís apoya a Inés Arrimadas y a la lista de Adrián Vázquez. ¿Será ella la candidata si usted gana las primarias? R. Habría que preguntárselo. Eso lo tiene que decidir ella, pero yo pretendo que ella sea la candidata a la alcaldía de Madrid. P. ¿Sospecha que hay miembros de la lista rival que, si no ganasen las primarias, buscarían cobijo en el PP? R. Cada uno toma sus propias decisiones. Si alguien quiere hacer un acto de transfuguismo o de traición a los valores del partido, es que solo piensa en su interés personal. Lo que no sé es qué hace todavía aquí.